29 de mayo de 2014
Marcas y cicatrices
La foto muestra una zona de terreno en el frente del Somme. Un siglo de viento y lluvia, otra guerra mundial, y la vegetación nativa de años y años, no han tapado las marcas del infernal aluvión artillero, los dugouts, el zigzag de las trincheras. Huella de un conflicto que arrasó una generación europea.
Me pareció análogo a lo que va a suceder en la Argentina cuando se cierre el ciclo kirchnerista, sobre el que conversábamos con Louis sobre cuáles van a ser sus peores secuelas.
Si bien dejaron daño en todo lo que tocaron, corrompieron hasta la médula todas las instituciones, y embarraron toda actividad económica estoy convencido que con voluntad, convicciones y no sin dar algún palo, todo tiene posibilidad de revertirse mas o menos rápido.
Lo que a mi juicio es la peor herencia, la más difícil de reparar y la mas nociva a largo plazo, es haber fomentado y celebrado la división horizontal de la sociedad. Quizás mucha gente no lo advierte todavía, pero se ha creado un enfrentamiento mantenedores-mantenidos, insiders-outsiders, laburantes-cabeza, o como quieran llamarlo.
No es una división de clase, enfrenta a todos con los que en términos marxistas no pueden considerarse clase alguna. La violencia y la marginalidad han puesto en la misma condición a los que trabajan por un sueldo mínimo y viven en un barrio humilde que al ABC que se mueve en barrio privado. Para los dos, el riesgo de morir de un tiro en una semáforo por 20 pesos es idéntico, ambos son gatos para el lumpen que lleva tres o cuatro generaciones afuera de toda actividad productiva. Como en los campos del Somme las secuelas se van a ver muchas décadas, a menos que se haga alguna acción positiva para eliminarlas. Porque hay sectores de ese frente de batalla donde alguien se arremango, metió topadora, rellenó los cráteres, zanjas y trincheras, y a pesar de los restos y las memorias volvió a convertir al campo de batalla en un terreno productivo.
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10 comentarios:
La zanja de alsina
https://maps.google.co.uk/maps/ms?ie=UTF8&oe=UTF8&msa=0&msid=208173215695640448340.0004a49360617d7be6fe4
Ojalá tenga razón, Don BB.
Hay una frase que dice: esperar lo mejor y prepararse para lo peor.
Bien, yo confío en que nos saquemos la lakra kaka y las secuelas con cierta rapidez... pero por las dudas, les tramité la ciudadanía europea a mis hijas. Y el pasaporte, por supuesto.
Por las dudas.
En esto el kirnerismo lo único que hizo fue exagerar el enfrentamiento que creó el peronismo. Hay que terminar con el kirnerismo y con los peronistas, aunque la sanación va a ser larga. Acá no anda lo de que muerto el perro se acaba la rabia.
TRESLETRAS (el regreso!)
Muy buena reflexión BB, y muy acordes los comentarios (permítame felicitarla amiga Carancho, su precaución demuestra el amor que tiene por sus hijos).
Personalmente me di cuenta definitivamente de esa grieta social insalvable cuando a mediados de los ’90 decenas de lúmpenes mantenidos armados y drogones (eso sí, mandaban sus críos a comer a la escuela) se instalaron pegados al tranquilo barrio laburante donde vivía, por obra y gracia de una decisión “política” del mafioso intendente del lugar. Los desprecio profundamente porque son una casta protegida, autoindulgente y fiestera (hasta que logré mudarme años después no pude volver a dormir porque la bailanta perforaba mis oídos las 24hs de lunes a lunes) y porque, lejos de desear superarse, sienten orgullo de ser las escorias humanas que son. Al poco tiempo mataron a uno de mis mejores amigos, y también se tirotearon en el fondo de mi casa, y tras sufrir ocho asaltos en mi comercio familiar, tuve que cerrarlo. Esto ya lo conté alguna vez. Mientras esa realidad se me venía encima, ni en los medios periodísticos ni en ningún ámbito intelectual esa grieta fundamental era advertida, siendo que a todas luces iba a seguir avanzando.
Les hablaba a todos mis conocidos de lo que nos acechaba, del peronismo como generador de ese cáncer social y la verdad es que lo más suave que me decían es que era un exagerado. Ahora, casi veinte años después, les toca a todos sufrir esa realidad.
Puedo guardar la foto para mostrársela a mis alumnos?
Buena acotación, Gus.
Por suerte pudo mudarse. Tener cerca a esa escoria inmunda tira abajo la propiedad y venderla cuesta mucho.
Andy, por supuesto, pero no sé la fuente. Se que es reciente, pero ignoro todo otro dato, salvo que es de la zona del Somme.
yo los había visto acá
http://kottke.org/14/05/the-scars-of-war
y acá
http://www.smithsonianmag.com/ist/?next=/arts-culture/europe-landscape-still-scarred-world-war-i-180951430/
BlogBis: Muchísimas gracias!
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