4 de septiembre de 2017

La otra Retiro


Hace tres años que cada quince días estoy viajando a Buenos Aires en bus. En micro, dicen los porteños. En bondi, bah.
La travesía obliga a embarcar (y desembarcar, a veces) en la inmundísima Terminal de Retiro, un compendio de porquerías que va desde la suciedad de años, los baños sucios y rotos, los bares y kioscos carísimos, las cintas transportadoras y escaleras mecánicas fuera de servicio hace año, y la fauna de gente que estilo The Terminal, pero sin Tom Hanks, Stanley Tucci ni la Zeta-Jones, vive en ese edificio inmundo.

Y si se llega caminando desde Libertador, ni hablar. Atravesar el trayecto desde el mamotreto que fue la Administraciuón de Ferrocariles del Estado, luego Ferrocarriles Argentinos, luego ENABIEF, hoy creo que ADIF, pasar la Estación Retiro del Mitre (ex FCCA), luego Retiro del Belgrano (ex FCCC) , la del San Martín (ex FCBAP), pasar los "portales" de ingreso a la ciudadela amurallada conocida como Villa 31 para entrar por las rampas desconchadas y con las cintas transportadoras desmanteladas es una experiencia que refleja la decadencia de la Argentina en general y de Buenos Aires en particular. Como será, que nuestra Mariano Moreno parece en comparación el aeropuerto de Oslo.

Ahora parece que el gobierno va a encarar la renovación del contrato de concesión. Vamos a ver qué pasa. Si se logra mejorar sin que dinamiten el proyecto, puede ser una señal de cambio.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos Aires está hermosa. Lo dice todo el mundo.

BlogBis dijo...

Comparado con Harare, si harrmoso

Sergio dijo...

Ni que hablar con lo que era antes!
El país avanza de la forma que puede, pero mucho mas lento que nuestras vidas.
Parece que las cosas no funcionan como esperamos, alguien deberá hacer algo, como por ejemplo colgar por el cogote a Flor y a Máximo de sendos semáforos en la 9 de Julio.