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17 de octubre de 2013

A la toma de los cuatro poderes


"El tiempo presente y el tiempo pasado
están quizá presentes los dos en el tiempo futuro
y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado.
Si todo tiempo es eternamente presente
todo tiempo es irredimible.
Lo que podía haber sido es una abstracción
que queda como perpetua posibilidad
sólo en un mundo de especulación.
Lo que podía haber sido y lo que ha sido
apuntan a un solo fin, que está siempre presente
( T.S. Eliot, Cuatro cuartetos)

 Para entender el presente hay volver al pasado y éste proyecta su sombra al futuro. El hecho de que la actual coalición oficialista que salió con los votos de la Derecha, tenga tan poca aceptación, son responsables los propios dirigentes de su sector, que traicionaron a sus electores tomando las banderas de la Izquierda, como dijo alegremente el ex ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter. Una cita del asesinado senador Jaime Guzmán referente al fracaso de la vieja de Derecha que estuvo hasta septiembre de 1973, decía algo que para impedir que la Izquierda fuese más revolucionaria, ellos prefirieron asumir el programa de su oponente: "La Derecha estuvo ciega porque carecía de inteligencia política. Se juntó a la cacofonía de la demagogia, compitiendo con los partidos de Izquierda, porque creía que esa la mejor forma de afianzarse en el poder. A fin de cuentas, terminaron repudiando hasta el mismo Alessandri”. Hoy como ayer sabemos que esa estrategia no funciono. Los únicos que siguen con ese ‘relato’ son un grupo elitista que está tanto en el gobierno liderado por el actual mandatario, Sebastián Piñera como por académicos y periodistas que tienen acceso a los medios. Y que termino con el debacle de la Unidad Popular y el Pronunciamiento Militar. Ahora podemos ver el futuro inmediato mirando lo que ocurre en Venezuela, lo que nos retrotrae a la Unidad Popular. Así, lo que decía el poeta Thomas Stern Eliot, en su poema ‘Cuatro Cuartetos’, se hace realidad:

 “El tiempo presente y el tiempo pasado
 están quizás presentes los dos en el tiempo futuro
 y el tiempo futuro contenido en el tiempo pasado”.

 Los únicos que tienen “conciencia histórica”, para usar la expresión del filósofo español, José Ortega y Gasset, son las personas comunes de la derecha en general y los que escriben en los blogs y los foristas que comentan en ella. Me asombra la claridad sobre todo de algunos foristas. Éstos se preguntan si estamos en 1970 o en el 2013. Olvídense de los Ph. Doctor, de los Master of Arts in Legal and Political Theory, de los Master of Arts in The Philosophy, Politics and Economics of Public Choice, y, por último de los Master en Gestión y Políticas Públicas. Gracias al “made in Harvard” estamos ad portas a una Revolución, sin que las condiciones lo ameriten. Sólo porque unos pocos agitadores que son fachadas del Partido Comunista dicen hablar en nombre de la mayoría. Los del Gobierno, los políticos en el parlamento y los académicos, con la excepción de unos pocos, están alejados de la realidad. ¿Qué sacan con anunciar en el cuerpo Reportajes, en primera plana con grandes letras de ‘El Mercurio de Santiago’ Joaquín Lavín o la candidata Evelyn Matthei , de que si gana Bachelet Chile será otra Venezuela, si el propio Gobierno con sus actos ha azuzado a la Izquierda, ya sea violentando las reglas del juego, ya sea no respetando el Estado de Derecho, ya sea permitiendo mil querellas contra los militares, ya sea “haciendo lo que la Concertación no hizo en 20 años” y ya sea mermando de la libertad económica?

 

 La excelente bloguera, Violante Cabral, del blog Protocolos Gatunos escribe al comentar el último libro del profesor Víctor Farías, ‘Ricardo Lagos y el Chile Nuevo’: “Es de esta la “ideología lagunera” que nos habla el libro, porque en ella se encierra la esencia de la tragicomedia marxista de antaño que hoy pareciera repetirse. Así lo entiende el autor al expresar que el segundo propósito de este libro es “despertar la atención ante la reaparición actual amenazadora de esos mismos síntomas en la sociedad chilena contemporánea(Farías, p. 14) Con esa cita nos recuerda lo que tantas veces este blog ha profetizado: nuestro pasado es espejo de nuestro presente, y si no evitamos a tiempo, también será espejo de nuestro futuro”. Los más lúcidos se encuentran fuera de la política.

 Del mismo modo, el pasado reciente, esto es, lo que ocurrió hace más de cuarenta años, nos sirve para entender el modus operandi de la Izquierda, después de los noventa, cuando llegaron a ser gobierno junto con la Democracia Cristiana. La Izquierda vendió la pomada de que se habían renovado, esto es, que renunciaron al marxismo leninismo y que optaron, ya sea el socialismo liberal, ya sea por la socialdemocracia. La famosa ‘democracia de los acuerdos’ fue, simplemente una estrategia, no un acto de convicción. Fue el equivalente al Estatuto de Garantías que firmó Allende con la DC. Con la candidatura de Michelle Bachelet como representante de la Nueva Mayoría que desea cambiar las estructura política y económica, sabemos que la Izquierda no cambio. Además, si en realidad hubiesen optado por el socialismo liberal o la socialdemocracia, hubieran respetado el Estado de Derecho o Rule of Law, como le llaman los ingleses. Uno de los pilares de la Democracia Liberal de Occidente.

 De acuerdo a la temática son moderados o no. Si los políticos moderados de la Izquierda (La Democracia Cristiana, del Partido Por la Democracia y el Partido Socialista) que se oponen a los cambios que propone la Nueva Mayoría, fuesen en realidad moderados, estarían apoyando a la candidata oficialista. En otro ámbito, guardan el rencor típico del socialismo chileno. Así no le pidamos a José Antonio Viera Gallo y Camilo Escalona respetar la ley de Amnistía. No sé que hacen Joaquín Brunner, Genaro Arriagada y otros allá. Y eso me lleva a remontarme hace más de cuarenta años. En efecto, el asesor de Allende, Régis Debray, quien es citado por Whalen, autor ‘Desde las Cenizas’ para explicar lo anómalo que era el Partido Socialdemócrata chileno: “no tiene ninguna relación con la socialdemocracia internacional, ni con los conceptos tradicionales de la socialdemocracia”. Ese partido fue, pues, formado por el diputado democratacristiano, Patricio Hurtado, en 1966. De hecho, cuenta el periodista norteamericano, fue el primer miembro expulsado de ese partido por hacer propaganda al dictador Fidel Castro, en los momentos en que éste insultaba a Frei. Por sus servicios a la causa comunista en 1967 le fue otorgada una medalla por Vietcong “y remitida por Castro”. Finalmente, la Social Democracia chilena apoyo al candidato marxista leninista, Salvador Allende.

                                     

 El periodista James Whalen escribe que el proyecto de la Unidad Popular planeaba cambiar todo el país, incluyendo tener una nueva Constitución, el Congreso y el Poder Judicial. Nihil sub sole, esto es, nada nuevo bajo el sol. La Nueva Mayoría del siglo XXI pretende lo mismo, salvo que esta vez tienen  la prensa a su favor y el poder judicial a su merced . Éste último era un escollo para el proyecto revolucionario. Así escribe: “Los estrategas de la UP y, muy especialmente los comunistas, entendieron desde un comienzo que el Congreso y los tribunales de justicia representaban un obstáculo insuperable para lograr su ambición de poder total. De hecho, a pesar de tanto alboroto, nunca se atrevieron a cambiar la Constitución, el Congreso o los tribunales de justicia por medios legales, sino que simplemente recurrieron a la técnica de ignorarlos, desafiarlos o socavarlos”. Cuando leí por primera vez el párrafo mencionado entendí o comprendí lo que ha hecho la Izquierda con los tribunales de justicia después de los 90. Sin disparar un tiro se apropiaron de los tribunales, y con ello, empezaron a socavar el Estado de Derecho. Que la ex jueza de la Corte de Apelaciones de Santiago, Gloria Ana Chevesich haya afirmado lo siguiente en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado para ser ascendida al máximo tribunal, significa que la Izquierda ha triunfado: "jamás, en ninguna de las causas en que se investigan graves atentados a los DD.HH. cometidos por agentes del Estado, jamás he aplicado ni la prescripción, ni la media prescripción, ni tampoco la amnistía y espero que eso haya quedado claro". Desde luego, que lo llama ‘graves atentados a los DD.HH.’ se refiere a las muertes de los terroristas del Mir. Asimismo, que se condene a militares por delitos que no son retroactivos. Los civiles han tenido suerte parecida a los militares ancianos, pues desde los noventa y con la nueva reforma procesal, el delincuente tiene más derechos que la persona honrada. Y cualquiera que sea encontrado cometiendo un delito terrorista, aún con las pruebas en la mano, los jueces los liberan en seguida. Por la cita del periodista podemos desprender que la Izquierda ha ignorado, desafiado y socavado el Estado de Derecho, gracias al consentimiento de los políticos de Derecha.

 En fin, si un juego de mesa que sirve para entender la Izquierda en estos veinticuatro años, se me viene a la mente el juego Go o ajedrez chino. A diferencia del ajedrez que vino de la India, paso por el mundo musulmán para llegar a Europa, en el Go consiste en envolver al adversario, no matarlo. Se dice que el vietcong empleo esta estrategia contra los norteamericanos en Vietnam. Y si aplicamos la célebre frase de un estratega alemán: “que la política es la continuación de la guerra por otros medios”, entonces caemos en el concepto de hegemonía de Gramsci.

 Y ahora se apresta, si es que gana a tomarse los cuatro poderes.

16 de julio de 2012

Sin Inteligencia Política



 Está más claro que el agua, que la derecha chilena si hubiese tenido algo de olfato político o inteligencia política en estos veintidós años, no hubiese practicado el apaciguamiento con la izquierda. Cree que cediendo a las extorsiones de ésta, ella se va a quedar tranquila. La primera señal que dieron fue, pues, al haber aprobado que se erigiese la estatua de Salvador Allende al frente de La Moneda, como un gesto de buena voluntad. En segundo lugar, está el haber permitido la reinterpretación de la Ley de Amnistía de 1978, con lo cual tiro por la borda la defensa del Estado de Derecho. Sin disparar un tiro, la Izquierda torció el derecho. El actual ministro de Educación, Harald Beyer enfatizaba en una columna en ‘El Mercurio’ que lo diferencia la Izquierda y la Derecha es que la primera se fija en la igualdad económica y la segunda por la igualdad ante ley basados en el Estado de Derecho o Rule of Law. Con todo, Beyer ha escrito de la igualdad como le gusta a la Derecha, simplemente, para llenar su Currículum Vitae, ya que uno de los exponentes de la ‘derecha liberal’ nunca ha defendido la prescripción o la Amnistía.


Antes de que se hablase de diversas derechas, acuñe la expresión ‘la derecha churchiliana’ y la ‘derecha chamberliana’. 

 Otro ejemplo de apaciguamiento, es que los políticos de derecha han sido incapaces de explicar porqué se llegó al Gobierno Militar, cayendo en las frases típicas de la izquierda: ’Todos somos culpables’ o ‘quiebre institucional’, de ese modo eximir a los ex partidarios de la Unidad Popular de su intento totalitario. Con ello, le han dado en bandeja para que la Izquierda tergiverse la historia. La izquierda se puso fuera del Derecho al optar la vía armada y desechar la democracia liberal. Rompió el pacto. Sin embargo, a la hora de los ‘quiubos’ o de dar cuenta, ellos son las víctimas que aspiraba a ser victimarios. 

 El apaciguamiento también lo vemos, cuando los ‘hombres buenos’ de la Derecha han participando en cuanta Comisión se les ocurra, ya sea Rettig, ya sea Valech para denunciar ‘las violaciones sistemáticas de de los derechos humanos’ ocurridas bajo el Gobierno Militar, cuyo único propósito es blanquear a la Izquierda. ¡Que seriedad puede tener esos Informes, cuando uno de sus miembros, como el abogado José Zalaquett afirma por la radio, que los militares violan los derechos humanos, y los terroristas, no! Hace poco en ‘El Mercurio’ apareció un nota titulada "El frustrado acuerdo político que buscó sellar la reconciliación" a propósito del debate originado por el Museo de la Memoria, en la cuenta que el abogado de Renovación Nacional y ex integrante de la Comisión Valech, Miguel Luis Amunátegui intentó llegar a un acuerdo basado en el contexto para explicar los sucesos de los últimos cincuenta años. El escrito que cita el diario cae en los lugares comunes de la izquierda, no obstante, lo redactó Amunátegui: "Entre estos sectores políticos en los que hemos militado, estuvo la violencia política postulada como método de lucha con su grave secuela de sufrimientos y la falta de respeto por las minorías a las que se les negó su derecho a aportar con sus propias visiones, lo que condujo a todos a desconfiar de la vía democrática para resolver el desencuentro". La izquierda que hoy por hoy justifica la violencia por la desigualdad e inventó la expresión ‘violencia política’ para blanquear la vía armada, que ellos libremente eligieron. Según la nota, la propuesta fue rechaza por la bancada militar del senado de la época. El Informe Valech fue refutado por una celebre carta: "Es decir, tuvieron un promedio superior a ¡95 casos diarios! En efecto, basta dividir 35.000 por 365 para obtener 95,89.Sin duda, tan laboriosas personas, no gozaron de domingos, festivos ni vacaciones, pues de otro modo habrían tenido que atender más de 100 casos de tortura diarios, como promedio". La falta de seriedad del Informe,además, salió a la luz con los falsos torturados. De más está decir el error que cometió al aprobar el Instituto Nacional de los Derecho Humanos, que solamente juzga a los agentes del Estado en un determinado período de la historia, y no a los terroristas. Si el día de mañana aparece otro ‘Che’ que desee incendiar el país y que lo haga, posteriormente, no se lo podrá juzgar; aun cuando haya corrido bastante sangre y todos sepan quién es el culpable. Otro error y apaciguamiento, es el haber aprobado el ingreso de Chile al Tribunal Penal Internacional, que al igual que Instituto no juzga guerrilleros.


Otros actos que han llevado al apaciguamiento, es el hecho de confundir a los electores de la derecha, partiendo con la propuesta de Lavín declararse "Soy bacheletista-aliancista" en el 2007. Uno de los portavoces de ese engendro político fue, pues, el empresario y conductor de la televisión, Vasco Moulian. Igualmente, quien se sumo a esa confusión fue el actual ministro de Economía, Pablo Longueira, definiéndose: "A lo mejor voy a ser el segundo bacheletista-aliancista". En ese momento, la política se convirtió en un payaseo. O se confundió la substancia del accidente. En aquel entonces, senador Andrés Allamand criticó la propuesta de Lavín: “Claramente las declaraciones de Lavín y Longueira generan una enorme confusión política. En democracia el objetivo de la oposición es reemplazar al Gobierno, y no cohabitar con él”. Que dirá Allamand ahora que el Gobierno elegido por los votos de la derecha, ha hecho suyo el programa de Gobierno de la Concertación, y en el caso de los militares presos ha sido más duro.


Asimismo, está más claro que el agua que el hecho de que existan think tank o centros de estudios, no es corolario de que surjan pensadores en dichos nichos o que los políticos del mismo lado sigan los consejos de éstos. Basta ver el V Gobierno de la Concertación presidido por Sebastián Piñera. Quizás de los blogueros surjan pensadores que tanto necesita la Derecha. 

 Ya sea en el debate en torno al Museo de la Memoria, ya sea sobre los derechos humanos, la derecha ha cedido una y otra vez a las demandas de la izquierda. Más aún, no se ha salido del marco teórico de los progresistas. Solamente, los militares violan los derechos humanos, y no los terroristas. Aunque la Izquierda sabe que ellos usaron la vía armada asesinando a personas, ora militares, ora civiles impunemente, torturaron y flagelaron antes del pronunciamiento militar como violaron sistemáticamente los derechos humanos bajo el Gobierno de la Unidad Popular, se ha quedado en el imaginario colectivo de tanto repetir que únicamente, ‘se violaron sistemáticamente los derechos humanos’ bajo el Gobierno Militar’. Lo primero es cierto, lo segundo es falso. 

 Luego están las diversas instancias en que la Derecha ha realizado un ‘mea culpa’, cuando los que debieran pedir perdón son los políticos de la Izquierda. Desde el que hizo Lavín años atrás, hasta el más reciente en el mismo día en que se presentó el documental ‘Pinochet’, mientras a pocas cuadras de la Casa de Gobierno les pegaban a las abuelas de derecha los grupos de derechos humanos, sin que aquél se querellará por violarle los derechos humanos a las personas que fueron a ver el Documental. Está la mea culpa de Lavín, Chadwinck y otros siguen creyendo que apaciguarían al demonio. El portavoz del Gobierno de Piñera, Andrés Chadwick dijo mientras la izquierda usaba la violencia y el odio en los alrededores del Teatro Caupolicán: "yo creo, en lo personal y mirando las situaciones del pasado, que debiéramos no continuar con homenajes, en relación a los actores del pasado. Eso nos genera divisiones, no creo que sea necesario un homenaje ni a Pinochet ni a situaciones del pasado". Una vez más, son los pacíficos derechistas los que provocan divisiones y no es la izquierda con su Museo u otro documental que los beneficie a ellos, como ‘El mocito’. Recientemente, hubo un homenaje a Salvador Allende a raíz de su natalicio donde invitaron a los Demócrata Cristianos y apareció la hija del ex presidente diciendo unas palabras por el canal del Congreso. No hubo ‘funa’ ni lloriqueos que denunciaran que tal acto provoca divisiones. El único político en la Izquierda que ha realizado mea culpa fue el ex comunista, Luis Guastavino . Por cierto, ese acto personal no cayó bien en la Concertación.


¡Que declaración más apaciguadora hizo el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett antes del Documental!: “Creo que no se debiera llevar a cabo homenaje a Pinochet”. Y después del Documental  dijo: “Yo siempre dije, cuando me entrevistaron, entre jueves y viernes de la semana, que este acto iba a terminar mal y, por lo tanto, yo preferiría un acto que mirara hacia adelante”. Eso equivale a ‘nos rendimos’. Si hay que mirar hacia adelante, ¿Por qué no envía una carta a un diario criticando el Museo de la Memoria, el cual quiere que los chilenos nos quedemos pegados a un cierto período de la historia y los documentales de la izquierda? Y agrego: “Yo respeto todas las sensibilidades que en democracia se expresan, tanto quienes organizan actos como este como quienes se sienten pasados a llevar por los actos de atropellos a los derechos humanos. Sin embargo, se veía venir que iban a haber actos como estos, por eso yo no lo habría hecho. Siempre dije que no era conveniente hacerlo, pero no dependía de mí”. La izquierda como mostré en el post anterior, puede realizar cualquier tipo de homenaje y la derecha no dice nada. La presentación del documental ‘Pinochet’ no fue un homenaje. Fue un acto privado como la nueva edición del libro de Krassnoff. Finalmente, el edil de la comuna de Santiago concluyó: "no era conveniente, era imprudente hacer este acto, digamos, frente a la opinión pública, un acto conocido, en Santiago, en un lugar tan emblemático, creo que todos sabíamos lo que iba a pasar". La Izquierda es la que desune, mas para el alcalde la culpa la tienen los documentalistas. Se desprende de sus palabras, que los organizadores de la presentación de documental ‘Pinochet’ fueron los responsables de los desórdenes y pérdidas millonarias que ocasionaron los grupos de derechos humanos. La expresión ‘no es conveniente’ o ‘imprudente’, me recuerda la expresión de la llamada derecha ‘liberal’ o socialista, que siempre postergaba el tema de los militares presos, antes del indulto nacional, diciendo: ‘No es el momento’.
 

Otro que cayó en las mentiras de la Izquierda, en esa oportunidad fue el pre candidato oficialista, el ministro Laurence Golborne : "Aquí tenemos que tener tolerancia todos y en definitiva no caer en la violencia que tanto repudiamos precisamente por un régimen que abusó y usó eso como un elemento de represión". Parece que en Chile no hubo grupos armados, por lo que se desprenden de sus palabras.

 Un libro que siempre recomienda el ex parlamentario y escritor, Hermógenes Pérez de Arce es "Desde las Cenizas, Vida, Muerte y Transfiguración de la Democracia en Chile 1833 - 1988”, del periodista norteamericano James R. Whelan. La historia de Chile que él escribió equivale a la Encina. Desmitifica varios mitos que hasta hoy día la Izquierda repite. Antes de seguir. ¿se les ocurre quién fue el empresario que le ayudó a Whelan terminar su obra? Nada menos que Alfonso Márquez de la Plata, a quien los grupos de derechos humanos casi lo linchan, después del avant premier del Documental. En uno de los capítulos, el periodista cita al asesinado senador Jaime Guzmán, a quien muchos intelectuales, ya se la ‘derecha liberal’ como Renato Gazmuri y ‘la Nueva Derecha’ como Gonzalo Bustamante le tienen envidia. Guzmán da las razones de por qué fracaso la vieja derecha. La cita está vigente, después del último gobierno de derecha del siglo pasado: "La Derecha estuvo ciega porque carecía de inteligencia política. Se juntó a la cacofonía de la demagogia, compitiendo con los partidos de Izquierda, porque creía que esa la mejor forma de afianzarse en el poder. A fin de cuentas, terminaron repudiando hasta el mismo Alessandri”.