No se cuántas veces acá en el blog se habló sobre la fantasía de la recuperación ferroviaria.
Del ¿sueño? Nac&Pop de arreglar con vagones chinos (comprados quizás a precios alemanes) el descalabro de mas de 70 años de falta de inversión, que se remonta a la última década de los ferrocarriles pre-nacionalización.
Mas de una vez hablamos de infraestructura vetusta, de puentes y viaductos del siglo XIX, sin el menor mantenimiento en décadas.
Y ahí está esta poética foto mostrando la realidad. Un reluciente vagón chino abandonado justo sobre un tramo de vía arrasada por el agua cerca de Alberti, vía que probablemente se remonte a los tiempos del Ferrocarril del Oeste.
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8 comentarios:
Podría decir que esta única imagen resume 12 años de kakismo: robo, indolencia, desinversión, curro, mentiras, robo (ya lo puse?, menefreguismo, pésima adminsitración, caradurismo, hijaputez, ......
Emma Peel
de una foto se pueden hacer mil poesias, para un lado y para el otro si se quiere. Ese reluciente vagon tambien simboliza la valentia de enfrentarse a la adversidad climatica, politica, economica, social, etc.
Anónimo, de ninguna manera poner vagones nuevos en una red decrépita es enfrentar nada. Es puro cretinismo para la foto.
O una oportunidad de embolsar jugosas comisiones y sacar rédito político a corto plazo.
“La valentía de enfrentarse al… bla bla bla” jajaajaaa! El típico discurso de “la canalla sentimental” como los llamaba Borges a los peronchos. Estoy gratamente sorprendido por la aparición en estos días de varios libros que empiezan a enfocar al peronismo como el cáncer social que es: “Es el peronismo, estúpido” de Fernando Iglesias (que ayer lo vi en “Intratables” rodeado de ratas peronistas de todas las eras geológicas, desenmascarándoles valientemente toda su pusilanimidad), “El relato peronista” y el anterior sobre Apold de Silvia Mercado (aparentemente, la primer peronista arrepentida de la historia…), y “Perón, el fetiche de las masas” de Nicolás Márquez. No los leí, así que no sé hasta dónde hunden el bisturí, pero es de agradecer que por primera vez desde que fue recuperada la democracia alguien empiece a vomitar estas verdades y que las editoriales se animen a publicarlos pensando que hay público interesado en leerlos.
Lo increíble es que libros así constituyan una “novedad”. Sin falsa modestia, de haber sido periodista o escritor, cualquiera de esos libros los podría haber escrito yo hace 30 años y por supuesto, me hubieran tomado por loco. Pero bueno, mejor tarde que nunca.
A esos me le agrega Peronismo Demoliciones, de María Zaldívar
Gus, no te hubieran tomado por loco, sino por "oligarca", vendepatria, y demás estupideces que suelen decir.
Como escuché por ahí, "en la Argentina se permite todo, menos hablar mal de Perón", aunque fuera todo cruelmente verdadero.
Emma Peel
Sí, tal cual Emma. En esos años el peronismo ni siquiera era visto como un posible problema. Se inició la alternancia democrática en el ’83 junto a su mafia política de raíz sociocultural como si fuera un partido político decente y con espíritu democrático y republicano.
Por supuesto Sine, ciertamente recordé al de Zaldívar, como también los tomos de “La historia del peronismo” de Hugo Gambini, “Ustashas” de Montes de Oca o los libros de Uki Goñi sobre los nazis que trajo Perón, y debe haber varios más que desconozco, pero olvidé señalar que es interesante centrarse en esos tres nuevos porque tienen la virtud extra de aparecer en el momento indicado, es decir, justo antes de las elecciones presidenciales.
Igual, no nos hagamos ilusiones… el peronista posssta posssta es impermeable a cualquier evidencia, aunque le muestres una filmación con su Pocho querido comiéndose un chico crudo, te va a contestar que Él decía que los únicos privilegiados son los niños y que “cuando yo era chico me regaló una bicicleta”, emocionando a sus hijos y nietos. Peste hereditaria.
En ese sentido creo que son solo un negocio editorial para el gorila necesitado de una mano amiga que lo comprenda y no tienen efecto alguno sobre posibles conversiones de esa gente.
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