Cuando me encuentro con este tipo de noticias ligadas a personajes afines al régimen pasado no puedo evitar sentir un profundo asco.
Por otro lado, hace poco tiempo me encontré en Facebook con una sugerencia para añadir a una persona que conocí hace unos años y cuando vi su perfil lleno de posturas pro-K me espanté y decidí no añadirla.
No hay vuelta atrás en nuestra generación.
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4 comentarios:
Coincido plenamente.
Y es muy triste. Pero sencillamente, no tengo la menor gana de tolerar las imbecilidades k de nadie, ni de parientes ni de amigos.
Esa postura "progresista" es un mal endémico en Latinoamérica y el mundo mundial. Odian a los políticos, pero quieren que ellos se hagan cargo de sus vidas a través del estado, vía mayores impuestos.
Ellos quieren plata y fama sin esfuerzo alguno.
Es tremendo. En uno de los ámbitos que habitualmente me toca frecuentar, la inmensa mayoría son K y los que no, son fatalmente estatistas (creyéndose ilusoriamente muy distintos a los primeros). Es triste porque con muchos de ellos hemos compartido amistad o ricas experiencias hace ya muchos años y ahora uno los ve perdidos no por diferencias ideológicas (lo que hasta sería interesante y saludable) sino por cuestiones, en definitiva, morales. Ésa es la verdadera grieta que nos separa y no tengo ningún interés en cerrarla.
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