De película

El Cine es una Industria. Y una industria rentable. 

Anatoly Lunacharsky - Comisario del Pueblo para la Educación

URSS- 1925

Seguramente a ningún lector de BB estos títulos les dirán nada: Atlántida , Bienvenido León de Francia,  Zanahoria,  Refugiado,  Yarará.

Son los títulos de las 5 películas que el INCAA lista en la clasificación de películas terminadas en 2015. Lo notable es que sean apenas 5, cuando para 2014 el listado es de 63 e incluye títulos exitosos como Por un puñado de pelos, Algunos Días Sin Música, Paseo de Oficina, Boca de Pozo, Los Nadies, El Cerrajero, Necrofobia, El Perro Molina y otros éxitos similares que arrasaron en la taquilla y en festivales internacionales, con lo que seguramente devolvieron cada peso con los que los financió el Estado.

(Acá se puede ver el listado completo desde 2003)

Sucede que ya está institucionalizado que cualquier zapallo se convierta en cineasta a través del trámite de gestionar financiamiento oficial. Y parece que es ineludible para ser un país progresista pagar cientos de miles de dólares para mantener andando esta "industria".

Está bueno ver que en la URSS, en pleno desarrollo de la cinematografía como instrumento de propaganda y adoctrinamiento (que regaló a personajes como Eisenstein, Vertov, Pudovkin, Alexandrov, et. Alt) a partir de 1921 la Industria Cinematográfica Estatal tenía la obligación de autofinanciarse. Y esto no era sólo juntar plata para pagar las películas. También construir y mantener los cines, hacerse de los proyectores, conseguir pellícula cruda, etc. Y esto mientras los impuestos que se cobraban a los espectadores se los quedaba el Estado Soviético para rentas generales.

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