29 de octubre de 2013

Sobre el voto rural, y el disfrute de la esclavitud



Impecable comentario de Francisco, que merece convertirse en post:

"Siguiendo la línea analítica de las elecciones de ayer, y como aportación a los demás posts y comentarios, no puedo dejar de señalar el voto ‘del campo’. Desde el sainete de la 125, yo tenía cierta consideración por este sector; hasta había suscrito en él la sacrosanta imagen de la rectitud y la conmovedora ingenuidad de aquellos tipos que ‘sol a sol’ se han bancado desastres naturales y políticos desde hace décadas.
Esta madrugada, leyendo los resultados de los pueblos y regiones agrícolas en Santa Fe y en Entre Ríos, concluyo que este es otro sector que ha perdido la inocencia, para prestarse a ser generosamente sodomizado.
De Formosa tengo datos bastante fatuos, por eso no voy a entrarme en otros detalles, pero aventuro que le han dado crédito a los mismos perversos. Durante estos últimos tiempos no he dejado de escuchar a los agro-noteros, que como letanías repiten todos los días latiguillos tales como ‘honda preocupación del sector triguero’, ‘desaparición de los tambos’, ‘baja rentabilidad de la hacienda’, etc.
Es más, en mis correrías por los mencionados pagos, si uno tiene la suerte de cruzarse con algún ‘chacarero’, te va a pedir prestado el hombro para llorar. El aumento del 450% en el impuesto inmobiliario rural en el territorio entrerriano y otras tantas morisquetas impositivas del lado santafesino levantaron las quejas durante casi todo el año pasado. No conozco productor arrocero de la región que no se queje por la falta de infraestructura para secar el grano y así obtener ventajas o igualdad de oportunidades sobre sus vecinos mesopotámicos; iguales reclamos se encienden en los cañeros y algodoneros del norte de Santa Fe. En suma, hubo quejas y pataleos en todo este tiempo que llevaron a suponer un verdadero ‘voto castigo’ por parte de los pequeños y medianos productores; una categorización que no se sabe bien cómo se acota, pero se verifican en muchos por estas pampas.
El voto a favor del FPV por parte del campo deberá explorarse con mayor detalle cuando se disipe la polvareda; por ahora me cuesta entenderlo, y solo puedo conjeturar algunas cuestiones que van a medida de lo expresado acertadamente por Sine Metu en posts atrás. Tal vez haya sido, para Santa Fe, una apostasía en el credo socialista, pero no creo en la incidencia directa de las políticas provinciales para el sector. Asumo entonces, no sin la súbita ingenuidad del engañado, que por detrás de todas las lágrimas y pucheritos sectoriales, hay un fenomenal sostenimiento de la actividad que se los garantiza este consabido modelo, aún más allá de jurisdicciones, desvariadas ecuaciones tributarias y resoluciones económicas. ¿Qué les puede importar cualquier otra alternativa política, si viene ahora una versión refinada de lo vigente? A lo sumo, y con suerte, no tendrán al arcabucero de Moreno; pero no faltará el verdugo de turno que alegremente les vuelva a espuelear los huevos.
Créanme que he perdido la confianza en estos tipos. Me resultará difícil que me conmuevan sus futuros rosarios de ayes, y más si se dan cuenta entonces que les tomaron la medida exacta del cuello, ya calzado en la sufridera de la guillotina.

14 comentarios:

Nicolás dijo...

Pero al final, están o no mal?
Si están mal, que se jodan. Ellos, los gauchitos, las chinas, las vaquitas y los Chachlaeros.
Por Dios, que país de mierda. Y yo atrapado en esta ratonera.

Anónimo dijo...

Están mucho peor de lo que podrían estar. Pero predomina la mentalidad del esclavo agradecido.

Anónimo dijo...

No descartemos la estupidez de algunos pero en esos distritos, por cada productor agropecuario hay diez empleados públicos municipales- provinciales. No son suicidas, son rehenes. Es lo de siempre el voto de la minoría que produce es aplastado por el voto de la mayoría que parasita. Saludos, El Gnomo.

Anónimo dijo...

Me quedo con el genial post de Sine Metu. Mi ecuación es así:(54% 40%)+6%, donde yo me considero dentro del 6%. El término (54%+40%)
es una ensalada rusa de peronistas clásicos, kirchneristas puros, cristinistas, fachos, zurdos progres y de los otros, radicales, socialistas, sindicalistas; gente del campo; etc. En estas elecciones solo cambió la proporción ahora serán (37%+ 57%), pero el gérmen sigue ahí - JUAN

Bandiera dijo...

Yo creo que no puede analizarse el voto "del campo" en base a los resultados electorales en las ciudades del interior del país, además hay que hacer varias salvedades sobre el voto del campo:
1) El chacarero, esa imagen bucólica que deben tener muchos en CABA y GBA sobre el productor rural, está casi en extinción.
2) Si bien la actividad agropecuaria es el motor de todos estos distritos, las personas que dependen directamente cada vez son menos. Hoy en día es muy difícil conseguir a alguien para alambrar, para trabajar con hacienda, para reparar un molino, para tractorista. Los que hacen esos trabajos son los mismos de siempre, que se van poniendo cada vez mas viejos. La gente joven prefiere ir a trabajar en construcción,metalurgia, o como camionero antes que aprender algún quehacer rural. Entonces, esta gente no asocia el bienestar del campo con su bienestar, de hecho (y paradojalmente) tienen envidia y resentimiento ante la pujanza del productor.
3) No creamos que el prebendarismo solo se confina al GBA. En el interior la cantidad de empleados municipales es cada vez mayor en todos lados, y sumado a eso existen también las pensiones no contributivas, los planes, las jubilaciones sin aportes, los beneficiarios de cajas de alimentos, de viviendas. Si uno ve los resultados en pueblos netamente rurales (no una ciudad, si no lugares con <1000hab) ganó el FPV: en esos pueblitos la gente de campo (ya sea que trabaje o tenga, esta gente busca mejores servicios y calidad de vida en las ciudades) es casi infima, en su mayoría son trasplantados desde las ciudades que subsisten gracias a los planes.
4) Finalmente, dentro de los "chacareros" hay muchísima ignorancia. Me acuerdo en los años de auge del modelo cuando decían que gracias al "pinguino" ahora valía la soja, el novillo, la leche, el capón, etc. Yo sembrando en las piedras les decía que eso era porque esos productos a nivel mundial habían mejorado su precio, y que el "pinguino" se los iba a fifar de parados para poder seguir sosteniendo el "modelo". Dicho y echo, llegó marzo de 2008; pero mucha de esa gente seguía convencida que le debía gratitud a los KK, y si salieron a la ruta fue por la presión de sus vecinos o conocidos, como para no quedar mal con ellos, no por convencimiento. Esa ignorancia junto a muchos egoísmos, llevó a una falta de cohesión y de compromiso con una lucha, por eso cuando mas debieron seguir apretando en conjunto, aflojaron.
5) Ojo también que es muy difícil tener un gobierno de oposición en esos distritos. Con una provincia y nación KK, que te llegue el dinero requerido es muy difícil, y menos te va a llegar una obra pública. En el mientras tanto, tenés a los futuros candidatos del FPV que TODOS los santos días están entregando subsidios, pensiones, notebooks, becas, donaciones, contribuciones, viajes a Truchopolis y finalmente, promesas de las obras que faltan en caso de ser electos (rutas, pavimento, cloacas), acompañados generalmente por un funcionario nacional en esos anuncios. Ese intendente debe hacer lo que puede con el dinero que recauda, para luego volcarse al populismo para que el villerío lo vote. El resultado: ni la gente de trabajo ni el sabalaje lo vota, y gana el FPV.
Asi son las cosas, por eso hay que tomar con pinzas muy finas lo del "voto del campo".

Paulette dijo...

adhiero completamente lo dicho por Bandeira y Anónimo de las 7:38 am. Es tal cual! y si a eso lo aderezamos con el post de Sine Metu, bueno, directamente estamos en el horno!!

Olegario dijo...


En una ciudad como Venado Tuerto, con unos 100.000 habitantes, los chacareros que viven en y del campo (con sus mujeres e hijos no deben llegar a ser 5.000). Los otros 95.000 viven en la ciudad, son profesionales, comerciantes, empleados públicos, desempleados, cobraplanes, etc, etc.

Luego, cuando alguien analiza los resultados electorales en Venado Tuerto ¿con qué lógica se puede decir "así votó EL campo"?

Sine Metu dijo...

Olegario 100%
EL VOTO DEL CAMPO ES IRRELEVANTE.
COMPLETAMENTE IRRELEVANTE.

Sine Metu dijo...

Ni siquiera votaron a MOMO

Unknown dijo...

Como autor del post, y en base a algunos de los comentarios respectivos, creo oportuno y necesario establecer algunas precisiones con respecto al mismo.
En primer lugar, me importa muy poco la imagen que se tenga sobre el chacarero en CABA/GBA. En general, la visión y la concepción distorsionada de las cosas por parte de los porteños (y que me disculpen si alguno se siente afectado por mi parecer), alcanzan al universo entero, centrifugando desde la General Paz. Desde mi entorno se percibe y se comprende perfectamente quiénes son y qué hacen los que se dedican al campo, así tengan 100 o 10.000 hectáreas; y si bien yo citaba a los ‘pequeños y medianos productores’, no hago otra cosa que revelar críticamente la actitud de quienes siempre fueron los sujetos de prenda en la compulsa entre gobierno y la Mesa de Enlace.
Por otra parte, cuando digo 'el campo' no estoy cualificando prejuiciosamente al complejo de actores rurales; tan solo rescato la tipificación con que la dirigencia agraria sintetizó al campesinado después de la 125. Y por eso, cuando se habla del ‘voto del campo’, no hago otra cosa que referir a como las entidades agrarias definieron el calibre de las demandas sectoriales a la hora de presionar a las principales fuerzas políticas, tanto para forzar al desmontaje de la 125, como para aprovechar la inercia del conflicto y pretender colocar algún 'agro-diputado'. Así, el 'voto del campo' se convirtió en una muletilla sectorial que con significados variables llegó hasta nuestros días, y vale como ejemplo, las prosaicas letanías en la campaña de De Angeli.
Y ahí se revela otra falacia. La pretensión de tener legisladores emergentes de la universalidad rural fue un rotundo fiasco; además de extinguirse en un sórdido anonimato de los que detentaban esa condición, en estas elecciones el Momo Venegas no hizo bandera de tal condición, y Buryaille fue más bien legitimado por la población urbana más que por la feligresía rural.
Como señalé oportunamente, hay que esperar que decante el fárrago de las elecciones y analizar con mucha minuciosidad el voto de la ruralidad. Y acoto rigurosamente en ese término a quienes viven y trabajan en el campo. No me importa ni tampoco fue mi pretensión analizar los resultados de Venado Tuerto, Las Parejas o Firmat; porque efectivamente allí no viven quienes laboran en el campo, sino que viven en diverso grado de lo que genera la actividad agropecuaria; sociedades que cuando ‘el campo’ tambalea también acusan la zozobra, y por ende no pueden escindirse del humor rural.
Para ello, me bastó visar los radios censales de zonas rurales, cuyas poblaciones próximas o circundantes de mayor rango no superan los tres mil habitantes. E insisto, no focalizo en el escrutinio de las comunidades porque allí se fermentan otros caldos sociopolíticos que no sé si es ocasión de revelarlos, pero que de analizarlas arrojarían una igual densidad y cantidad de incomprensiones.
Y aquí me detengo para fundamentar lo expuesto en mis experiencias personales. Yo recorro esporádicamente parte de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe: Crespo, Nogoyá, Victoria en la primera; San Javier, Villa Ocampo y San Carlos Centro en la segunda. Créanme que en todas me he tomado el trabajo de auscultar el ánimo de ‘la gente del campo’ y solo escucho lamentaciones y quejas, siempre orientadas a ‘está muy jodida la cosa’, ‘esto no da para más’; y eso que no voy a por cobrarles deuda o cuenta alguna…
Creeré entonces que solo se trata de ejercicios catárticos; a lo sumo aprovecharán a un Gilberto como el que suscribe para escupir sus incontinencias existenciales; y reitero, hoy, a la luz de los resultados, contrariado, no sé si tomarlas realmente en serio. Consideraré de igual tenor aquellas apreciaciones sumamente temerarias sobre los piqueteros, los planes y la AUH; de los políticos y de los empleados públicos; de regalar notebooks y de fútbol ‘para todos’.
Pues entonces, dicho esto y con algunas apreciaciones vertidas por ustedes, seguiré intentando determinar por qué razón los siguen votando.

Bandiera dijo...

Yo creo que la explicación de por que los argentinos (sean chacareros, carniceros, taxistas, cirujas, etc) siguen votando peronismo hay que buscarlas en algún tratado de Psiquiatría. Se aproxima mas a lo místico (gracias a décadas de lavado de cerebro) que a lo racional. Y el no peronismo actual -Binner, Carrio, radicales, Macri- tampoco es algo muy diferente (porque como dije en algun otro post, en el fondo todos quieren ser Perón o Perona), al fin y al cabo uno termina eligiendo entre la materia fecal y los excrementos. Yo creo que la "ruralidad" en gran medida se desengaño de los KK pero su peso es tan bajo que ni mueven la balanza, pero también reconozco que como gran parte de los argentinos muchos de ellos creen que "los KK no son verdaderos peronistas" (como tampoco lo fue Mene# según este falaz razonamiento) y que el peronismo no es ésto. Me agarro la cabeza cuando escucho a mucha de esta gente pidiendo nuevamente una Junta Nacional de Granos o un IAPI, yo entonces le contesto: y si la hacen y la manejara un Moreno, ¿también le serviría? La respuesta: ahi no, eso si que no. Años de estupidización estatista en todos los niveles hacen esto: crean esclavos. Uno tiende a pensar "que se jodan" cuando los caguen; pienso que es mejor que los eduquemos para que no sigan votando a los futuros esclavistas nuestros.

Max A Secas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Max A Secas dijo...

El porcentaje de vividores del estado a capitalistas agropecuarios por pueblo es mucho mas de 1 a 100. Y el resto de los minoristas de los pueblos dependen del ingreso de los estatales y planeros. El "voto del campo" es una entelequia.

Anónimo dijo...

Cuanta gente cree que en Santa Fe y Entre Rios todos tiene campo o trabajan directamente vinculados.

En los pueblos también hay empleados públicos, planeros, albañiles, etc. y le tiene envidia al chacarero.

Antes de hablar mal de los del campo salía a dar una vuelta por tu país y hablar con la gente.

Saludos