17 de diciembre de 2014

Sobre los Castro y el golfista tostado.


Ayer pasaron por Europa Europa una de esas películas históricas sobre Aníbal y Escipión el Africano.

Cuando se estaba por liberar la batalla de Zama, en la que Anibal sería luego aplastado por las fuerzas romanas se produce un encuentro entre los dos líderes. Aníbal, el gran estratega, pide a Escipión que no peleen, porque la batalla redundará en miles de muertes innecesarias. Escipión se opone, y le explica que las guerras deben ser libradas hasta el final. Dice que el mismo Aníbal fue el que le enseñó esa lección cuando, habiendo llegado a las mismas puertas de Roma, optó por no tomar la ciudad, lo que le permitió a Escipión formar un ejército y llegar hasta las puertas de Cartago.


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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Te acordás el nombre de la peli? quiero buscarla. Gracias.

Sine Metu dijo...

Creo que es Hannibal Barca

Anónimo dijo...

Me permito recomendarles la trilogía sobre Escipión escrita por Santiajo Posteguillo. No recuerdo el nombre de todos los títulos, el último es La traición de Roma.
Rigor histórico y una forma de escribir como thriller de acción y de política que hace que leas 2000 páginas en pocos días.
Impresionante.

Pablo

Anónimo dijo...

Pablo: El 1º es Africanus; el 2º es Las legiones malditas y el 3º, La traición de Roma. Imperdibles. Por ciento, para Posteguillo, Escipion fue más grande que Julio César, por lo menos para Roma y como militar. No obstante, Julio César fue algo especial JUAN

Anónimo dijo...

Hola Juan, gracias por el aporte. Al final de los libros Posteguillo indica las fuentes de los hechos históricos que narra, y qué personajes son reales y cuáles inventados por él. En una de esas notas finales dice que eligió contar las historias de Escipión y, en una segunda trilogía, la de Trajano porque son personajes a los cuales el mainstream (digamos libros y películas) les ha dado poca bola, a diferencia de Julio César que está omnipresente. A propósito, la trilogía de Trajano (creo que el tercer libro todavía no sale) es también muy buena. Leyendo ambas te das cuenta cómo cambió el funcionamiento institucional de Roma entre la República y el Imperio.
Abrazo
Pablo