Que puedo decirte. Esta historia es tan decadente y real como la de Argentina. No se que hacer ni decir con esto. No entiendo como semejante bastarda gobierna a 40M de infelices. Parece haber una ley en eso que la historia se repite. Tenemos un museo de Evita...
Tu cuna fue un conventillo, cantaba Edmundo Rivero. O también se puede utilizar el tango Milonga Fina, para ilustrar musicalmente a este adefesio que gobierna a una manada de adefesios.
Las taras de esta mina, que son muchas y evidentes, deben tener sus fundadas causas, y seguramente bucear en las mismas le permitiría hacerse un picnic a psicólogos, psiquiatras y afines.
A mi, como simple ciudadano, me preocupa vivir bajo un sistema político que permite a personajes tan alienados y sin la mínima preparación para el cargo que detentan, ser dueños y señores de nuestros destinos.
No tiene la más minima importancia si la parió una vaca o salió de un repollo. El asunto, como dice Olegario, es que llegó donde llegó y hace lo que hace. Y nosotros, ni lo uno ni lo otro.
9 comentarios:
Una leyenda como la del indio Juan Domingo
Guacha
Que puedo decirte.
Esta historia es tan decadente y real como la de Argentina.
No se que hacer ni decir con esto.
No entiendo como semejante bastarda gobierna a 40M de infelices.
Parece haber una ley en eso que la historia se repite.
Tenemos un museo de Evita...
Queda clara cuál es la fuente del resentimiento de esta mujer.
Coincido con el anónimo de las 7.27. Pensaba eso al postear el enlace.
Tu cuna fue un conventillo, cantaba Edmundo Rivero.
O también se puede utilizar el tango Milonga Fina, para ilustrar musicalmente a este adefesio que gobierna a una manada de adefesios.
Hablan de Eva Duarte?
Las taras de esta mina, que son muchas y evidentes, deben tener sus fundadas causas, y seguramente bucear en las mismas le permitiría hacerse un picnic a psicólogos, psiquiatras y afines.
A mi, como simple ciudadano, me preocupa vivir bajo un sistema político que permite a personajes tan alienados y sin la mínima preparación para el cargo que detentan, ser dueños y señores de nuestros destinos.
No tiene la más minima importancia si la parió una vaca o salió de un repollo.
El asunto, como dice Olegario, es que llegó donde llegó y hace lo que hace.
Y nosotros, ni lo uno ni lo otro.
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