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Hace tiempo califique el segundo Gobierno de Michelle Bachelet de demente. El sentido común lo tienen exiliado o convertido en un paria social. El actuar del oficialismo nos da la razón. Nos hablan de austeridad, sin embargo, botan la plata de los contribuyentes en diversas tonteras, desde los falsos exonerados que son 100.000 hasta en gastar en comisiones de ‘hombres buenos’ que intentan unir el agua con el aceite, campañas absurdas de seguridad ciudadana de 400 millones de pesos en vez de cambiar rápidamente las leyes y una comisión con abultado presupuesto para una Nueva Constitución que a nadie le interesa. ¡Qué el gobierno esté endeudado, ni siquiera les importa a los economistas con sendos títulos de la Nueva Mayoria!
Dicho sea de paso, la personas que no ha dado muestras de austeridad es el propio Presidente, quien en una semana la vemos volando hacia el Oriente y a la semana siguiente la vemos en Europa. ¿Cuánto costará cada viaje?
Cuando apareció primero el caso Penta, en segundo lugar el caso Caval y, finalmente SQM, muchos creyeron con nuevas leyes se arreglaría la falta de moral que tiene los políticos. Otros sugerían una nueva Alta Dirección Pública. Más aún por el caso en se vio involucrado el hijo del Presidente, Sebastián Dávalos, Bachelet propuso que hasta las Fuerzas Armadas presentaran su declaración de patrimonio, como si los uniformados se fueran a presentar a un cargo público, ya sea Presidente de la República, parlamentario o ministro. Por más que se le insistió que su hijo presentara su declaración de patrimonio, fue ella la que no quiso.
Luego tuvimos la comisión Engel sobre Probidad y Transparencia. A fin de año, nos enteramos que el economista Eduardo Engel le hizo una asesoría a la Contraloría de la Repúbica que costó $200 millones en tiempos del gobierno de Sebastián Piñera , a petición del contralor Ramiro Mendoza. Sin licitación. Esa asesoría estuvo conformada por nueva personas, entre ellas la economista de la Universidad Adolfo Ibañez, Andrea Repetto, quien después formaría parte de la comisión de Probidad. ¿No será demasiada coincidencia? ¿El pituto? Al parecer, los “expertos” se recomiendan entre ellos para estar en cuanta comisión se les ocurra al gobierno de turno.
Al gobierno se le ocurrió nada menos que pedirle al Banco Interamericano del Desarrollo (BID) 130 millones de dólares para apoyar la” Agenda de Probidad y Transparencia en los negocios y en la política”. Aunque, a decir verdad, BID generosamente se le ocurrió prestarnos el dinero.
Según un medio: “El crédito se concederá bajo la modalidad de un Préstamo Programático en Apoyo de Reformas de Políticas con un plazo de amortización de 12 años y dos meses y una tasa de interés basada en el Libor, un tipo de referencia mundial que se fija diariamente en Londres”. No es un acto caritativo y desinteresado del organismo internacional.
Así la deuda pública que asciende a US$ 38.913 millones, ahora hay que agregarle US$130 millones. Con lo cual la deuda sube a US$ 168.913 millones que pagarán doña Juanita y su marido Moya, dueño de una pyme, además, de los que pagan el IVA por comprar cualquiera cosa en un futuro lejano.
Asimismo, según el organismo internacional en Chile hubo "interrelación indebida entre dinero y política". Menciona al hijo de la Presidente en el caso Caval y el financiamiento ilegal de la campañas políticas por las boletas ideológicamente falsas que “aportaban dinero pagando honorarios por servicios inexistentes” justificando la rebaja de impuestos. La misma noticia nos revela que las empresas no cometieron delito alguno, pues de acuerdo a ley por actuar X, le rebajaban los impuestos el Servicio de Impuestos Internos (SII).Todo legal. Sin embargo, el medio o el periodista es incapaz de revelarnos o explicarnos. No existe el delito “boletas ideológicamente falsas”. El hijo como Michelle Bachelet no cometió lícito alguno, sino simplemente hubo abuso de poder o “tráfico de influencias”. Y eso es lo que molesta. El único sentenciado por delito inexistente es el ex parlamentario de la UDI, Jovino Novoa, quien ha sido el festín de la Izquierda como lo muestra la portada del medio de ese sector Cambio21. Ninguna de la Nueva Mayoría.
De acuerdo a un informe del estudio de abogados Shearman & Sterling , la empresa Sociedad Química y Mínera (SQM) no buscaba beneficios económicos al financiar tanto a políticos de derecha ex “Alianza”, hoy “Chile Vamos” como de la ex Concertación, hoy Nueva Mayoría. Puesto que la empresa SQM transa valores en los Estados Unidos, se pidió si los aportes a los políticos caían en el concepto de corrupción de acuerdo Foreingn Corrupt Practices Act (FCPA). Según esa ley norteamericana, no hubo corrupción debido a que los montos eran mínimos comparados con el patrimonio de la empresa chilena.
En efecto, cuando aparecieron los casos mencionados, creo, que pocos dijeron que habíamos perdido las virtudes. Todo se soluciona con más leyes y comisiones.
Ahora bien, según el filósofo conservador chileno, José Luis Widow , cuando Roma era todavía una República había políticos virtuosos, y menciona entre ellos, Manius Curius, Lucius Quinctius Cincinnatus, Catón el Viejo y Catón el Joven. Dicho sea de paso, el general Pinochet se identificaba con Cincinnatus y era dictador en el sentido romano del término, no del moderno.
Él le atribuye la corrupción al sistema político centralizado del país, en que los políticos se ciegan por el poder. Y habría que agregarle, como el país jamás ha sido tan rico como ahora, los políticos están encandilados por el dinero, así como en la Roma de la República algunos estaban embriagados por el lujo que venía del la cultura helénica. Tampoco se trata de maldecir o condenar el dinero.
Luego concluye: “La primera: la política no puede practicarse sin que los políticos ejerciten ciertas virtudes (también los ciudadanos, pero eso queda para otra ocasión). La segunda: los sistemas políticos no pueden defenderse de la ausencia de virtud de los políticos”.
En Chile hasta 1973, hubo políticos como los romanos de la República como Jorge Alessandri y otro poco conocido es el presidente del siglo XIX, Aníbal Pinto, quien luego de “Terminada la guerra, su salud quedó delicada. Se retiró de la vida pública, aquejado por deudas a consecuencias del poco tiempo dedicado a sus asuntos personales. Después de ser un hombre acaudalado, Pinto vendió gran parte de sus propiedades inmobiliarias y agrícolas; derechos en minas y se trasladó a vivir a Valparaíso. Rechazó cargos diplomáticos y se ocupó como traductor en el periódico El Ferrocarril. Además, ocupó el cargo de superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago en 1884”. Me contaron que el ex presidente Pinto se fue a vivir en la casa de su hermana.
No se trata que con un préstamo la probidad surja como el desierto florido, ni mucho menos con comisiones transversales. Se trata de virtudes. Las perdimos.
1 comentario:
Y sí, los zurditos son muy generosos con la guita ajena. Y siempre en proyectos inútiles y "fundacionales"
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