Extraordinaria su columna de hoy en La Nación sobre la necesidad de construir una memoria plural:
"Ese malestar cercano se vincula con una mirada del largo plazo histórico, interpretado en términos de posturas excluyentes, conflictos insolubles y líneas en las que San Martín, Perón y Kirchner -así lo enseña De Vido- son protagonistas de un único y eterno combate. Esta versión nacional y popular está implantada en el sentido común y constituye el modo natural de interpretar el pasado. Promesas de grandeza nacional no cumplidas, realizaciones populares frustradas, enemigos internos al servicio de intereses antinacionales y antipopulares le dan su carácter traumático. En los últimos años, el relato del kirchnerismo la empalmó con la narración del doloroso pasado dictatorial y articuló ambas con otra: un setentismo nostálgico, que recuerda el momento culminante de las luchas populares. Los tres elementos se confirman y potencian recíprocamente, y alcanzan una solidez y eficacia superior a cada una de sus partes. Conforman una síntesis que no necesita ni de rigor lógico ni de fundamentación empírica para integrar y dar un cauce común a todo tipo de voces disruptivas y conflictivas."
Sin dejar de meter mi objeción sobre el manoseado concepto de "memoria" que tiene bastante poco de "historia", merece leerse completa.
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2 comentarios:
Es muy preocupante que en la segunda década del siglo XXI un porcentaje alarmante de argentinos siga adhiriendo a este tipo de interpretaciones históricas.
Instrucción pública.
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