Entre las cosas en que nunca coincidimos con Sine Metu está el arte. Iba a decir "arte moderno", pero es una etiqueta anacrónica (tomá!).
Para mí no hay fenómeno más espectacular que marque el final del Siglo XIX (largo, Hobsbawm dixit) en el campo del arte que la Fuente de Marcel Duchamp.
Ojo, que para mi esto es válido respecto a quien en 1917 se animaba a esta legítimo acto revolucionario. No al salame que 90 años después cuelga latas de sardina abiertas de una tanza y con eso se piensa vanguardista e innovador,
El caso es que ahora me informa Sine que hay quien dice que en los años 50 el Expresionismo Abstracto fue empleado como arma (¿ideológica?) por la CIA.
Mirá, al final va a resultar que mi gusto por Rothko tiene que ver con que equivale a un B-58 Hustler, aeronave que por otra parte hizo valer la declaración delirante de Marinetti, de que hay más belleza en una máquina lanzada a toda velocidad que en la Victoria Alada de Samotracia.
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1 comentario:
Me pregunto cuántos visitantes del museo habrán meado en "la fuente" por error...
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