Los progres suelen odiar a todas las religiones, especialmente la católica. Las aborrecen y rechazan a los que acuden periódicamente a las celebraciones correspondientes a su credo..
Sin embargo si la iglesia católica, en una decisión acorde a su dogma milenario, rechaza a un transexual como padrino de bautismo salen los y se ponen como locos a putear a curas y obispos.
¿En qué quedamos?
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1 comentario:
Recientemente, después de varias curadas de espanto, trato de abstenerme de comentar sobre religión, pero vos acá estás preguntando, así que es fair game.
Creo que ambas partes tienen de dónde agarrarse. La pata religiosa tiene la parte (curiosamente) liberal de "es mi club, y las reglas son las que yo digo". Digo curiosamente porque en general el catolicismo no acepta las leyes liberales para nadie, menos cuando le convienen.
Del otro lado, los podemitas (que palabra que suena mal), gente a la que detesto en la mayoría de sus actos, acierta en esta invocando a la "falta de compasión" de la Iglesia. Si sos tan compasivo, dicen, entonces aceptá a una oveja de tu rebaño que hizo algo con su cuerpo que juzgará Dios, pero que no debería obstar para poder acompañar a otro fiel en su sacramento.
Como libertario y firme ateo creo que la verdadera respuesta debería ser del sobrino del transexual, el que va a tomar el sacramento, diciendo "renuncio a la toma de este Sacramento dado que la Iglesia de mi feligresía ha demostrado de manera locuaz y práctica que el amor que predican de la boca para afuera no se condice con el odio, la pequeñez y el resentimiento que afloran cuando se tocan puntos en la frontera de sus vetustas creencias. Métanse el Sacramento donde no salga el sol y a tomar por saco" (no a tomar por culo que es un poco insultante).
Saludos!
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