9 de enero de 2014

Infamia

El guión que vertebró el "relato" (por no decir "el verso") de la última década no se escribió ahora, ni es de autoría del la banda K, por otra parte minusválidos mentales incapaces de hilvanar dos ideas y sólo exitosos en su momento de billetera llena.
El argumento empezó a escribirse en la segunda década del siglo XX, cuando a unos cuantos se les ocurrió que el progreso argentino de entonces era malhabido, que el aluvión migratorio era un complot para ahogar la nacionalidad, y que la crónica imperfección institucional era síntoma de una conspiración de una elite y no síntoma de una disfunción genética de la política argentina.
Así que después de intentar reescribir la historia autojustificatoria y de inventar una nacionalidad de laboratorio (véase a los Irazusta o a Ricardo Rojas entre otros) terminaron justificando un golpe militar con la excusa que había venido a sanear al La Patria. Así inventaron el rótulo de Década Infame para los años previos a ese golpe, un calificativo que queda reducido a nada a la luz de las posteriores infamias que ha visto el país desde 1943, observación que sin ninguna vergüenza vengo repitiendo en mi curso universitario.
Hoy me produce una extraña sorpresa escuchar que alguien dice que década infame fueron los últimos diez años. 
No es que pretenda cuestionarlo, es claro que la gran infamia es la que se la hecho al país durante casi un siglo, para intentar demolerlo sin conseguirlo del todo.

6 comentarios:

carancho dijo...

Impecable, don BB.
Leer las gansadas de los militontos en acción... en fin, son la prueba palpable de que la imbecilidad no tiene fin.
A propósito, un pequeño error: extoso.

BlogBis dijo...

Corregido! gracias!

Anónimo dijo...

Don BB me parece que se olvida de Jorge Abelardo Ramos, principal ideólogo de esta chusma

Wilson dijo...

Interesante, justo estoy leyendo el librito (qué horrible prosa, por Jebús) de Donghi sobre el Revisionismo.
Me estoy enterando de cosas interesantes: parece que durante su gobierno, al Pocho no le agradaba la comparación directa con Rosas, pero la terminó aceptando luego de la libertadora, a cuenta de lo políticamente favorable de los paralelos que se establecían entre dos gobiernos "nacionalistas" que "defendían los intereses de la patria ante el imperialismo" europeo y los "elementos europeizantes" locales.

BlogBis dijo...

Wilson, leer a Halperín es una tortura china. Conozco mucha gente que no logra avanzar más que un par de páginas, y es una lástima.
El librito sobre le decadentismo es excelente, si mal no recuerdo es del 71 o 72, cuando todos los revolucionarios de sobaco ilusrado (como decía Abelardo Ramos) andaban con el Pepe Rosa bajo el brazo.
A mi me parece notable que la misma visión decadentista la abarazaron los liberales, que desde que yo tengo memoria viven llorando por las bondades del tiempo pasado soslayando que la que consideran época de oro del liberalismo tenía fallas atroces, muchas pergenñadas por los mismos tipos que se endiosan como héroes olímpicos.

BlogBis dijo...

anónimo, perdón se me pasó su comentario.
No lo mencioné a Ramos porque es la segunda generación de esta plaga, igual que el antes mencinado Rosa, quizás el más difundido tanto en la izquierda revolucionaria com oen la derecha nacionalista.