Para los rosarinos "monumento" significa sólo una cosa, el Monumento a la Bandera. A pesar de que el edificio es símbolo de la ciudad, casi nadie sabe que tiene un sector inconcluso, una galería interior que debía estar dedicada a las provincias argentinas.
Hace un par de años me invitaron a participar en el proyecto para concretar el completamiento, obra bastante complicada porque por un lado el sector está ocupado por la guardia de Gendarmería que hubo que incorporar para cuidar al monumento en sí (algo que no estaba previsto en los años 40), y porque el espacio quedó chico para el aumento de provincias ocurrido entre 1940 -fecha del concurso- y la actualidad.
El cuento es que cuando participé de este intento para completar la obra de Guido, había un patrocinante privado dispuesto a pagar las obras. Toda, completita, lo que iba a significar unos cuatro millones de pesos. Incluía la refuncionalización de la guardia, la terminación de la Galería de las Provinicias, y el montaje de una exhibición interactiva. La iniciativa llegó hasta la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Sitios Históricos que dijo simplemente No.
Ahora, cuando al gobierno nacional le quedan menos de 10 meses aparece una iniciativa oficial para reparar, completar y embellecer al Monumento, por módicos 30 palos.
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2 comentarios:
Una pequeña diferencia... que la inflación no alcanza a explicar.
Repulsivo, simplemente.
De acá a diciembre son capaces de vender la Casa de Tucumán!
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