Como argentino que vive en el exterior y que no tiene mucho aprecio por el deporte rey (en parte por jugar pésimo) uno a veces se hace la trillada pregunta sobre cuál es la verdadera seña que nos identifica en el mundo aparte del fútbol.
Se puede pensar en Borges o en algún rasgo particular de nuestra personalidad en la que suelen predominar, para desgracia del resto de los argentinos, muchos aspectos ligados a lo porteño.
Cuando ya han pasado más de diez años viviendo en España no termina uno de hacerse una idea final sobre el tema y resulta que se muere Alfredo Di Stéfano y ¡zas! al tipo le hacen un funeral de la hostia, lo recuerdan como el mejor jugador de todos los tiempos ¡y es argentino!
Ya viví algo parecido cuando en un albergue estudiantil de Zurich en el año 1995 un libio, ante mi sorpresa, se me puso a hablar de la vida y obra de Diego Maradona.
Lamento llegar a conclusión que los argentinos en el Mundo solo somos fútbol y nada más que fútbol. Para bien o para mal.
Y si hoy pasa la selección a la final, agárrense.
5 comentarios:
Jorge Luis Borges fue una anomalía, el cisne negro. El último cabllero del siglo XIX y con el muró la idea de una Argentina culta, progesista en serio, cosmopolita. Remplaada por la barbarie, la Mazorca peroncha, el nacionalismo ridícula y berreta, la exaltación de la Masa violenta. Observen cómo los homínidos ahora ululuean la introducción de himno con la solvencia de los barrabravas.
En pocos años los que sepan leer y operaciones básicas tendrán una gran ventaja sobre el resto de la tribu. Tal vez con un poco de buena suerte, yo llegue a ser médico brujo.
¿ULULEAN? ¿Estás seguro de que pertenecés a la Argentina culta vos?
Sólo en dos oportunidades, viajando en el exterior, encontré gente que supiera dónde estaba Rosario (esto a pesar del sueño de ciudad cultural, de Barcelona sudamericana, que mantienen los socialistas desde hace casi 20 años en el gobierno local).
La primera vez fue un, "ah, si, es a 300 km al norte de Buenos Aires, lo que hace un costo por tonelada de carga de tantos dólares".
La otra fue un marroquí que conocía hasta la existencia del el monumento a la bandera, gracias a que acá le tocó jugar a Marruecos en el 78.
Cereal y fulbo. Eso somos.
Y políticos corruptos.
También se nos reconoce por la calidad excepcional de nuestros emigrados al exterior. Laclau, Firmenich, Caparrós son algunos ejemplos...
Lástima que ésos no se olvidan de Argentina de una buena vez.
Los grandes médicos como Favaloro con el by pass; el Dr. Juan Carlos Chachques, inventor del écharpe cardíaco; el Dr. Juan Carlos Parodi (uno de los 100 mejores cirujanos cardiovasculares del mundo y el único latinoamericano en ese ranking) con el stent venoso y su aplicación con anestesia local, para citar algunos de los innumerables científicos de primerísimo nivel son todos argentinos.
También se nos conoce por eso y por la calidad de muchos simples argentinos que trabajan en el mundo. también se nos conoce por pedantes y llorones.
Ah, me olvidaba del argentino más famoso del mundo: ¡¡¡EL PAPA FRANCISCO!!! ¡Qué olvido raro!, ¿No?
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