Le brota grasa por todos los poros. Lenguaje de groncha villera, indigno de un jefe de Estado. El contenido del discurso es aberrante, como habitualmemente, y de una estupidez que ya no asombra. Y la colección de marionetas aplaudidoras, sin el más mínimo atisbo de dignidad, repugnante y vomitiva. La degradación social, moral, y de cualquier orden que se nos ocurra, que tuvo su culminación, por ahora, en el bochorno de anoche en la cancha de Boca, es monstruosa. Me hace perder la menor esperanza de recuperación de este desgraciado ex país.
No es por defenderla (nada más lejos de mí) pero ese discurso tiene poco que ver con los incidentes. Digo, tiene poco que ver en el sentido del título, del "mientras tanto", es indudable que si desde arriba se justifica determinado comportamiento, ese comportamiento sobreviva, e incluso crezca y se multiplique. Hay mucho tiempo entre el discurso (anterior) y los hechos de ayer. El tiempo para que la semilla echada por Cristina y regada por tantos haya germinado en los vergonzosos sucesos de la Bombonera.
4 comentarios:
Le brota grasa por todos los poros. Lenguaje de groncha villera, indigno de un jefe de Estado. El contenido del discurso es aberrante, como habitualmemente, y de una estupidez que ya no asombra. Y la colección de marionetas aplaudidoras, sin el más mínimo atisbo de dignidad, repugnante y vomitiva. La degradación social, moral, y de cualquier orden que se nos ocurra, que tuvo su culminación, por ahora, en el bochorno de anoche en la cancha de Boca, es monstruosa. Me hace perder la menor esperanza de recuperación de este desgraciado ex país.
Verdadero y lapidario lo suyo raúl...
No es por defenderla (nada más lejos de mí) pero ese discurso tiene poco que ver con los incidentes. Digo, tiene poco que ver en el sentido del título, del "mientras tanto", es indudable que si desde arriba se justifica determinado comportamiento, ese comportamiento sobreviva, e incluso crezca y se multiplique. Hay mucho tiempo entre el discurso (anterior) y los hechos de ayer. El tiempo para que la semilla echada por Cristina y regada por tantos haya germinado en los vergonzosos sucesos de la Bombonera.
Me sumo a su opinión, Raúl.
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