1 de diciembre de 2014

El pagadiós que trajo a La Forestal



Durante años la progresía meneó el ejemplo de La Forestal para contar qué malos habían sido los ingleses con los argentinos y cómo se habían ensañado con los recursos naturales santafesinos, a los que el capitalismo salvaje expolió hasta dejar inútil 10 millones de hectáreas.
Desde la película Quebracho (1974, Ricardo Wullicher), la posterior obra de Rafael Ielpi La Forestal (1984)  cuyo subtítulo da cuente de la calidad narrativa ("un hachazo a la dignidad del hombre") la que fue repetida hasta el hartazgo de la audiencia por Enrique Llopis, quien terminó sus días de artista para pasar a mejor vida en los noventa como subsecretario de cultura de la provincia, cargo que terminó con su procesamiento por la malversación de casi 400.000 pesos de la época.
Me fui por las ramas (no pun intended). El asunto es que siempre se repitió que los salvajes explotadores capitalistas, chupasangres malnacidos, habían comprado las tierras a precio vil (como los funcionarios kakistas en Calafate) con la complicidad de políticos venales. Una historia recurrentemente regada por el abobado relato marxista de Gaston Gori, al que siempre se recurre cuando se va a "investigar" el tema.

Lo que se cuenta poco, o más bien nada es que la Provincia de Santa Fe tomó un empréstito en la empresa británica Cristobal Murrieta &  Co en 1872. Ocho años despúes con la deuda vencida y los servicios impagos, se buscó como negociar la cancelación. Se arregló pagar 1/3 en bonos del Estado y 2/3 en terrenos públicos. En  pago, Santa Fe entregó algo así como 668 leguas cuadradas.
Cuando Murrieta se encontró con la tenencia de los terrenos intentó implementar un programa de colonización a través de una empresa fundada al efecto la Santa Fe Land Company.
Hoy el norte santafesino es todavía un semidesierto. Así que no es de extrañar que ante mejores chances los colonos arrancaron para otro lado, y Murrieta prefirió entregar el elefante blanco recibido en pago a un único cliente: The Forestal Land, Timber and Railways Co.

El resto es bastante conocido. Lo que no es tan conocido es que los reinventadores de historias han querido presentar a aquella explotación como la versión doméstica de las atrocidades del Congo Belga, forzando un parecido entre el tanino y el caucho. Nada menos parecido.




10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero cómo... ¿usted insinúa que los progres cambiaron la historia?
Imposible, debe ser una infamia.

Anónimo dijo...

jajaja me cagué de risa con lo de los terrenos comprados a precio vil. Al final los progresistas terminaron haciendo todo lo que criticaban.

Anónimo dijo...

Siempre recuerdo una anécdota al respecto, de hace unos veinte años atrás. Mi padre tenía un comercio en la zona norte de la ciudad de Santa Fe. Día por medio, un viejito venía a hacernos compañía durante la mañana, sentándose en un banquito que a tal fin le ponía mi padre. Poco (casi nada) hablaba este viejito de su pasado. Un día, un cliente que se quedó tomando unos mates, empezó con la cantinela de la forestal, de cómo habían hecho pelota a todo y a todos. El viejito en cuestión lo escuchaba con atención, hasta que empezó a contar que el fue empleado de la forestal, y que habían sido los mejores años de su vida. Y, nunca voy a olvidar, le dijo al cliente "Que facilidad tiene Usted de hablar de cosas que no experimentó en primera persona". Es una anécdota, y siempre está mal generalizar a partir de ellas, pero siempre me quedó ese recuerdo.

BlogBis dijo...

Es notable como todas las inversiones que conformaron el país de inicios del siglo XX fueron sistemáticamente demolidas por el discurso socialista primero, peronista después y "progresista" al final.

El caso de los ferrocarriles es ejemplo perfecto, no hay casi bibliografía sensata sobre el desarrollo ferroviario, todo el fenómeno se ve como una enorme exacción que implica la "complicidad" de la clase política de la época.

Agrego algo, la Forestal se fue en 1965. El libro de Gastón Gori denunciando el expolio, saqueo, etc, etc, es del 71. Seis años después.
Hoy pasaron 50 años desde que la empresa no está más. Sobrado tiempo para que las políticas públicas hubieran reencausado la producción en esos pueblos, la economía reional, e incluso suficiente tiempo para replantar quebrachos. Si en el 71 en lugar de agarrar la guitarra se hubiera impulsado la reposición de ejemplares de monte autóctono hoy Villa Guillermina, Tostado, San Cristobal, podrían ser ejemplo de explotación maderera racional. En lugar de eso son un desierto en ruinas.

Anónimo dijo...

Es mucho mejor echarles la culpa a los malditos ingleses, que ponerse hacer los caminos, puentes y canales que hacen falta, para mi no son un desiero, han sido abandonados, los campos que conozco de esa zona tienen muy buen potencial ganadero y agricola. Pero si por una lluvia de 100mm no podes entrar ni salir del campo por 20 días es muy dificil producir en esas condiciones.

Max A Secas dijo...

Es que las sedes esas empresas igual que las grandes estancias en zonas alejadas eran simbolo de autoridad, quizas el unico hospital en muchos km a la redonda, escuela y demàs. Y estaban en constantw conflicto con los marginales y seguro se manejaban con mano dura, porque si esperabas que el estado viniera a solucionarte problemas....
Estaban en la frontera, y la frontera de la civilizacion siempre tiene un nivel de violencia que despues la izquierda reinterpreta a gusto. Pero mucha de esa gente te dice que con la forestal fue la primera vez que pudieron mandar a sus hijos a una escuela, comprar almentos frescos... Pero seguro que perdieron toda la dignidad.
Yo he ido a estancias en el chaco paraguayo que hoy todavía son el unico lugar donde tenes una escuelita, una sala de primeros auxilios (con suero antiofídico, nada menor), almacen, algun tipo de comunicacion, etc, en 100km a la redonda, y la gente de los alrededores cuando tiene algun problema va ahi.
La de unos conocidos tenía en cualquier momento dado 200 personas viviendo. Manejar esas estancias es como manejar un pueblo, y con gente bastante primitiva, o tenes tu propio sistema de orden o se va todo al demonio en 15 dias. Y para la izquierda ser puesto en orden por alguien que no sea papà estado es herejía.

Anónimo dijo...

Toda la historia argentina muy increíble y las facciones se organizan y se matan para ocupar Balcarce 50.

Nunca leí una historia argentina de verdadera justicia, salvo quizás La Intrusa de JLB, que de todos modos es ficción.

Confieso que soy un ignorante; alguien podría por favor enumerar héroes argentinos y sus hechos?

Gus VF dijo...

Anónimo 6:20, ¿dos hermanos matando a una pobre mina te parece un acto de “verdadera justicia”? mamitaaaa… qué gente que anda por aquí…

BlogBis dijo...

No puedo mas que coincidir con Gus VF. Si "La Intrusa" representa la justicia verdadera....mamita, que queda para lo demás

Anónimo dijo...


Cada uno interpreta en general lo que le conviene, y la mayoría lo que puede según quien se lo cuenta.

El cuento de JLB se refiere a dos gauchos con códigos y leyes propios que se ganan la vida de acuerdo a las condiciones de la época.

Tienen necesidades como cualquiera y buscan satisfacerlas. Aparece la intrusa quien altera las reglas de forma tal que ya nada puede seguir igual.

Un hermano hace lo que tiene que hacer para asegurar la supervivencia fraternal según su buen entender.

"Que gente anda por aquí"
"mamita que queda para los demás".

Creía que los comentaristas de este blog tenían algo más de vuelo y no tener que explicar las figuraciones y realidades escritas por un genio.

En realidad nada ha cambiado, acaso el estilo de la barbarie.

Después de todo este es el país que somos.