En el ejército de Belgrano revistaban oficiales de la talla y el coraje de José María Paz, Manuel Dorrego, Cornelio Zelaya, Rudecindo Alvarado, Gregorio Aráoz de La Madrid, Arenales, José Apolinario Saravia, etc., muchos de los cuales se verían enfrentados durante las Guerras Civiles posteriores.
En Salta entró en combate por primera vez la bandera celeste y blanca que Belgrano había hecho jurar al Ejército del Norte a orillas del Desaguadero.
Las tropas de Belgrano y las del General realista Pío Tristán eran de
similar magnitud, aunque Belgrano contaba con la artillería capturada en la
batalla de Tucumán. por lo que un ataque directo a las posiciones realistas
hubiera sido muy costoso en vidas de patriotas, pero Belgrano estaba decidido a
expulsar de Salta a los enemigos a cualquier precio si fuera necesario.
La experiencia y baquía de un oficial salteño, el capitán José Apolinario Saravia, le posibilita a Belgrano la ocasión de rodear al enemigo ya que Saravia le informa de la existencia de una senda oculta más al norte, que puede llevar al Ejército a la retaguardia realista.
El movimiento se realizó bajo una lluvia torrencial hasta quedar en
posición el día 19 a la noche. Según el relato del Gral. Paz en sus Memorias, un oficial español se
acercó a Tristán y le avisó "que los patriotas estaban en su retaguardia.
Tristán no lo podía creer: -…¡Sólo que fueran pájaros!... – exclamó-. Por su
parte Belgrano, a la madrugada, aunque tuvo varios vómitos de sangre, está
resuelto a mandar la acción, en persona”
En ambos bandos había españoles y americanos, Tristán era peruano e inicialmente había estado del lado de la revolución pero, la dureza de Castelli lo volcó al campo realista y del lado de la revolución combatió Arenales, que era español. En la población salteña había una profunda división entre patriotas y realistas, división que duró años en desaparecer totalmente.
La batalla comenzó cuando la infantería realista abrió el fuego. Una
bala alcanzó en el muslo a Díaz Vélez, quien debió retirarse del campo de
batalla por la pérdida de sangre. Belgrano entonces llamó a Dorrego y le ordenó
Avance usted y llévese por delante al enemigo; pero no intercepte nuestra
artillería.- Este, apoyado por la caballería y sostenido por los fuegos de la
artillería, recuperó el terreno perdido.
Los realistas se afirmaron en las faldas del cerro San Bernardo y desde allí mantuvieron una fuerte resistencia. Lo más duro de la batalla se libró en el ala derecha realista ocupada por el Real de Lima, formado exclusivamente por españoles, al cual Belgrano enfrentó con el Regimiento Número Uno Patricios, “su preferido, cuyos oficiales y tropas, todos porteños, se hicieron notables aquel día portándose con una bravura y una bizarría no menor que la del enemigo." Belgrano acudió oportunamente con la reserva en apoyo de su ala izquierda. Bajo los fuegos combinados de la artillería y la fusilería terminaron por dispersarse los últimos restos del ejército realista que aún quedaban en el campo de batalla. El Comandante Zelaya con sus Dragones tomó la Iglesia de la Merced en Salta.
El Gral. Paz destacó que “La participación de las mujeres en Salta, fue fundamental para obtener la victoria de las armas patriotas”. Junto a Martina Silva de Gurruchaga “ aquella mañana montaron a caballo, y apoyándose en la pequeña fuerza que había preparado, recorrieron la tierra que quedaba a espaldas de aquellas lomas, que eran muy pobladas de campesinos agricultores, los recogieron a todos y los arriaron a la batalla”, esta acción fue decisiva para forzar la retirada del Marqués de Yavi. ( En el Museo de Salta, está el retrato y la Historia de esta señora patriota, quien además ayudó con dinero a Belgrano).
Disperso el Real de Lima y demás fuerzas, el coronel español La Hera pidió la
capitulación y el Gral. Belgrano la concedió generosamente. Quedó acordado que, al día siguiente, "los soldados realistas salgan de la ciudad,
rindan las armas y entreguen los pertrechos de guerra", quedando obligados por
juramento, desde el General Tristán para abajo a no volver a tomar las armas
contra la Provincias Unidas hasta los límites del Desaguadero. Belgrano
devolverá todos los prisioneros, a cambio de igual actitud por parte de los realistas,
quienes deberán entregar los prisioneros patriotas que tiene Goyeneche en el
Alto Perú.
Paz, recuerda que “en la mañana del 21, los dos ejércitos estaban sobre las armas. El uno, para entregar sus armas; el otro, para recibirlas. El tiempo seguía lluvioso. El batallón que llevaba la cabeza, empezó a desfilar por delante del jefe y hombres nuestros, que estaban apostados para recibir el armamento y el abanderado entregó, finalmente, la Real Insignia, que simbolizaba la conquista y un vasallaje de 300 años”. ”Así desfilan 2.786 hombres. La caballería echa pie a tierra y rinde sus sables y carabinas; la artillería entrega sus cañones, carros y municiones. Belgrano dispensa al general Tristán de la humillación de entregarle personalmente la espada, y lo abraza ante todos los presentes”. “Belgrano quiso inocular a los vencidos el espíritu de la revolución ganándolos por la gratitud”. Después de esta victoria, hubo 481 muertos, 114 heridos, 2.776 rendidos. “El Ejército Realista, no cumplió con esta promesa”.
Paz señala por último: “Al fin, tocóle el turno de rendirse al general del rey. El General realista Tristán apéase del caballo y avanza hacia Belgrano para entregar la espada, cuando éste, conmovido por el inmenso infortunio que padecía el que en España había sido su condiscípulo y amigo, habían vivido en Madrid bajo un mismo techo, sufrió al tratarlo con tanta dureza; tendió los brazos a Tristán y lo estrechó en un abrazo”.
En el campo de Castañares, escenario de la batalla, se abrió una fosa
común donde se enterraron los caídos de ambos bandos y,
sobre ella se levantó una gran cruz de madera con esta sencilla inscripción:
"A los vencedores y vencidos en Salta el 20 de Febrero de 1813.”
20 comentarios:
Muy interesante y entretenida crónica. Y además con planitos! Parece Victor Davis Hanson, jé.
El gesto entre Belgrano y De Tristán, no sorprendentemente, revela que eran hermanos.
Qué loco, los que peleaban eran todas calles y avenidas.
Muy bueno, Enmascarado - un consejo, para que no salgan fonts y colores raros, una vez que tenga el texto terminado, cópielo y péguelo en Notepad, que le saca todo el formato.
Gracias, don Enmas, por este cacho de curtura. Usted le rinde homenaje al gran General, como no lo hacen quienes deberían.
Se lo hago leer a los niños de la casa.
Saludos!!
Un grosso de verdad el "dotor Belgrano" ese, vea...
Gracias por la crónica don Enmascarado.
Siempre creo que Belgrano fue un verdadero prócer un con unos testículos de titanio: A diferencia de muchos de los prohombres de nuestra historia, que eran militares, a Belgrano se le suma el mérito de que él no lo era, y que por el contrario dejó una vida acomodada y una carrera prominente en Buenos Aires, parta ir a luchar por su patria.
Por otro lado, me gustaría, don Enmascarado, que me saque Ud. de una duda: ¿el Aráoz de Lamadrid que es nombrado en la crónica es pariente de don Juan B. Alberdi? Gracias por su post.
Volvieron las clases de Historia! Se aprecian Masked One.
Gracias a todos por sus amables comentarios.
Klaus, muchas gracias, pero Hanson es un gran historiador militar, escritor y difusor. Yo soy un simple aficionado voluntarioso y la comparación con él (con Je y todo) ya demuestra que me queda grande.
Massa, muchas gracias por el dato del Notepad me va a ayudar a evitar esos mamarrachos típicos del choreo de párrafos mezclados con la redacción propia. (Y las calles, paseos y avenidas siguieron combatiendo hasta fines del siglo XIX).
Vir, muchas gracias y me emociona saber que se lo va a dar a leer a los chicos.
Olegario, sin ninguna duda que Belgrano fue un grande en muchos sentido, sobre todo por su patriotismo y voluntad de lucha con honor y decencia.
Alec, muy amable, as usual.
Smilin, comparto tu opinión totalmente. La vida de Belgrano, como la de Brown, Lavalle o San Martín, para citar algunos pocos, daría para varias películas épicas hechas por Spielberg.
Efectivamente, Alberdi era pariente de Lamadrid ya que su madre fue Josefa Aráoz y Balderrama y los padres del General Aráoz de Lamadrid fueron Francisco Javier Aráoz Sánchez de Lamadrid y Andrea Ignacia Aráoz Lópezo.
El parentesco era por padre y madre, como se ve. Lo que no sé es si eran primos hermanos o sobrino y tío.
La vida de Lamadrid merece un post exclusivo, te lo garantizo, y sus Memorias son absolutamente atrapantes porque el tipo escribía muy bien.
Amigo Wilson, le juro que no pretendí "dar clases" sino dar mi homenaje chiquito a Belgrano y a su gente. Si se hubiera perdido esa batalla, nuestra historia habría cambiado completamente.
Es cierto que me encanta la historia, especialmente la militar, y que me gusta difundir la "pequeña historia" de los protagonistas y, cuando dejaron sus Memorias, sus propias palabras.
Comprender el pasado ayuda a entender el presente y, como dice Don Arturo Pérez Reverte, "somos lo que somos, porque fuimos lo que fuimos."
Y la historia argentina de esa época está llena de hombres y mujeres valientes que se jugaron todo aunque estuvieran luego en bandos diferentes. Y hubo gestos de respeto y grandeza mutua, aún entre los más salvajes de sus enemigos, cuando se enfrentaban con un guerrero de la Independencia como Pringles, Paz o Lamadrid y viceversa.
Un abrazo.
Las "Memorias" de Paz deberían ser texto en las escuelas. Recorren de una manera muy interesante - y con mucho "chisme" para hacerlo atractivo a un estudiante - una porción indispensable de nuestra historia.
Una pregunta, ¿Este General Manuel Belgrano, es pariente del Dr. Manuel Belgrano que nombra la Vaca Estúpida (© BlogBis)?
Coincido, amigo Martín R. las Memorias de Paz son geniales. A la de Lamadrid que ya mencioné, le agregaría las del General Tomás de Iriarte, guerrero de la Independencia también y contemporáneo de Paz y de Lamadrid, y que no deja títere con cabeza porque arremete contra todos incluyendo San Martín Lavalle, etc, etc.
Yo creo que la VE confunde a esos hombres con el de la joyería Belgiorno...
Aquilesbailoyo es salteño y vive ahí, es raro que no haya aparecido. ¿Estará con las manos lastimadas de aplaudir o estará en cana por colonialista?
Nananana, comprovinciano amigo. Aquí estoy. Y no precisamente contento por nuestro amado 20F.
Pero primero que nada, le agradezco el post por nuestro día patrio. Mi disgusto es por la hijaputez en lo que se convirtió este acto, con los hijos de puta de la Kámpforra ocupando los primeros sitios cerca del palco oficial. El payasesco circo en el que se ha convertido precisamente este acto, ya que la presencia del vice-prescindente fue lo que lo hizo "especial", no en sí el acto.
Y me pregunto y me seguiré preguntando el por qué con el paso de los años, cada acto patriótico tiene menos de tal y más de hipocresía y circo.
Qué carajo tenían que hacer todos esos cantantes folclóricos de cuarta que llevaron, todos pagos con la nuestra. Y conste que lo digo a conciencia, siendo yo (lamentablemente para ellos y para mí) amigo y ex-colega de muchos de ellos. Y lo hacen sin que se les mueva un pelo. Por amor al dinero, nunca por el país. UNA VEZ AL AÑO, HERMANO. "Paga el puto de Urtubey. Lo hagamos mierda...". Qué puedo sentir sino desazón y pena. Y pasé por allí porque tenía una reunión con familiares de mi mujer, comiéndome los cortes de tránsito y demás etcéteras.
Tibia silbatina al hdp de Vudú. Era de esperarse. Ud. sabe, comprovinciano, porque lo hablé muchas veces en EOC, acerca del grado de entreguismo y abulia de mi pueblo, respecto del clientelismo político reinante.
Muchas veces hablé acerca del voto facultativo y calificado. Hoy, en este día de mi patria, lo deseo más que nunca.
Muy interesante su clase, prof. Enmascarado, muchas gracias!
Es sabido, me lo contó mi octogenaria madre, lo ha dicho Borges, lo explicó García Hamilton, lo he comprobado personalmente en viejos libros de lectura escolares de las primeras décadas del siglo pasado, que la máxima figura histórica argentina que se enseñaba en las escuelas era Belgrano, no San Martín. Fue a partir de los festejos por el “Año del Libertador” promovido por el peronismo en el año 1950, que se le dio a éste último un aura mística totalizadora -que perdura hasta hoy- aplastando al resto de los Padres de la Patria bajo los cascos de su caballo blanco. De chicos, en escuela bonaerense de los años ’60 (buuaaaah!) la impresión final que nos quedaba es que Belgrano era un abogado que hizo lo que pudo, medio flojón e inepto militar. El que tenía el sable más largo era San Martín. Así las cosas.
Es interesante don Enmas cotejar su frase “en la población salteña había una profunda división entre patriotas y realistas, división que duró años en desaparecer totalmente” con esta otra de Borges que se publicó en un diario, de cuyo recorte tengo copia: “Salta es muy rara: la gente está orgullosa de Güemes y también de su raíz española. Es como jugar al ajedrez con las piezas blancas y con las piezas negras al mismo tiempo.”
(De paso, per codere, agrego el párrafo anterior, en el que venía refiriéndose acerca de los chauvinismos provincianos):
“Es un misterio que todos los argentinos se sientan representados por el tango. La gente de Buenos Aires es más generosa que la del interior. A nadie se le ocurrió echarle en cara a Gardel ser francés, a Lugones ser cordobés o negarle a Carriego el derecho de hablar de Palermo por ser entrerriano. No entiendo esos regionalismos, pero eso viene de las guerras de Buenos Aires contra la Confederación.”
Mi querido amigo Aquiles, fue en broma lo que escribí de Ud. porque me imaginé que estaría con terrible calentura por el circo y la murga k.
Respecto a los actos patrióticos en declive, la explicación es fácil. Han logrado meterle en la cabeza a mucha gente que ser patriota es ser prodictadura militar.
Muchas escuelas tampoco han seguido la tradición de festejar las fiestas patrias como la gente acostumbraba a hacer cuando era chico y muchas maestras y profesores dan lástima por su ignorancia.
Se prefiere el patrioterismo barato que surge de la manipulación histórica adecuada a la conveniencia política de turno y el turno hace rato que viene siendo el mismo. En fin, sería largo tratar de explicar mi criterio.
Yo sigo siendo el mismo nabo que se emocionó cuando juró defender la Patria y la Bandera hasta entregar la propia vida si fuera preciso, pero me lo vaciaron de contenido a ese juramento a lo largo de los años transcurridos.
E igual me emociono en el exterior cuando veo izar la bandera en los 25 de Mayo y canto el Himno a todo pulmón junto con mi mujer y mis hijos.
Una pregunta frívola, ¿en esta fecha se sigue haciendo el baile del Club 20 de Febrero o ya lo eliminaron también?
Tengo 2 primos que viven en el Paseo Guemes y que deben haber estado masticando bronca todo el día...
Un abrazo.
Gus VF, tengo la misma versión que su abuela con la salvedad de que también se lo honraba muchísimo a Brown. Sin embargo, y sin perjuicio de que Perón le dió mucha manija a San Martín en 1950, ya Mitre en su colosal Historia del General San Martín y la Independencia Americana, sumada a la que hizo sobre Belgrano, había empezado a destacar el rol de San Martín que era, indudablemente a mi criterio, un brillante militar profesional y gran estratega y organizador de ejércitos como General.
Lo de la división de la sociedad salteña (jujeña y altoperuana tambi) entre realistas y patriotas está ampliamente documentado por numerosos testimonios escritos de la época, así por los cambios de chaquetilla que protagonizó mucha gente pasándose al bando enemigo.
Cuento también con relatos de primera mano de mis mayores de las peleas familiares que sufrieron sus abuelos porque entre mi parentela hubo realistas activos que colaboraron y pelearon incluso bajo las armas del Rey.
Afortunadamente, también hubo otros parientes que fueron patriotas e inclusive perdieron todo, sobre todo los jujeños y tarijeños por la causa de la libertad.
Castelli y su feroz jacobinismo fueron los pricipales responsables del vuelco hacia los realistas de muchos patriotas iniciales.
Como Ud. sabe, el catolicismo era muy fuerte en Salta y Jujuy y la inmensa mayoría de la jerarquía de la Iglesia, empezando por el Obispo de Salta, se volvieron ferozmente realistas por el destrato de Castelli hacia la Iglesia y las acusaciones que ésta hizo extensiva a los "rebeldes herejes" que se sumaban a la causa patriota.
En Venezuela había pasado algo parecido con Bolívar y sus peleas con el Obispo de Caracas.
Por fortuna, la sangre de los salteños liderados por Guemes y que ten´´ia oficiales de apellido Cornejo o Saravia fue profusamente derramada como para lavar con honor las acusaciones de los realistas.
La Patria le debe mucho a Salta, a Jujuy y a los valientes altoperuanos conducidos por Arenales y Warnes en las famosas Republiquetas.
Por último, el tango es bien representativo de Buenos Aires y ciudades de la pampa húmeda, pero creo de Santiago del Estero para arriba, pesan mucho más las chacareras y las zambas, entre otras, como representativas. Yo no tengo problema porque me gustan ambas músicas.
Muchas gracias por el relato Don Enmas. Esto es epica! Un lindo homenaje a esas personas que realmente se jugaron por sus ideales. Emociona la generosidad y la grandeza del Gral Belgrano.
Pienso en las cosas que logran los pueblos bien liderados y lamento que no ocurra en la actualidad.
Como vera, lo sigo leyendo (necesito un dia con mas de 24hs) casi sin tiempo para hacer comentarios.
Amigo y comprovinciano Enmascarado: que yo sepa, el tradicional baile del 20 de febrero hace tiempo dejó de hacerse. El que aún se sigue haciendo es el de presentación en sociedad de los jóvenes y jóvenas. Y no sigo, porque Ud. ya sabe :)
Pasa también que ya Castañares me quedó lejiiiitos del centro, ¿sabe? Aparte, qué mejor honor saber que por aquí anduvieron las tropas patriotas atenazando a las realistas. Estoy pisando historia, don Enmasca.
Y más allá de todo el (no tan) encubierto desprecio borgeano a la gente del interior, muy bien señalado por Gus VF, los salteños de bien estamos, calculo, orgullosos de ser güemesianos y de nustras raíces hispanas; más allá, todas las disquisiciones políticas que deseen. No somos los mejores, tampoco los peores.
Y gracias por su explicación del asunto de las fechas patrias, don Enmasca. En algún lugar de mi ofuscado inconsciente la tenía. Pasa que con tanta bronca...
¡Ah, y se me estaba pasando algo, comprovinciano! Nuestra muy leal y honorable cámara de diputados, siempre en las cosas importantes: A partir de ayer, nuestra querida avenida Virrey Toledo, ya no se llama así, sino Bicentenario de la Batalla de Salta.
Y no sigo, porque me tengo que ir al laburo.
El Totem, estimada amiga, muchas gracias por su comentario.
A muchos argentinos de esa época les sobraba coraje y voluntad para actuar, otros eran más miserables como suele pasar, pero la acción de los decididos se destacaba como ejemplo a seguir.
Cordiales saludos
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