11 de mayo de 2013

Allanaron los domicilios de dos periodistas de TN

Allanaron los domicilios de dos periodistas de TN

La AFIP y la Policía allanaron ayer por la mañana los domicilios de dos periodistas de TN: Dario Lopreite y Sergio Lapegüe. Los operativos duraron más de 3 horas y se llevaron papeles e información que estaba en sus computadoras.

Lopreite estaba llegando a su casa ayer a la mañana cuando vio un despliegue de móviles policiales e inspectores de la AFIP en la puerta del edificio donde vive. “Cuando me acerqué me preguntaron mi identidad y me comunicaron que tenían orden de allanar mi domicilio ”, manifestó el periodista. La orden estaba firmada por el titular del juzgado número 1 de Lomas de Zamora, Alberto Patricio Santamarina. “Cuando miro la orden decía que el motivo era una causa por asociación ilícita con personas cuya identidad desconozco ”, dijo.

Algo similar le ocurrió a Lapegüe. Estaba desayunando cuando cerca de doce personas golpearon en la puerta de su domicilio con una orden de allanamiento que también estaba firmada por Santamarina. “No entendía qué estaba pasando y por qué había un operativo así”, manifestó el conductor.

“Cuando veo el motivo del allanamiento agarro mi teléfono para llamar a mi contador y también al canal, pero me prohibieron realizar llamadas y me tuvieron incomunicado las 3 horas ”, manifestó Lopreite. Distinta fue la situación de Lapegüe que sí pudo contactarse con su contador y un abogado. El conductor de Prenda y Apaga calificó el trato de los policías como “correcto”.

“Yo tengo mis cuentas al día, todo pago”, resaltó Lopreite. El periodista dijo que le preguntó a uno de los policías por qué había semejante operativo para buscar papeles y el personal de la fuerza de seguridad le contestó: “Cuando nos mandaron para acá y nos dimos cuenta quién eras, enseguida caímos en la cuenta que todo esto era una movida contra el Grupo Clarín ”.

Los policías e inspectores de la AFIP que participaron de los allanamientos se llevaron papeles de los domicilios, pero también pendrives e información que tenían los periodistas en sus computadoras. El operativo le llamó la atención a los periodistas no sólo por el tamaño, sino porque en la investigación también hay compañías de primera linea vinculadas al rubro farmacéutico, a la construcción y al sector automotriz que están en la mira de la Justicia.

8 comentarios:

Nicolás dijo...

Se viene pesada la mano.

raúl dijo...

Lo que hace uno o dos años era calificado como una exageración, el avance del régimen hacia un autoritarismo creciente, hoy es una alarmante realidad. Los límites se van superando uno tras otro con prisa y sin pausa. ¿Cuánto faltará para comenzar a enviar a la cárcel a los opositores?
Si esto no es una dictadura civil...

Anónimo dijo...

No hay que olvidar al juez y a sus secuaces.

Anónimo dijo...

¡A los botes!

meg@radio

Olegario dijo...

¿Ya estarán empezando los simpatizantes del régimen con el famoso "algo habrán hecho"?

No hay caso, por más vueltas que se le de, siempre terminamos siendo "un país con buena gente"...

BlogBis dijo...

Cuando hace 10 años decíamos que esto era un totalitarismo larvado muchos, muchísimos, se cagaban de risa.
Cuando hace 5 años decíamos que ibamos camino a ser Venezuela, muchos, muchísimos miraban para otro lado.
Ahora que estamos llegando muchos, muchísimos, recién se avivan.

Falta poco para que como en Venezuela hasta encanen a los jueces que se atrevan a meterse con el régimen.

Se va achicando el espacio para la resistencia, y lo que queda por hacer no es precisamente amable.

Anita dijo...

Por lo menos algunos se avivan ya es algo, peor son los que se ufanan de ello.

Unknown dijo...

La amabilidad y los buenos modos son siempre recomendables cuando se trata con gente amable y educada.

Cuando vienen para partirte la cabeza o romperte el tujes se acabaron los buenos modos y es el turno de los que saben defenderse.

Pero todo en su medida y armoniosamente, como decía el General.

Un palazo requiere una réplica civilizada mediante un garrotazo más grande en el frasco o en la clavícula (junto a la base del cuello) o una buena honda (o resortera) con bolitas de rulemán tratando de no apuntar a la cabeza porque eso mata y no es la idea...

La vieja Guardia de Infantería de mis años juveniles sabía pegarte un garrotazo en la base del cuello que te dejaba con el brazo inútil y solía acompañarlo de una amable y sabia patada con las botas con punta de acero en la canilla y otro bonito bastonazo de revés en la parte de atrás de la rodilla que te tiraba al piso. Rara vez te fajaban en el frasco (cabeza) porque sangra mucho la cabeza y queda mal en las fotos...

Contra el gas lacrimógeno el secreto es no tocarse los ojos bajo ningún concepto porque te quedás casi ciego e indefenso y después meterle mucha agua a los ojos, pero sin frotarlos jamás.

La Universidad de los años 70 enseñaba mucas cosas en los cursos extracurriculares que te daba la Policía sobre tu lomo...