1 de febrero de 2016

Fitito


Siguiendo la curiosa saga automovilística de la orga Tupac Amaru, ahora resulta que tanto el hijo como la hija de Smart Sala se mueven en sendos Fiat Cinquecento



4 comentarios:

Anónimo dijo...

La pucha que es lindo ser progre.

Anónimo dijo...

labure como loco, ahorré y me pude comprar un dunita.
tremendo hijo de puta

Gus VF dijo...

Dicen que una bolita encuentra a la otra. Debe ser una cuestión de identidad cultural.

BlogBis dijo...

Vaya a saber qué jodidas eran las changas que le tocaron a este pibe.
Cerca, Bolivia siempre estuvo cerca, dice Fito.