31 de marzo de 2017

Fractura

Luisa Ortega Díaz venía siendo al chavismomadurismo lo que la Gils Carbó al kirchnerismo:  pata servil de la justicia, siempre lista a avalar los desvaríos del ejecutivo.
Por eso, las declaraciones de hoy de la tipa declarando que en Venezuela se rompió el órden constitucional primorosamente construído por el Patriarca Payaso de Camisa Colorada parecen una señal de que la opereta de Maduro tiene patas cortas:

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