Quisiera señalarle al señor Kovadloff, a quien respeto, que ya antes de su citado Augé, Bertrand Russell escribió: "Nuestro desarrollo intelectual ha superado nuestro desarrollo moral". Y a esta observación le contestó Karl Popper: "Nosotros somos buenos, tal vez un poco demasiado buenos, pero también un poco estúpidos, y es esta mezcla de bondad y estupidez la que está en la raíz de nuestros problemas".
Agrego que la supuesta inclinación a la bondad en gran medida refleja la maldad implícita en la demagogia por el llanto por los pobres para lograr el poder político. La preocupación por la exclusión y la desigualdad económica producen la desigualdad política. Es decir, el poder político absoluto y su consecuencia: la corrupción en el reparto. A los hechos me remito, y ahí tenemos la crisis europea y la creación de una deuda que no se va a pagar. Y no olvidemos que si cae el consumo, hay más desempleo y más pobreza. La historia de la Argentina es una enseñanza, por lo que alcanzó y por lo que logró destruir.
Armando Ribas
(la nota de Kovadloff sobre Augé aquí)
3 comentarios:
No es para nada sorprendente que un economista como Ribas no esté de acuerdo con lo que Kovadloff narra sobre el último libro de Marc Augé. Economistas y filósofos o antropólogos no suelen ir de la mano últimamente.
Lo que sospecho por la redacción de la nota de Ribas que transcribís, Sine, es que él nunca leyó nada de Augé porque cita a Popper, filósofo y gran pensador, en su respuesta a Bertrand Russell.
El pequeño detalle que se olvida Ribas es que Popper lleva muerto casi 20 años, y Russell un rato bastante más, y Popper no llegó a ver los efectos y el alcance de Internet y de las nuevas tecnologías de la información y la aparición de fenómenos nuevos, como las redes sociales o la falta de interacción directa entre humanos sino es a través de un móvil, hechos sociales indiscutibles que, quizás, le hubieran hecho reflexionar sobre ellos para entenderlos.
Por otra parte, Ribas como buen argentino ombliguista, (pese a que nació en Cuba), inmediatamente remite a la Argentina la propuesta de Augé como ejemplo de error, dejando de lado que Augé estaba formulando teorías un poco más amplias destinadas a reflexionar sobre problemas concretos y verificables de la actual sociedad humana.
¿Alguien puede negar la afirmación de Augé de que "...se procede irresponsablemente al homologar el desarrollo objetivo alcanzado con un proceso de enriquecimiento moral. Mejores máquinas, dice Augé, no producen, necesariamente, mejores personas"?
Traducido a un lenguaje más ordinario: tener más guita no necesariamente te hace una mejor persona.
Siguiendo el ombliguismo argentino, la verdad de esta afirmación nos abruma si miramos la cantidad de delincuentes corruptos multimillonarios que nos rodea en la política y en las empresas y que defecan encima de cualquier consideración de índole moral.
No sé, me parece que Ribas está cayendo en la típica deformación de los economistas: reducir la problemática humana a problemas económicos. Y está orinando fuera del tarro mal si ni siquiera leyó el último libro de Augé ni, como me temo, leyo algo de él siquiera.
Sé que estoy prejuzgando y que puedo estar equivocado.
Igual creo que los temas sociales de hoy son muy serios como para dejarlos solamente en manos de los economistas.
Me gustó un comentario en la nota de Kovadloff sobre Augé (a quien no he leído) que decía que el tipo da un montón de vueltas para llegar a conclusiones obvias, pero que pese a eso es necesario darlas porque de lo contrario no es posible darse cuenta. O algo así.
Muchas veces la manera de defender una verdad de perogrullo no es tirarla en crudo sino realizar un proceso de elaboración. Es lo que pasa en Argentina con las ideas liberales.
Sine, yo leí solamente dos libros de Augé al que descubrí tardíamente. Me gusta cómo busca reflexionar sobre temas que pocos piensan y, a diferencia del Laclau, no propone una ideología o sistema político determinado para solucionar las cuestiones.
No dudo de que es un pensador de alguna manera izquierdista, pero describe y analiza de una manera muy racional, muy francesa diría alguno. No parece ser un voluntarista autoritario, por lo menos no en lo que leí de él.
Y algunas de las cuestiones que plantea, como bien dice Kovadloff, son elementales o simples, pero conviene dejarlas claras para poder entender su importancia.
Por ejemplo, la cuestión de la identidad. Si no existiera otro, no existiría identidad. Es obvio si uno lo aplica a la identidad personal, pero no es tan simple en un mundo globalizado donde se extienden valores de conducta, modelos de comportamiento y modas que parecería que van construyendo una identidad social colectiva muy similar entre un país y otro muy distante y distinto hasta ahora.
Augé es un tipo muy interesante de leer aunque más no sea para pensar y, eventualmente, rebatirlo.
No es un intelectual plomizo y lleno de remanidos clichés de los que abundan en nuestras pampas.
Te dejo un artículo de LNOL de marzo en que le hicieron un reportaje:
http://www.lanacion.com.ar/1671858-marc-auge-toda-moda-intelectual-es-peligrosa
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