Si uno recorre Santa Fe, y si tuvo oportunidad de conocerla años antes, descubrirá como se ha transformado el paisaje de la ciudad. Las rejas ya forman parte del paisaje de cada cuadra; como también las alarmas 'comunitarias', los reflectores con halógenas que se activan con sensor de movimiento, los alambres de púa sobre las tapias...en fin, todo un 'ornamento' que refleja crudamente lo que pasa en estos tiempos. Hace un par de días tuve la oportunidad de visitar a un potencial cliente. Éste desea ampliar y refaccionar su casa; no busca demasiado confort, ni refinamiento, ni cualquier cosa que uno promueva como mejora o evolución favorable a lo que tiene. El tipo, simplemente, quiere refugiarse en la casa. En la charla, en ese intercambio de ideas o prefiguraciones, no surgió otra propuesta de su parte que lograr guarecerse de la inseguridad; renunciando, quizá, a una multiplicidad de virtudes y fortalezas que la obra y su factura pueden ofrecerle. Rejas acá, rejas allá, control absoluto de lo que pasa y no pasa dentro de la casa y fuera de ella... Cuesta, sentado frente al tablero, tratar de conciliar el librejuego del diseño con la necesidad de responder a este tipo de demandas. Si logramos ofrecer desde nuestra disciplina una alternativa mas o menos decorosa a esta realidad, o bien ponemos una agencia de seguridad; o bien estaremos en condiciones de publicar nuestra propia "De Re Aedificatoria"...
5 comentarios:
Si uno recorre Santa Fe, y si tuvo oportunidad de conocerla años antes, descubrirá como se ha transformado el paisaje de la ciudad.
Las rejas ya forman parte del paisaje de cada cuadra; como también las alarmas 'comunitarias', los reflectores con halógenas que se activan con sensor de movimiento, los alambres de púa sobre las tapias...en fin, todo un 'ornamento' que refleja crudamente lo que pasa en estos tiempos.
Hace un par de días tuve la oportunidad de visitar a un potencial cliente. Éste desea ampliar y refaccionar su casa; no busca demasiado confort, ni refinamiento, ni cualquier cosa que uno promueva como mejora o evolución favorable a lo que tiene.
El tipo, simplemente, quiere refugiarse en la casa. En la charla, en ese intercambio de ideas o prefiguraciones, no surgió otra propuesta de su parte que lograr guarecerse de la inseguridad; renunciando, quizá, a una multiplicidad de virtudes y fortalezas que la obra y su factura pueden ofrecerle. Rejas acá, rejas allá, control absoluto de lo que pasa y no pasa dentro de la casa y fuera de ella...
Cuesta, sentado frente al tablero, tratar de conciliar el librejuego del diseño con la necesidad de responder a este tipo de demandas.
Si logramos ofrecer desde nuestra disciplina una alternativa mas o menos decorosa a esta realidad, o bien ponemos una agencia de seguridad; o bien estaremos en condiciones de publicar nuestra propia "De Re Aedificatoria"...
Te lo hago post, Francisco
Ok. Gracias!!
Es la inevitabilidad del presente. ¿hubo alguna entradera?
A la vuelta, Sine. Lo afanaron al padre de nuestro ex coequiper Finan
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