Corrían los años complicados post default cuando el oompa loompa de Lomas de Zamora, convertido en presidente accidental de la República repetía como muletilla aquello de "los países no desaparecen", sin tener en cuenta la suerte de la Unión Soviética, Checoeslovaquia, Alemania Oriental, el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Otomano... eso sólo recordando algunos países desaparecidos durante el siglo XX.
Hoy Louis me acerca un artículo que merece verse sobre el sucidio de Venezuela, país que se candidatea para iniciar la lista de difuntos del siglo XXI.
Si nos queda algún lector venezolano me encantaría que comentara de primera mano cómo funciona un país con un Estado que cierra cinco días a la semana, y donde los recortes energéticos son delirantes.
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6 comentarios:
El artículo es sobre Venezuela, pero me temo que podría llegar a aplicar a Argentina. Creo que, con Macri, el país ganó algo de tiempo en su derrotero. Espero que sirva para que tenga lugar alguna intervención del tipo “asistencia al suicida”.
Ganamos un año. El que viene, la candidatura de CFK,a senadora, por los fueros, sera como el culto,a Chavez en la Venezuela Madurista. "Volver a Nestor".
Y para entonces, habra muchos que le habran perdido la paciencia a Macri...
Bah, nunca se la tuvieron.
Andy, entiendo tu punto de vista, pero discrepo en un punto: es posible que si la Kretina se presenta para legisladora por Santa Cruz pueda llegar a ganar una banca, pero ya el peronismo la está queriendo dejar atrás y en esto son expertos: no perdonan las derrotas propias y ella los llevo a ese punto. No es un detalle menor.
Con Scioli de presidente y el chino de mierda de vice sí estaríamos peor.
Andrés
En el Caribe es así, si no les gusta que vengan a vivir a Argentina.
No debemos olvidarnos que estuvimos transitando ese camino hasta hace muy poco y recién estamos comenzando a salir.
Si el resultado electoral hubiera sido otro, el suicidio era seguro. Ojalá podamos salir completamente, pero todavía hay gente que no se dió cuenta lo cerca que estuvimos del desastre.
Este artículo debiera traducirse y publicarse para que muchos argentinos reflexionen, aunque me temo que hay argentinos con auténtica vocación de suicidas.
No sea usted tan pesimista, Andy.
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