16 de abril de 2013

Revolución de los Honestos



Hoy hablábamos con Sine Metu sobre la necesidad de tener funcionarios públicos impermeables a la corrupción. De lo que se desprende que quizás como viene diciendo La Carrió lo que precisamos en una revolución moral. Y cana para muchísimos.
Justo viene al caso la historia del "Pancho Cebolla", un policía que en algún momento detuvo a su propio comisario, y que después de 28 años de servicio vive en el mismo rancho en que trabajó como agente.
Decir que no es acá es casi obvio, es Uruguay.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que una sociedad que ya está recibiendo a la segunda generación de gente que vive sin trabajar y se arregla con planes de subsidios, pueda, en el corto plazo provocar esa revolución moral. Lamento decirlo, pero me parece que no. Creo que esta sociedad debe pasar por un gran sufrimiento y dolor, como la alemania de post guerra; los argentinos deben sentir en carne propia el dolor y el temor de llegar a desaparecer como nación y, tal vez así, pueda provocar esa revolución en su cabeza. Un cambio de figuritas o algo a medias, es más de lo mismo; es más fracaso - JUAN

BlogBis dijo...

Yo dije que se pudiera?
Y BTW, si contás desde el 83 ya llevamos tres generaciones de gente que vive sin conocer lo que es ganarse el pan

Anónimo dijo...

Me seduce la idea de una isla prisión llena de todo el kirchnerismo, la cámpora, piqueteros, etc, etc