De regreso

Estoy de regreso de Londres desde hace unos días sintonizando con la realidad a ambos lados del atlántico.

Obviamente no me dejé deslumbrar por la ciudad capital de los infames piratas. No me cansé de tallar inscripciones del tipo "YHII" (You Have It Inside) en todo monumento histórico británico. Aproveché cada oportunidad para recordar a los ingleses que la Mano de Dios nos dejó en un lugar en el mundo del que nadie nos va a quitar. Ellos, envidiosos, no lo aceptan. Como tampoco aceptan que nuestra dignidad no se negocia, como tampoco los trenes que les compramos dignamente para mostrarles que nosotros siempre lo hacemos mejor que ellos.