Yo no sé si es enajenamiento de la realidad o delirio de omnipotencia el que la kakidad parezca pensar que porque Abal Medina salga a decir que tanto el "disgusto" del régimen por la elección de Bergoglio al trono de San Pedro como el recule y el giro de 180 grados que pegaron cuando las encuestas le dieron en contra son "inventos de Clarín", y todo el coro de chantas salga de la noche a la mañana a cantar hosannas al Señor por Bergoglio todo el país se va a olvidar de que se pasaron del miércoles al jueves escupiendo infamias y calumnias sobre el Papa y ventilando todo el odio que les provocó la noticia.
Creen de verdad que así, a lo Orwell, se van a borrar de la memoria colectiva cinco días enteros que incluyeron la foto trucha de "Bergoglio" (siendo que en realidad era monseñor Octavio Derisi) dándole la comunión a Videla, el "complot" contra la "unidad latinoamericana" que denunció D'Elía, el asco que dijo sentir la asquerosa concubina del chorro Boudou, los reproches de la víbora Carlotto, las sandeces de 6-7-8 y sus columnistas, las infamias panfletarias de Verbitsky, las tapas de Pravda/12, la negativa de los bloques oficialistas en ambas cámaras del Congreso a interrumpir el homenaje a Chávez para escuchar al Papa tras su elección, la bronca de Cabandié cuando la Legislatura porteña sí hizo un homenaje, las pelotudeces etílicas de Horacio González, esa carta de "felicitación" que derrochaba la misma alegría que tiene una sentencia de muerte, la obstinación en seguir pasando los dibujitos de Paka Paka cuando el resto de los canales mostraba la aparición del primer papa argentino, los monitos rentados de la Cámpora abucheando la sola referencia a Bergoglio en Tecnopópulis, el discurso con cara de orto y lista de mandados de la Bos Stultus, y los recuerdos de los catorce pedidos de audiencia que hizo Bergoglio y que la Vaca se pasó por donde no brilla el sol, de los graznidos del Virolo Difunto sobre "diablos que visten sotana", de la pedantería de Bouloudou de decir que "a quién le importa lo que diga la Iglesia", y siguen las firmas...
Como si eso fuera poco, ahora se les dio por salir a festejar que Francisco no va a venir a la Argentina antes de las elecciones de octubre "para no interferir en la política interna". Hasta la gorda D'Elía salió a atribuírse el "mérito" de eso, como si en el Vaticano le dieran bola a un pirómano de comisarías y ladrón de planes sociales que en vez de tener un crucifijo en la oficina tiene colgada la foto del ayatollah Khomeini.
No se dan cuenta que el "logro" que festejan es una admisión de debilidad por partida doble: del cagazo que le tienen al Papa y de la influencia que va a tener en lo que pase en el país. Y encima creen que porque no venga antes de octubre se salvaron. Como si la ausencia física del país obrara el mismo efecto (falso) que tenía irse a escuchar el Tedéum del 25 de Mayo y del 9 de Julio en la catedral de algún feudo pejotista. Como si realmente creyeran que el influjo del líder espiritual de mil doscientos millones de personas se va a detener mágicamente en la frontera argentina. Como si otra vez más la realidad se pudiera mantener a raya a base de dosis reforzada de Relatoxina.
Como si ya la propia imagen de un Papa que minimiza el uso de los atributos del cargo no sea comparada de manera encomiable con la de una yegua con veleidades monárquicas, gustos caros, abuso del patrimonio público y una soberbia violenta de pensamiento, palabra obra y omisión.
No se dan cuenta que desde el miércoles 13/3 hay otro argentino en puesto muy superior al de la Vaca Estúpida tanto en influencia, referencia moral y auditorio; un argentino que va a ser más referente moral que la Viuda Negra por el simple hecho de que él sí es un tipo moral.
No se dan cuenta de que cualquier cosa que diga, haga o insinúe Francisco desde hoy hasta el fin de su pontificado será escuchada y analizada cuidadosamente en busca de mensajes y connotaciones de interés local. Y encima se aseguraron de que así fuera, aunque más no sea porque en su cagazo y paranoia el régimen se va a comportar como si de verdad el Papa los estuviese sopapeando urbi et orbi en cada sermón, y va a reaccionar en consecuencia pegándole garrotazos a los fantasmas de su propia locura.
Pobres forritos. O mejor dicho, de pobres no tienen una mierda, son simplemente forros.
5 comentarios:
Lamento no ver a un Lech Wałęsa que pueda impulsar un atisbo de oposición.
Irreprochable, Mayor.
Cuando pienso que el kakismo no puede caer más bajo, siempre me desconciertan... y siguen cayendo.
Le doy la derecha Mayor.
Impresionante, Mayor.
Temo que cuando Ud. escribió su post aún no había visto la Carta de la Hermana Luna al Hermano Sol...
En otra galaxia muy lejana, a la Hermana Luna se la conoció como Hebe...
Muy de acuerdo con usted, Mayor.
Creo que el kismo se equivoca a lo grande creyendo que la ausencia del Papa es un beneficio para ellos.
Yo veo que están en un proceso autodestructivo, que podría haber cambiado de dirección si el Papa viniera. La ausencia lo que hace es dejarlos caer y caer.
Sobre el tema de Walesa, creo que si existiera nuestro mini-Walesa, la jugada sería muy predecible. Y la jugada no se va a ver venir.
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