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9 de abril de 2019

Punto de no retorno







     El año pasado el presidente del Tribunal Constitucional, Iván Aróstica fue agredido antes de que se pronunciara sobre la libertad condicional hacia los presos políticos militares que se encuentran injustamente recluidos en el gulag de Punta Peuco y en otros recintos penitenciarios. El fallo fue desfavorable a los militares, por los que les impuso nuevas condiciones para gozar de ese beneficio. El Tribunal Constitucional vulneró la igualdad ante la ley.

   Cuando salieron bajo ese beneficio por marzo unos militares, la izquierda para variar armo un escándalo sin justificación. El mismo grupo político que se cree moralmente superior no dijo nada, cuando en el último año del gobierno de Bachelet, la Corte le concedió la libertad condicional a dos terroristas involucrados en el secuestro del empresario brasileño, uno de los cuales era del Mir y el otro del FPMR. Asimismo, no dijeron nada, cuando gobernaba la Concertación y el máximo tribunal concedía la libertad condicional a los terroristas. Aunque primero gendarmería les concedía la salida dominical, uno de los tantos beneficios que le niegan a los militares presos. La abogada comunista y partidaria del terrorismo del Frente, Carmen Hertz no dijo nada así como tampoco un juez, cuyo nombre no recuerdo, pero que estaba asombrado que les hubiese concedido ese beneficio a los militares.

    Finalmente, el Tribunal Constitucional sólo acogió una petición del oficialismo, que excluía el arrepentimiento. Sin embargo, “mantiene el estándar de exigir 2/3 de la pena cumplida y haber cooperado eficazmente en la investigación de los delitos”. Muchos presos jamás podrán salir por el número de años de las condenas. Por otra parte, no sé cuánto más van a cooperar, si el militar no sabe más, pues cuando se combate el terrorismo se forman departamentos estancos. En la mayoría de los casos condenados, los militares simplemente entregaron al detenido en una unidad o establecimiento. Por tanto, no pueden saber lo que ocurrió después. Para los jueces prevaricadores, los jóvenes oficiales debían saber. A los terroristas del Mir, del Frente Lautaro y del FPMR, que salieron con libertad condicional bajo los gobiernos de la Concertación, no les exigieron eso. La ley del embudo.

      Los mediocres abogados de derechos humanos sacaron un escrito en que cuestionaron la acción de los jueces Carlos Künsemüller, Hugo Dolmetsch y Manuel Antonio Valderrama : “Rechazamos categóricamente el otorgamiento de dichas libertades condicionales a condenados por crímenes de lesa humanidad, por vulnerar las normas y los estándares que impone el Derecho Internacional de los Derechos Humanos para este tipo delitos”. Los firmantes fueron Nelson Caucoto Pereira, Héctor Salazar Ardiles, Luciano Fouilliox Fernández, Roberto Celedón Fernández, entre otros. Ellos son los que están vulnerando el Estado de Derecho y violando los derechos humanos, ya que el delito de lesa humanidad que Chile suscribió no es retroactivo. O sea, lo más arbitrario. El señor Fouilliox estuvo en la inconstitucional comisión Valech y fue el abogado defensor del sacerdote pederastra, Cristián Precht.

   En una entrada que escribí Hombres mediocres, soluciones mediocres, mostré que el abogado Héctor Salazar era  partidario de la mediocre salida que propuso un grupo de parlamentarios, en que los militares saliesen de la cárcel a punto de morir o el  indulto humanitario. El año pasado se opuso a la libertad condicional.

    Si hubiesen políticos y académicos de derecha de verdad, estarían en contra de las arbitrariedades que sufren los militares presos, partiendo con el estigma que le ponen de ‘violador de los derechos humanos’. Aparte de Hermógenes Pérez de Arce y el abogado Adolfo Paul Latorre, entre otros. Las razones no les interesan a la izquierda.

    Dicho sea de paso, los llamados ‘jueces de derechos humanos’, porque en nuestra legislación hay tal juez, son unos verdaderos delincuentes de cuello y corbata o con faldas, ya que no aplican las leyes y los principios del Estado de Derecho.

    El Tribunal Constitucional se salió de la Constitución.

    El año pasado, cuando le pegaron al presidente del Tribunal Constitucional, el ex presidente socialista Ricardo Lagos planteó la “tesis de no retorno” para no desembocar en otro glorioso 11 de septiembre chileno: “Las democracias hay que cuidarlas. De repente nos encontramos con un punto de no retorno y los que tenemos más edad vimos cómo llegamos al 11 de septiembre”. En el sentido de que hay que cuidar las instituciones. Si a estas últimas, la manejan delincuentes como ocurre ahora, no hay que respetarlas, sino hay que hacer una limpieza. Primero, lo que había a fines del gobierno del marxista de Salvador Allende no era la democracia liberal. Segundo, Lagos fue parte del gobierno marxista ya no se acuerda que los terroristas había amenazado a los jueces de la Corte Suprema.

    Ahora bien, quiero analizar las palabras que dijo Andrés Allamand; la diputada comunista, Carmen Hertz y el cientista político, Hernán Larraín Matte, actual jefe de Evolución Política (Evópoli). 

          Partamos por el último, Hernán Larraín, hijo del actual ministro de Justicia, quien dijo: “Me distancio de una mirada tan crítica como la que expone, pero comparto la necesidad de, en forma reformista y gradual, estar cuidando nuestra democracia y sus instituciones para no repetir heridas del pasado. Compartimos la necesidad de avanzar en acuerdos”. Hay que recordar el presidente de Evópoli y jefe la Fundación Horizontal durante el primer gobierno de Sebastián Piñera que gobernó con las banderas de la Concertación, él junto con otros académicos escribieron la Carta Pública “A 40 años: una declaración generacional” por la Democracia y de los Derechos Humanos, en que encarecía a los partidos Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional, que sacaran el artículo donde celebraba la gesta heroica en que pueblo y las Fuerzas Armadas impidieron la instalación de una dictadura comunista. Fue una rebelión ante gobierno que salió de la ley y la Constitución, y que llevo al país al borde de una guerra civil. RN se cambió sus principios a la luz día, mientras la UDI lo hizo a escondidas el año pasado. Todo por la reconciliación. Ambos partidos enfatizan la defensa de los derechos humanos, mientras no se dan cuenta a los presos políticos militares se les viola los derechos en democracia a la vista de todos. La izquierda sembró odio y cosechó tempestades. Si el presidente de Evopoli hubiese estado en la UP, estaríamos como los venezolanos dialogando en una sociedad comunista. Se hace leso del ejército paralelo que tenía Allende. Tal vez cree es una leyenda negra contra el socialismo chileno o una leyenda urbana. El escritor Jorge Edwards milita Evópoli y él ha dicho que no es un converso. Por ese, ese partido es de izquierda.

    Ahora bien, poner las palabras de Allamand y Hertz digamos que es un verdadero contrapunto, si vemos que lo  hicieron ambos en la Unidad Popular. Me extraña que nadie se haya tomado el trabajo de hacerlo. Sus palabras actuales carecen de significado. También aparecieron las palabras del socialista, José Miguel Insulza y de Heraldo Muñoz, quien quería esclavizar a los chilenos por estómago en tiempos de la UP.

     Allamand sueña con la democracia de los acuerdos o “acuerdos nacionales” de los noventa, donde la derecha lo que hizo fue ceder ante la Concertación: “en avanzar gradualmente en temas concretos de gran preocupación ciudadana”. El ex ministro de Defensa del primer gobierno de Piñera no le saco en cara a Lagos, que la Unidad Popular quería instalar una dictadura comunista. Ya no existía la democracia liberal. Allamand durante la UP se cambió al Liceo José Victorino Lastarria para combatir el marxismo. Después de la caída de Allende, cuando estaba prohibido publicar libros, él escribió la historia novelada No virar al Izquierda. En un párrafo afirma: 

   “La oposición sigue creyendo que el poder político surge de los votos exclusivamente. Siguen creyendo que el poder político es una resultante de las elecciones, mientras la UP se caga en las elecciones y desarrolla un poder político cada vez más poderoso, expresada en toda (una) cantidad de organizaciones (...) Sin los militares la UP no cae (...) Hay que presionarlos, obligarlos a intervenir. Hacer que se decidan. Si no lo hacen no la contamos. Nos friegan de todos modos”. Agrega: “(Los militares) actuarán cuando el caos sea total. La toma del liceo es nuestra cooperación al caos”.

    Lo importante era que Chile no cayera bajo una dictadura comunista. Allamand culpa a los militares.

  La diputada comunista, Carmen Hertz dijo: “El 11 de septiembre se incuba precisamente por los sectores que estaban siendo tocados en sus privilegios (…), lo que ocurre hoy es distinto”. Agrego que la desconfianza en las instituciones es “preocupante y peligroso para la democracia”. Gracias a la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores descubrimos que la abogada de los derechos y partidaria del grupo terrorista Frente Patriota Manuel Rodríguez, en tiempos de la nefasta UP ella militaba el grupo terroristas Mir y llamaba a la vía armada. Mientras Allamand estaba en el liceo Victorino Lastarria luchado contra la UP, la joven Hertz desde la radio El Loa, en Calama 1973 llamaba: “Debemos tomarnos Codelco por la Fuerza. Y asesinar a quien se oponga”. ¡Qué empática! Ella era partidaria de la vía armada y de instalar una dictadura comunista matando, naturalmente, a todo quien se oponga. No era partidaria de la democracia liberal, sino de las llamadas ‘democracias populares’ o dictadura del proletariado, donde el único partido es comunista. Eso confirma lo que tantas he dicho.

    Los abogados de derechos humanos de izquierda no aparecieron cuando la guerrilla o los terroristas actuaban. Cuando éstos perdieron por los militares, entonces recién ahí hablaba de los derechos humanos. Tampoco se querellaban ante la justicia por los crímenes que cometían los terroristas estando los militares en el gobierno. Siempre ha estado deformado el tema de los derechos humanos.

   Sólo una persona acomplejada le creería todo a la izquierda.

   Varias veces he usado la expresión ‘punto de no retorno’, diciendo que la izquierda llevo al país a esa situación. Y dichas palabras quien mejor la manifiesta es el ex presidente de la República y presidente del senado en aquella época, el demócrata cristiano Eduardo Frei Montalva, en la conocida Acta de Rivera, donde los grandes empresarios le fueron a pedir ayuda, a los cual él les dijo con impotencia: "Nada puedo hacer yo, ni el Congreso ni ningún civil. Desgraciadamente, este problema sólo se arregla con fusiles... les aconsejo plantear crudamente sus aprensiones, las que comparto plenamente, a los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, ojalá hoy mismo". Así llegamos a un punto de no retorno, donde la única salida era la fuerza de las armas.

  Después de la batalla, todos son generales.

26 de diciembre de 2018

El siempre deformado tema de los derechos humanos








En realidad, desde que los ex Unidad Popular tomaron para así la bandera de los derechos siempre ha estado deformado, aunque ellos no reconocen que en el gobierno marxista de Allende a los chilenos le violaron la mayoría de los derechos humanos tal como lo describe el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973. En un blog leí que los derechos humanos en un principio tuvieron buenas intenciones, sin embargo, con el tiempo degenero. Nunca tuvieron buenas intenciones, pues siempre se pusieron al lado de los terroristas o guerrilleros. Los mismos que amenazaron a los jueces de la Corta Suprema previos al 11 de septiembre, luego se quejaban que la justicia les negaba los recursos de protección en el gobierno militar.

   Además, el sólo hecho de que la izquierda quiera hacer una ley que sanciona a quienes nieguen las violaciones a los derechos humanos, nos está indicando que las supuestas víctimas no son tales. Sabemos que las llamadas ‘víctimas de la dictadura’ son los terroristas o guerrilleros del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); el brazo armado del Partido Comunista, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y, por último, el Frente Lautaro.

  Lo que avala lo anterior son las dos instituciones creadas la terrorista Michelle Bachelet en su primer gobierno: el Museo de la Memoria y el Instituto Nacional de los Derechos Humanos. En rigor, la creadora propiamente tal de Museo es la periodista y ex Mir, Marcia Scantlebury.

   El Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos está creador obviamente para las violaciones a los derechos humanos bajo el Gobierno Militar, en primer lugar. Y en segundo lugar, homenajear a los grupos terroristas mencionado que combatieron dicho gobierno en nombre del derecho rebelión. Por tanto, en Chile nadie puede matar a un terrorista. En ese museo, no se recuerda los que sufrieron desde que la izquierda opto por la violencia y la vía armada a mediados de los sesenta del siglo pasado, valga la redundancia, la violencia marxista en sus diversas formas: atentados a la propiedad, tortura, robo, secuestro, atentados, vejámenes, violación a mujeres y asesinato. También el museo, omite las violaciones a los derechos humanos bajo la Unidad Popular.

   Y en cuanto al Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) es lo mismo. De hecho, en su estatuto tiene como una de sus tareas querellarse contra los agentes del Estado del Gobierno Militar. No se van a querellar contra los terroristas. Hecha la ley, hecha la trampa. Lo más sorprendente es que nuestros grandes pensadores de las universidades o think tank de la derecha no se hayan dado cuenta de ese detalle y aberración. El INDH no se va querellar contra el diputado comunista y asesino confesó, Guillermo Teiller. Aunque la ley de amnistía esté vigente y no se le aplique a los militares, la institución mencionado tampoco se va a querellar con el señor José Benado por el secuestro del periodista Osse y por el asesinato a Roger Vergara; a Carlos Ominani por el accidente ferroviario de Queronque; contra Roberto Nordenflycht por el asesinato del Teniente del Ejército, Roberto Zegers Reed; al asesino del dirigente poblacional de la UDI, Simón Yévenes; a Pascal Allende por el crimen del intendente de Santiago, Brigadier Carol Úrzua. Sólo por nombrar algunos.

    La izquierda con la expresión ‘víctimas de la dictadura’ quiere que las personas menos entendida o ignorantes de la historia reciente por propia voluntad asocien que los militares eran unos desalmados y que mataban civiles. Cuando emplean esa expresión que apela a las emociones, es que desean sientan lástimas por ellos. Lo Hay bastante información en la red, sin embargo, no se toman la molestia de verificar quien dice la verdad. Los civiles fueron los que llamaron a los militares. Más del 70% de los chilenos pidieron la intervención militar.

   Los grandes pensadores que tiene la derecha chilena ni se han dado la molestia cuestionar lo que llaman ‘violaciones a los derechos humanos’. Es un asunto de significado o semántica. Más bien podría desenmascarar o desmenuzar ese concepto. O si quiere emplear una expresión sacada de los filósofos post modernos como Jacques Derrida, desconstrucción. Ni siquiera se ha dado cuenta que todo lo que hace la izquierda es arbitrario. Basto para que la Corte Suprema este año le concediese libertad condicional a algunos militares, para que la izquierda se enojara y pidiera cambiar las condiciones y exigencias de ese beneficio, que por cierto, los terroristas bajo la Concertación se les otorgó. Incluso, el año pasado en el segundo mandado de Michelle Bachelet.

   Durante la Unidad Popular jamás aparecieron los abogados de los derechos humanos, cuando eran agredidos y a veces con resultado de muerte a los opositores a dicho gobierno. La gran ausente de ese período fue la Iglesia Católica chilena, la cual fue cómplice del gobierno marxista con todos sus atropellos. Y también estuvo ausente, cuando los terroristas durante el Gobierno Militar asesinaban.

 Volviendo a los abogados de derechos humanos. Ellos trabajaron para el Comité Pro Paz, que luego se convertiría en la Vicaría de la Solidaridad, que era una institución que creó la Iglesia Católica después de la caída de Allende. Sus protegidos fueron primero los terroristas del grupo Mir y luego del FPMR. Durante el Gobierno Militar los abogados de derechos humanos jamás se acercaron a las víctimas de la violencia marxista, ya sea civiles, ya sea militares.

  Una abogada de los derechos humanos emblemática es, pues, la actual diputada por el Partido Comunista, Carmen Hertz, quien en más de una ocasión ha defendido y reivindicado al grupo terrorista FPMR. Lo bueno affaire entre la diputada de Renovación Nacional, Camila Flores y la diputada comunista, es que sacó a relucir que Hertz durante la Unidad Popular militaba el Mir y promovía la vía armada a viva voz. Es una prueba más de lo siempre he dicho: cuando la guerrilla comenzó a perder en el cono sur de América Latina aparecieron con el tema de los derechos humanos. La izquierda desde que los militares entregaron el poder a los civiles se han dedicado a destruir a las Fuerzas Armadas o desprestigiarlas, como si hubiesen sido los revolucionarios marxistas de la década del sesenta blancas palomas.

  Si se trata de apelar a la autoridad en materia de derechos humanos, tampoco la tiene la izquierda. Tanto académicos como políticos de la ex derecha le creen a la comunista y terrorista Bachelet que a los militares. Cuando Bachelet creo el Museo de la Memoria y también pasaron a forma parte los inmuebles que sirvieron de centro de detención de los grupos terroristas, que la izquierda llama centro de torturas o exterminio. El ex Mir Mauricio Rojas estuvo también preso y le gusta expresarse como que “fuimos víctimas o mártires”. Buscando una información llegue al sitio web del ex centro detención Londres 38, donde entrevista al mirista José Benado. Lo que dice la página sobre este señor es una verdadera joya y confirma que las ´víctimas de la dictadura’ fueron terroristas:

    “José Benado, economista, ex militante del MIR. Ingresó al MIR en 1967, en un grupo de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile, donde estaba su hermano. Ahí inicia trabajo militante en la Universidad y en las poblaciones. En 1970 fue condenado por Ley de Seguridad Interior del Estado por el caso del secuestro del periodista Darío Osses y relegado a Panguipulli. Indultado por Allende, desarrolló trabajo político del MIR en el GPM5 y en las tareas de infiltración a las FFAA. Tras el golpe de Estado se asiló en Suecia junto a su esposa e hijo y participó de la Operación Retorno regresando a Chile en 1978. Dos años después, fue detenido nuevamente tras el atentado a Roger Vergara y trasladado al Cuartel Borgoño, donde fue torturado”.

   Usando los parámetros de la izquierda, podemos concluir que el señor Benado es un violador de los derechos humanos, pues formó parte del secuestro del periodista Darío Osses, al cual el Mir torturó y vejo. Este es, además, como los llamó Salvador Allende a los miristas indultados: Jóvenes idealista. No bastándole haber delinquido, pues, estuvo metido en la infiltración de las Fuerzas Armadas. ¿Ustedes creen que las FF.AA., se iban quedar de brazos cruzados? Recuérdese que meses antes del 11 de septiembre, se descubrió el motín de la Armada, cuyos miembros seguían órdenes del grupo Mir.

   No sé por qué el Comité Funa que mencioné en una anterior no lo funa. La Operación Retorno fue el primer intento del Partido Comunista que fracaso.

  Después el señor Benado estuvo involucrado en el atentado de Roger Vergara. Cuando buscando información sobre nuestro escudo nacional, también llegue a la página de la casa de Salvador Allende en Tomás Moro. Lo primero que veo, es que al lado izquierdo de la pantalla un botón con la sigla GAP, a los cuales se les considera mártires y víctimas. La guardia pretoriana de Allende eran unos matones.

   El ilegal Informe Rettig de “Verdad y Reconciliación” fue pedido por los grupos terroristas chilenos al traidor demócrata cristiano, Patricio Aylwin en el primer gobierno de la Concertación. Además, de pedir la persecución y encierro de los militares. Recordemos que en el primer gobierno de Piñera, el actual ministro de Justicia, Hernán Larraín: “No sé si fue mi impresión, mas las palabras del político oficialista dejan entrever otra cosa. El primer Gobierno de la Concertación, presidido por el demócrata cristiano, Patricio Aylwin libero a los terroristas porque temía que les causaran problemas”. Y el parlamentario Schilling dijo en su oportunidad: “Alguna experiencia tengo en esto de enfrentar la violencia política de los grupos armados, y quiero decir que si en su oportunidad no se hubiesen tomado medidas como llevar adelante el Informe Rettig, hacer las leyes de reparación y levantar las limitaciones que imponía la ley de Amnistía, todo eso se habría convertido en bandera de lucha de los grupos violentista”.

    La PDI con el sesgado e inconstitucional Informe Rettig persigue a militares jubilados.

  ¿Dónde están los liberales defendiendo la igualdad ante ley y los principios del Estado de Derecho como pro reo y la prescripción? ¿Dónde están los liberales denunciando la abierta prevaricación de los jueces? ¿Dónde están los liberales enojados porque a los militares se les imputa la ficción del ‘secuestro permanente’? ¿Dónde están los liberales que dejan a los militares se los condene por un delito que la propia ley establece que no es retroactivo?

 ¿Cómo pueden aceptar que los jueces de izquierda declaren que la tanta DINA como la CNI fueron asociaciones ilícitas?

 La izquierda no fueron víctimas, sino, por el contrario, tiene complejo de víctima, que es algo totalmente distinto.  Encontré una buena definición de los que hablo: “Las personas que viven desde el complejo de víctima ven culpables por todas partes y muchas veces intentan hacer que los demás se sientan responsables de sus miserias”. Los revolucionarios marxistas de la Unidad Popular culpan a la CIA y las Fuerzas Armadas de su intento totalitario. Los grupos terroristas del Mir, Frente Lautaro y el FPMR culpan a DINA y la CNI de sus fracasos.

   Para terminar, al contrario de lo que sostiene Hernán Larraín Matte de Evolución Política no es pinochetismo es que el relativiza la violación a los derechos humanos, sino la izquierda. Pues, a quienes le verdad le violaron los derechos humanos son quienes sufrieron la violencia marxista desde antes del 11 de septiembre de 1973.

   PD: Les dejo por canal Capitalismo Revolucionario el Réquiem para las víctimas de la violencia marxista hecha por don Felipe Izquierdo, un ex mirista; cosa que ninguna institución como el Congreso, la Iglesia Católica y el Ejecutivo ha realizado.

23 de marzo de 2015

El monopolio de los Derechos Humanos y la Diversidad







Tengo pendiente varios temas como por ejemplo en lo que anda derecha académica, la reforma a la educación y el libro de Nena Ossa que lo termine y que vale la pena comentarlo. Sin embargo, hablaré de otra cosa que no estaba en mi temario, a saber, la elección de la ex alcaldesa de Concepción y ex intendente de la VIII Región, Jacqueline Van Rysselberghe que preside la comisión de Derechos Humanos del Senado. Me había enterado por MSN y por blog de Ciro Cárdenas Libertad o Socialismo que la elección de ella había provocado rechazó en la Fundación Iguales que presidente el homosexual ABC1, el escritor Pablo Simonetti. El bloguero había comentado ese affaire, porque ‘El Mercurio’ no se había escandalizado que para comisión de Educación la presidiera la comunista, Camila Vallejo, quien no cree en la libertad de enseñanza, por una parte. Y por parte, que el mismo medio tampoco cuestionara que terrorista confesó del FPMR y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier presidiera la comisión de Defensa; pues, durante el Gobierno Militar asesinaron a varios militares.


 Ahora bien, según la Fundación Iguales , la senadora en “Su ignorancia del cuerpo doctrinario y normativo que implica el respeto de los derechos humanos, tanto a nivel internacional como nacional, queda demostrado en declaraciones tan burdas como “los trans son raros” o “las parejas del mismo sexo son violentas e inestables”. Por tanto, a los maricones no se les puede llamar ‘maricones’ en el nuevo Chile socialista e igualitario. Los maricas son contrarios a la libertad de expresión.


Esa Fundación más el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), también se opone a la ex alcaldesa.

 Agregan Pablo Simonetti, Pablo Larraín, Emma de Ramón y Sebastián Gray en su carta que la senadora hace "su patente falta de respeto a la diversidad la vuelve no sólo una persona inadecuada para el cargo, sino un obstáculo para el avance de la agenda en Derechos Humanos". Hablan de diversidad, sin embargo, son contrarios a cualquiera manifestación que les ponga en tela de juicio sus creencias o muestren otro punto de vista.


¿Cuál es la agenda en Derechos Humanos? Hace tiempo escribí apoyándome en un capítulo del programa A esta hora se improvisa de tiempos de la Unidad Popular, en que una señora argumentaba que la Izquierda usa una semántica distinta cuando se refiere a algunas palabras. Empleamos las mismas palabras, que para la Derecha tiene un significado distinto a la Izquierda.

 

 Los Derechos Humanos tal como lo entiende la Izquierda es un simple caballo de Troya, que persiguen, precisamente, vulnerar tales derechos.

 La carta pública de la Fundación Iguales ilustra lo que llamé los poderes fácticos , que son las distintas organizaciones u ONGs de Izquierda de derechos humanos algunas que deciden que es lo justo e injusto, qué es lo bueno o lo malo, saltándose incluso las leyes vigentes, los cuales carecen de legitimidad. Son unos grupos de presión. Esos son los poderes fácticos, no los que denunciaba el político oportunista de Renovación Nacional a principios de los noventa, Andrés Allamand. Un ejemplo de ello lo podemos ver en la carta que escribió el preso político Brigadier Miguel Krassnoff a Sebastián Piñera, en la que dice : “Prescripción, Debido Proceso, Presunción de Inocencia, Principio universal de Pro-Reo y muchos otros etc. —que asumo Ud. no desconoce— han sido grotescamente avasallados dejando a los afectados en la más absoluta indefensión. Sume Ud. a lo anterior, el nulo otorgamiento de beneficios intrapenitenciarios por parte de Gendarmería, institución severamente coartada e impedida para el ejercicio de sus legales atribuciones por determinadas presiones y/o instrucciones provenientes de diferentes poderes del estado, siendo obligada a proceder más allá de su seria, correcta y trascendental gestión profesional”.


 Cuando el Brigadier se refiere a que Gendarmería recibe presiones, se refiere a que los poderes fácticos actúan como el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales (UDP). En efecto, ese Observatorio cuando Piñero planteó el indulto a los militares presos fue el que objeto que recibieron beneficios los militares asignados a la jefatura de las agencias contra el terrorismo, a saber, la DINA y la CNI.

  Lo que rebaso mi paciencia fue leer que la abogada comunista y castrista, Carmen Hertz afirmará que “la designación de Van Rysselbeerghe es un agravio a la memoria del país”. La misma abogada que justifico el actuar del grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez o la conferencia que realizaron ese grupo en el Instituto Nacional.

 La abogada dijo, en realidad: “La designación de Van Rysselberghe es un agravio a la sensibilidad social de este país, a la memoria y es además un agravio intolerable a las pretensiones que tenemos, como sociedad, de seguir avanzando y fortalecer una cohesión social en la que nos incluyamos todos". Más aún sostuvo que ningún militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI) puede aceptar ese cargo. Hablan de inclusión, mas excluyen. ¿Qué tiene que ver la memoria?

Otro que se opone a que la senadora de la UDI presida la Comisión de Derechos Humanos es, pues, el presidente de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, el socialista, Raúl Saldívar, quien dijo: “la Comisión de Derechos Humanos no sólo trabaja en el ámbito de reparación o crímenes de la dictadura, sino que hay que proyectar soluciones en materia de cohesión e integración social y hemos visto conductas en la senadora que son la antítesis de esta posición”. Se olvidó que el Partido Socialista abrazó la vía armada, pretendió instalar una dictadura comunista, y de paso acabar “con la burguesía y su aparato militar”.

  El Gobierno Militar termino hace 25 años. Fueron los militares los que se trazaron un itinerario para devolverles el poder a los civiles. Con todo, los medios siguen hablando de ese régimen como si fuese un lastre o una carga para los políticos de la ex derecha. En cambio, nada de la UP. Tan bueno ha sido el trabajo psicológico que Renovación Nacional cambio sus principios. Por eso, a raíz de la designación Van Rysselberghe a la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta sacan a relucir sus vínculos con ese régimen. Así el canal CNN Chile le preguntó a la ex alcaldesa por ello, porque el abogado comunista de derechos humanos y diputado, Hugo Gutiérrez se los saco en cara.  Según el di comunista talibán sostuvo: "creo conocer bien a la senadora, nos tocó estudiar juntos en la misma universidad y tengo claridad que ella es una fanática pinochetista. Entonces que una pinochetista presida la comisión de DD.HH es una provocación". La izquierda nos inhabilita como ocurrió con cuanto personero en el gobierno de Piñera dijo algo no le gustara al progresismo, por ejemplo, la salida del embajador Miguel Otero. Asimismo, he dicho que, si hubiera políticos y prensa de derecha que apuntara el dedo al estilo de Ricardo Lagos, nos hubiéramos ahorrado a tener primero ministros, subsecretarios de la Unidad Popular en los gobiernos desde 1990, además, que los terroristas no ocuparían cargos públicos. El puro hecho de haber colaborado en destruir el país y de instalar una dictadura comunista, se les niega la posibilidad de participar en la cosa pública.


¿Con que autoridad el abogado con pinta de talibán se erige como juez, si el Partido Comunista apoya la dictadura de Fidel Castro, recibió apoyo pecunario de la ex Unión Soviética, apoya la semi dictadura democrática de Maduro y el año pasado patrocino un ciclo de conferencias con un representante de Corea del Norte en algunas universidades tradicionales con anuencia del actual gobierno?

 La senadora dijo: “Yo voté por el Sí”. Sostuvo que ella no era pinochetista. Sobre el Gobierno Militar dijo: “yo en general hablo de un gobierno militar”. Con todo, Van Rysselberghe, dicho gobierno “tiene ciertas características de dictadura, porque fue un gobierno que puso fin a su gobierno por iniciativa propia”.

Por último, para la senadora que los grupos de la llamada diversidad sexual se caracterizan por “ser muy agresivos, eso no corresponde y no estoy dispuesta a asustarme o que me dejen callada, no lo voy a hacer". Como diría el filósofo Aristóteles son por naturaleza violentos. La política de la ex derecha dijo una cosa sabido por todos, sin embargo, en la realidad no es así: "los derechos humanos no son patrimonio de la izquierda". De ahí que Van Rysselberghe haya dicho sobre los derechos humanos: "me siento capacitada y habilitada para hablar de estos temas, no se puede pretender que haya sólo una visión en el mundo de estos temas, yo tengo todo el derecho de pensar como pienso”.  La Izquierda como he dicho nos niega la existencia y les gusta imponer su punto de vista si o si. Por tanto, no son tolerantes. Esto ilustra, además, que no estamos reconciliados. La tolerancia supone reconocer el otro.

En fin, para la Nueva Derecha, la Izquierda y el lobby homosexual diversidad significa pensar igual que ellos.

8 de octubre de 2014

Cercenando la libertad de expresión


Cada vez que hay un nuevo 11 de septiembre, nos encontramos con más sorpresas que ilustran que lo mejor para el país, es que haya dos países como Corea de Norte y Corea del Sur. Y una vez más vemos que a los liberticidas de la Nueva Mayoría desean pisotear las libertades: la libertad de expresión, la libertad de emprender y enriquecerse legítimamente, la libertad de educar a los hijos de acuerdo a los valores de los padres y la libertad de abrir una institución educativa. 

 Antes de referirme al desprecio a la libertad de expresión por parte de la Izquierda chilena, voy a contar brevemente una experiencia que tuve en la universidad, en los primeros cuatro años de los gobiernos de la Concertación. Ya he contado que tuve un compañero de estudio que cada vez que sacaba a colación la Unidad Popular, la guerrillera terrorista en general en América Latina y decía solamente ‘retórica’, mientras ponía una cara de mosquita muerta y de víctima. Consideraba que los agentes de la DINA y la CNI eran los terroristas, no el Mir. Cada vez que él se expresaba, no me dejaba refutarle. Preguntaba o afirmaba y en el momento en que yo me ponía hablar, empezaba con ruidos con la boca, para terminar gritando. Es tan demente que quería imponerme su visión . Hijo de un empresario del pan, a fines del Gobierno Militar habían ingresado al Partido Socialista. En ese partido le enseñaron a ser matón. Le habrán dicho: “Si te encuentras con alguien derecha, no le dejes que se exprese. Serás un auténtico socialista y revolucionario”. La última vez que me dijo lo mismo, le dije: “Mentira. Como perdieron, se hacen los maricones. Toda historia tiene dos visiones. La evidencia indica lo contrario”. Se alteró igual que la primera vez. Luego le dije: “Intentaron imponer dictadura comunista”. ¿Qué dijo él? No importa. Para él era más importante los agentes del Estado que combatieron el terrorismo que la Unidad Popular. Cuando le dije que Allende era el Chávez chileno, también dijo no importa. Había comenzó a ser chavista, pues siempre andaban buscando algo nuevo. Desde luego una nueva sociedad. El capitalismo en Chile no lo entendía. Cuando entró a la universidad todavía creía en el Nuevo Hombre Socialista. Le atraía el concepto ‘Propiedad Social’ del gobierno marxista, el mismo que luego encontró cuando leyó la Constitución de Chávez. Era tan ‘abajista’ que se creía un muerto de hambre. Lo invité a mí casa y en ella tenía gatos. Después le dijo a otro compañero de Punta Arenas, quien igualmente era ‘abajista’: “En la casa de fulano hasta los gatos comen mejor que nosotros”. En el Partido Socialista le enseñaron a identificarse con los esclavos de la vieja Roma, los peones de los latifundos, y, naturalmente con los proletarios. 

 El destacado historiador y articulista Gonzalo Rojas Sánchez , autor del libro Chile: eligió la libertad, escribió en el 2007, esto es, en el gobierno del socialista y creador de los oligopolios, Ricardo Lagos las siguientes palabras en la Revista Capital, la misma que elogió al grupo Mir el año pasado: “Cuatro años atrás, un grupo de alumnos de licenciatura en historia se negó a leer ciertas bibliografías, porque a su juicio constituían una mirada fascista de Pinochet; el profesor cedió. Tres años atrás, un rector universitario le pidió a otro que se privara a un profesor de su cátedra histórica, porque sus visiones ‘están fuera del pluralismo’, alegó el rector inquisidor, aunque sin éxito. Tres meses atrás, La Nación censuró una columna histórica que el propio diario había solicitado, borrando de su texto la expresión ‘el presidente’ para referirse a Pinochet, a pesar de habérsele solicitado expresamente que no cambiará ni una coma. ¿No resulta razonable temer la pronta presentación de un proyecto de ley que elimine todo vestigio del gobierno del presidente Pinochet e incluso que prohíba la defensa historiográfica y docente de su obra? Porque…ya en Francia y Uruguay se concretaron iniciativas similares en materias análogas. Purificación de la memoria histórica llaman los marxistas a esa aniquilación del pasado."(Gonzalo Rojas Sánchez, La batalla de la memoria, Revista Capital Nº196, página 78,) 

 El académico se refiere primero que los alumnos se negaron a leer ciertos libros, a lo que el profesor cedió. Luego, un rector le pidió lo mismo a otro profesor de historia. Lo demás es el simple corolario de lo que ocurrió en la universidad. Se supone que el profesor universitario goza de autonomía intelectual. Se parece a la experiencia que tuvo el científico Galileo con la Inquisición. Lo más probable es que este paso los académicos que se oponen a las mentiras de la Izquierda terminen como Giordano Bruno o el científico Miguel Servet ante Calvino. Muertos, quemados en la hoguera, y por si acaso para estar seguro, con un tiro en la cabeza. Lo más probable que dichos hechos hayan ocurrido en las llamadas universidades tradicionales que están en el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch).


Nos es la primera vez en que la Izquierda es contraria a que le derrumben su ‘relato’ sobre la Unidad Popular y la intervención militar. Lo vimos en los dos homenajes al preso político, el brigadier en retiro Miguel Krassnoff. Primero, a propósito de la presentación del libro Miguel Krassnoff: Prisionero por Servir a Chile, y en la siguiente reedición. Asimismo en la presentación del documental Pinochet. En los tres eventos aparecieron los zombis del progresismo chileno, quienes emplean a jóvenes que no tienen idea de nada para ‘funar’. En el programa Mentiras Verdaderas, un abogado del Observatorio de los Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, esgrimía las leyes del Odio para prohibir el documental. Las mismas leyes que se emplea en Europa para prohibir las manifestaciones nazis. En el programa preguntaban ¿Se puede homenajear a Pinochet? Ese no era el propósito. En el propio gobierno de Piñera se encargaron de censura a la historiadora Patricia Arancibia Clavel, luego de encargarle un libro en que Allende se lo calificaba de ‘marxista leninista’, cosa que es cierto. El presidente de la Unidad Popular no era socialdemócrata ni liberal como quiere retratarlo el neoderechista, Roberto Ampuero.


En efecto, el último atentado contra la libertad de expresión la vimos cuando el presidente del Colegio de Periodistas de Chile, Javiera Olivares, quien es comunista, se opuso al inserto de la Cámara de Diputados de Agosto de 1973 que apareció en El Mercurio de Santiago y en La Tercera por parte de los militares en retiro. Han transcurridos siete años desde la columna de Gonzalo Rojas. El famoso acuerdo acusaba al gobierno marxista leninista de Salvador Allende de salirse de la Ley y la Constitución, de violar los derechos humanos y de cometer flagelación y tortura. Además, de instalar un gobierno totalitario. El periodista sostuvo: “Quisiera aprovechar de entregar mi mayor rechazo y preocupación por el inserto publicado hoy en el diario El Mercurio, y ayer en La Tercera, que reivindica el acuerdo de la Cámara de Diputados que pedía la intervención Militar en 1973”. Y agregó: “En más de una oportunidad hemos dicho que nuestro Código de Ética señala expresamente que el ejercicio periodístico está al servicio de la verdad, los principios democráticos y los derechos humanos, por ello no me parece correcto ni coherente al actual sistema democrático reivindicar y ‘recordar’ un documento que pedía la intervención militar a un gobierno democráticamente electo”. 

Según el punto 10 del Acuerdo de la Cámara de Diputados letra b , “Ha atentado gravemente contra la libertad de expresión, ejerciendo toda clase de presiones económicas contra los órganos de difusión que no son incondicionales adeptos del Gobierno; clausurando ilegalmente diarios y radios; imponiendo a estas últimas ((cadenas)) ilegales; encarcelando inconstitucionalmente a periodistas de oposición; recurriendo a maniobras arteras para adquirir el monopolio del papel de imprenta, y violando abiertamente las disposiciones legales a que debe sujetarse el Canal Nacional de Televisión, al entregarlo a la dirección superior de un funcionario que no ha sido nombrado con acuerdo del Senado. como lo exige la ley, y al convertirlo en instrumento de propaganda sectaria y de difamación de los adversarios políticos;”. 

 Allende dijo que el periodista debía estar al servicio de la Revolución, y no de la verdad. Hay que recordar que el mismo Colegio de Periodistas, cuando apareció la dirigente estudiantil comunista y actual diputada, Camila Vallejo, sancionó a amonestó a la periodista del diario sencionalista Las Últimas Noticias conocida como LUN por la portada sexista, en que se lamentaba que la comunista no moviera el trasero en el Parque O’Higgins por el bien de Chile. Los valientes militares en retiro hicieron algo que no han hecho los representantes de la derecha en estos 24 años. Naturalmente provocó molestia en el oficialismo. La Izquierda chilena se opone a que los chilenos conozcan las dos versiones de una misma historia como pensaría toda persona sensata y racional. Por eso, en los canales sólo entrevistan a personas de Izquierda con tal de mantener el odio. Esa es la tarea de la llamada Generación Maldita, es decir, de toda aquellos personas que apoyaron la vía armada, promovieron la violencia y el odio a través de la lucha de clases, y que, finalmente, pretendían instalar una dictadura comunista.


Cada 11 de septiembre chileno, no el norteamericano, nos encontramos con sorpresas. En esa misma fecha, el grupo terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez hizo una charla en el emblemático Instituto Nacional de Santiago a los estudiantes secundarios. El neoderechista, Felipe Kast comparó el FPMR con el movimiento opositor a Allende, Patria y Libertad. Se nota que no conoce la historia de Chile de los últimos 50 años. Según los terroristas y las Juventudes Comunista : “Se debe permitir contar nuestra historia”. Eso es justamente lo que la Izquierda chilena le niega a la Derecha con la Unidad Popular y a los militares que combatieron el terrorismo. Mientras buscaba información sobre lo acaecido en ese colegio, encontré una declaración de la abogada comunista, Carmen Hertz, quien dijo en septiembre del 2013: “Los muchachos del FPMR no han tenido ningún reconocimiento”. Parece que se acordaron de las palabras esa bogada loca. Eso significa que ella apoyo los asesinatos y bombazos que colocó ese grupo terrorista en la década de los ochenta. Los únicos que tiene licencia de matar son ellos. Y esos mismos abogados de derechos aparecían cuando un terrorista caía preso, sin preocuparse por las víctimas, ya sea niños, mujeres, civiles o militares. Con ese tipo de declaraciones de Hertz parecida al terrorista confesó y diputado, Guillermo Tellier, y al fusilero que vive en Bélgica, los perdones y mea culpas que han realizado algunos dirigentes de la derecha son para la risa. Igualmente, cuando Piñera llamó a las personas de derecha que trabajaron con el Gobierno Militar ‘cómplices pasivos’ o las tontas declaraciones del ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter y del ministro de Defensa, Andrés Allamand sobre las agencias que combatieron el terrorismo, la DINA y la CNI. ¡Cómo se ríen en sus narices la Izquierda!


La abogada sobre un documental que hizo la hija del general Contreras, Pinochet y tres generales, dijo: "Las obscenidades de Manuel Contreras van más allá de lo patético". Lo que es obscenos es que la Izquierda chilena se compare con los judíos que fueron exterminados por los nazis tal como ocurrió en el debate sobre el Museo de la Memoria. Llega ser para la risa leer las declaraciones de Carmen Hertz, y luego escucharlos hablar de ‘sistemáticas violaciones a los derechos’, crímenes de lesa humanidad, mientras ponen cara de amargados. Perdieron.


Cada vez que alguien de nuestro lado hace un acto, se arma una polémica innecesaria. Aparecen las ‘funas’, Lorena Fríes del INDH acompañada con algún parlamentario de Izquierda inventando excusas para prohibir contar nuestra historia y las cosas que hemos visto. En cambio, cuando ellos presentan un libro como ocurrió hace poco en la Universidad de Chile, donde lanzaron la biografía del terrorista y creador del Mir, Miguel Enríquez, padre del ex candidato presidencial Marco Enríquez Ominami, no pasa nada. El documentalista y ex parlamentario aprovecho la ocasión en la televisión para acusar de que los militares violaron a las mujeres. En realidad, los violaban estaban en el Mir, pues los miristas tenían el canto: “Los momios al paredón y las momias al colchón”. En otra ocasión, el hijo del terrorista había dicho que el Mir nació para combatir el Gobierno Militar. Falso. Nació para instalar una dictadura comunista. Según Evo Morales, “desde el apoyo crítico al gobierno del Presidente Salvador Allende, movilizar a ‘los pobres del campo y la ciudad”. Otra falsedad. Tanto Allende como el Mir nunca contaron el apoyo popular. También estuvo presente el maricón socialista Osvaldo Andrade y el diputado Gabriel Boric. Y el rector Ennio Vivaldi. No esperen que la educación en Chile mejore, si en la principal universidad del país se homenajea a un terrorista, cuyas ideas fracasadas sólo se mantienen en Cuba, Corea del Norte y Venezuela.


Es Verdadero contrapunto las presentaciones de los libros de Miguel Krassnoff y Miguel Enríquez. El primero está en la cárcel porque le puso término a la carrera criminal del terrorista. Al segundo se lo reivindica como si hubiesen ganado.


La próxima medida será hackear los sitios y blogs que sean contrarios a la coalición chavista, marxista leninista de la Nueva Mayoría tal como hizo el régimen de Chávez con el blog de la periodista venezolana Martha Colemares.