El domingo estuve dos horas en Tecnopolis, de 12 a 14. La muestra parece bonita. Lástima que al entrar uno se choca con unos aviones y helicópteros de la época de la guerra de vietnam, abollados y pobres de pintura. Algunos de los stands están bien armados, pero el contenido en general da vergüenza.
En el pabellón de la energía eólica entrás y te encontrás con unas imágenes de hombres prehistóricos, o indígenas, no está muy claro, que adoraban al viento. Y en la siguiente sala podés ver a un muñeco de don quijote admirando un molinito más moderno que los de la mancha pero no por eso menos pedorro. Hay tres grandes turbinas eólicas en el exterior, pero solo una giraba.
Las referencias a Cristina están por todos lados, y también hay un stand del ministerio de economía llamado Pabellón del Modelo.
En el stand de la UBA la muestra audible hace referencia al acompañamiento de la universidad en la recuperación de la democracia durante la presidencia de Alfonsín y a la resistencia contra el neoliberalismo privatizador durante la de Menem. De tecnología solo se puede ver unas bicicletas de bambú motorizadas con un taladro eléctrico.
Dos horas es poco para recorrer todo en detalle.
Los stands de la industria argentina mostraban todo lo que ya existe desde décadas, siderurgia, tubos sin costura, petroquímica, (videos) y un pobre taller de carpintería en el que dos operarios fabricaban sillas de madera. Todo muy Avant Garde. Una chata Toyota desarmada, y un pobre azafato que se esforzó en explicarme cómo funcionaba la muestra de la industria gráfica. Una foto de un producto y al lado un video que explicaba cómo se imprimía.
Pude ver solo un dinosaurio y de lejos, al lado del stand de Paka Paka en el que se reviven las aventuras de Zamba, con un gigantesco San Martín que cruza los Andes.
Un gran galpon alberga los stands de las madres de plaza de mayo, del senado, de la cámara de diputados, de la jefatura de gabinete, de la embajada de los Estados Unidos (NASA), de bibliotecas populares, y lo mejor de la muestra, una exhibición de modelos a escala real de las máquinas del Códex de Da Vinci.
Esa muestra de Da Vinci debería estar en algún lado para ser visitada exclusivamente. No presté atención pero tal vez haya habido un cartel, o un video que explicara que Leonardo era del frente para la victoria.
La gente que estaba visitando la muestra me dio la impresión de ser 99% votante k con poco acceso a la tecnología del siglo XXI. La que Moreno no deja entrar al país.
Linda es la cancha de skateboard que, ajena a lo tecnológico sirve para que un montón de guachiturros se diviertan mientras los chicos chinos están estudiando.
Cuando uno entra al stand de diseño, industrial y de indumentaria, se sorprende de las pelotudeces que han elegido para representar a un sector que ha sabido dar algunas cosas interesantes en el pasado.
La tecnología argentina no está en buenas manos.
Ah, no hay fotos porque no saqué.
Si quieren hacer la visita virtual vayan por aquí.
4 comentarios:
bien el review pero no cuentes las cosas "buenas". esa parte obviala. no nos interesa. traenos las malas noticias o nada.
Suficiente ver a cuánta gente se beca para capacitarse en universidades del exterior (y especialmente en el campo de la I+D) para ver cuál es la apuesta por la tecnología del "Modelo".
Después todo es relato.
Si es por el lado de la 'industria aeronáutica', estamos fritos con la muestra. Hay que entender que el directorio de FaDeA es una gavilla de nostálgicos que siguen pregonando aleluyas por el 'malogrado' Pulqui II; con una plantilla de casi 2mil empleados que está haciendo sebo en las plantas de Córdoba.
Ah! y les aviso que próximamente será exhibido en la muestra un FMA Guaraní II (modelos '60, ya dados de baja en la Fuerza Aérea) como producto de la ingeniería aeroespacial nac&pop (siempre en las añoranzas)...
Si aparece el autogiro de De La Cierva, por favor, me avisan?
"La vergüenza de haber sido y el dolor del ya no ser"
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