Cierta molestia existía en la capital norteamericana tras la esperada conversación telefónica de Obama con Cristina Kirchner poco después de que asumiera el presidente norteamericano. Cristina usó 20 minutos para hablarle a Obama de ella misma, y ocupó muy poco tiempo en las cuestiones internacionales.
Joaquín Morales Solá en La Nación (Argentina)
Dicen que del ridículo no se vuelve, pero ésta va y vuelve continuamente y no veo que le pase nada... A ver si las cosas cambian, y pronto.
2 comentarios:
Ninguno de estos dos tiene sentido del ridículo. Y de la vergüenza tampoco.
Les faltan varias materias para recibirse de seres humanos.
No va y vuelve... fue y se quedó a vivir!
Publicar un comentario