No digo que no esté bueno recuperar el ferrocarril de pasajeros. Al contrario, espero que ande y ande bien.
Pero ayer tuve oportunidad de ver de cerca los vagones y locomotoras del prometido servicio a Buenos Aires, que aunque en un momento hasta exhibieron públicamente no conocía.
Están lejos, lejísimo de aquel delirante Tren Bola que prometió el Tuerto cuando soñaba con reemplazar a San Martín en los cuadros. Pero incluso están lejos de lo que vi hace unos meses como trenes de servicio suburbano en Europa. No digo los fantásticos Eurostar, apenas los modestos servicios locales. Incluso los servicios locales ingleses que emplean vagones de los ochenta.
Los equipos que van a poner en la vía para unir Rosario con Buenos Aires son literalmente clones chinos de trenes de ¿los sesenta?. Apenas parecen versiones de construcción actual de aquellos Hitachi que vinieron en tiempos de Frondizi, aunque probablemente a estos clones se los haya pagado mucho mas caros.
Ni mencionar el tema del tiempo de viaje. Por ahora prometen un viaje en 4 horas. En 1939 se hacía en menos de tres horas.
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3 comentarios:
Bueno, supongo que debemos sentirnos agradecidos de que no instauren un servicio de carretas.
El logo del Bicentenario que tiene la locomotora, más allá de que pueda tener algún mérito de diseño o artístico, me provoca un fastidio enorme porque lo asocio inevitablemente a la DéKada Perdida.
Y se lo enchufan a cualquier cosa desde carteles a ómnibus y trenes.
Pero eso es una porquería y encima te deja casi extramuros de Rosario. En lo personal me parece que el tren de pasajeros de larga distancia es un sueño socialista de los enemigos de la libertad, que entre otras cosas odian al gran generador de libertad de movimientos: el automóvil. Se justifica un tren de cercanía porque en las grandes ciudades literalmente los autos no caben (hasta que la tecnología consiga los autos sin chofer o vaya uno a saber que otra cosa). Pero esos trenes tiene que tener circulación que no se cruce con las demás, por arriba, por abajo, pero no a nivel. En todos lados las vías a nivel en las ciudades traen atraso y malandrinaje y por eso escasean en el primer mundo. Entre Rosario y Buenos Aires una autopista como la gente de 4 carriles por mano hasta San Nicolás y luego 3, en buen estado para autos y colectivos es imbatible. Como verán soy medio ultra en estos temas.
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