Leí en algún lado hace un tiempo, creo que en una revista Wired, que se hizo un ejercicio en un microcine en el que se entregó a cada asistente un juego de controles para manejar un simulador de vuelo, al estilo del famoso programa Flight Simulator de Microsoft. Ninguno era piloto ni tenía experiencia en el juego. La gente debía aterrizar un Boeing 747.
Empezaron seleccionando algunas personas al azar para que lo intentaran luego de recibir unas breves instrucciones de cómo funcionaban los controles. Todos estrellaron el avión.
Luego se pidió a todos los presentes que intentaran aterrizar el avión al mismo tiempo mirando la pantalla. Las instrucciones de cada control eran procesadas para enviar al simulador un promedio de todos los movimientos de los presentes. Para el asombro de todos, el avión aterrizó sin problemas en el primer intento.
El problema de Argentina es que no somos un simulador y estamos siendo manejados por una sola persona que no tiene la menor idea de lo que hace.
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