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El actual ministro del Interior, Andrés Chadwick dijo la semana pasada propósito de la inmigración ilegal que hay reformar la actual Ley de Extranjería. Viviendo de un piñerista conocemos el tipo enmiendas que hacen, que al final, resulta para peor. En efecto, en el primer gobierno de Piñera se cambió la Ley Anti Terrorista bajo la presión de los terroristas mapuches en huelga de hambre. Entre los cambios que hubo no se consideró como terrorismo los ataques incendiarios. Pues bien, desde entonces han aumentado los ataques a camiones y otros bienes. Visto lo anterior, lo que se necesita hacer entonces es aplicar la Ley de Extranjería, sobre todo, a los haitianos que portan visa de turistas, en primer lugar. En segundo lugar, terminar el acuerdo que suscribió Bachelet con la ONU con respecto a los haitianos. Así de simple.
Antes de la primera y la segunda vuelta de la campaña presidencial 2017, supongo que el segundo piso de La Moneda comenzó con la propaganda de ‘El legado de Bachelet’ para enfatizar que sus reformas fueron buenas o Bachelet. Cuando la ONU la nombro para el cargo de mediadora que, por cierto, no cumple con el perfil tal, ella dijo que se quedaría en Chile a defender su legado. Lo más interesante que da la impresión de sus reformas o legado son inmovibles. Hay que pasarles la retroexcavadora a las contra reformas liberticidas de la Nueva Mayoría que fueron contrarias a las reformas liberadoras que se hizo durante el Gobierno Militar. Hay que recordar que el Partido Comunista –el partido favorito de Bachelet- manifestó que el país debía retroceder a las condiciones previas al 11 de septiembre de 1973, o si quiere a las reformas que impulsaron los ‘Chicago Boys’. En gran medida lo han conseguido, aun cuando la grande parte de la población tenga poca memoria del Chile paupérrimo que era antes.
Por eso, estoy de acuerdo con la profesora Teresa Marinovic que hay hablar de este segundo gobierno de Bachelet, que termina el próximo 11 de marzo. Lo peor sería callar, ya que nos convertiríamos en cómplices de los abusos que describe la licenciada en la Radio Bío-Bío, por ejemplo, proteger a sus más cercanos en trabajos bien remunerados, aunque su desempeño fue malo: Javier Blanco, Rodrigo Peñailillo y el ex ministro de Hacienda, Alberto Arenas. Ahora bien, comparen lo que dijo la profesora Marinovic sobre este gobierno con la columna del piñerista David Gallagher en El Mercurio. ¡Qué gran diferencia! Sólo falta que le lance un piropo al presidente de la República. El columnista liberal es incapaz de reconocer que nunca ha tenido pudor Michelle Bachelet. Incluso de la maldad, si se trata de los Presos Políticos Militares de Punta Peuco.
O bien, compárese la columna del ex investigador del CEP con la columna del profesor Gonzalo Rojas Sánchez , donde hace un símil entre Allende y Bachelet. Y como ambos le gusta el conflicto. O bien, la carta que envió el empresario y ex ministro del general, Augusto Pinochet, Juan Antonio Guzmán , cuando cuestiona la expresión ‘legado. Dicho sea de paso, el empresario mencionado fue el único se opuso al absurdas conversaciones que tuvieron los grandes empresarios agrupados en la Sociedad de Fomento Fabril, ya sea en el CEP para saber cuál era pensamiento de la comunista Bachelet, como si hubieran sabido del programa o en otros eventos y seminarios (Enade e Icare) que hubo entre los empresarios y ministros de Estado. Ni siquiera le molesta que ella quiso continuar la obra de Salvador Allende. En cambio, si les produce urticaria a la personas que se declaran pinochetistas que simplemente están agradecidas que nos salvaran de una tiranía marxista, de haber reconstruido el país y acabar con el terrorismo.
Bachelet que tanto admira a Salvador Allende se ha comportado igual. Según el presidente marxista, el pueblo lo apoyaba, lo que es falso. De ahí que su último discurso nos ilustra que estaba delirando. Según el actual presidente, estamos mejor que bajo el primer gobierno de Piñera y otras expresiones parecidas. La realidad dice lo contrario. Bachelet vive en su bunker mental para usar la expresión del forista José Cornejo. Tan igual que para ella la palabra ‘diálogo’ significaba aceptar si o si su Programa de gobierno. Lo que traducido en el lenguaje de la Unidad Popular es ‘Avanzar sin transar’.
Lo que me lleva a otro asunto. Bachelet siempre ha sido comunista. Por tanto, en un régimen comunista no existe lo que se llama opinión pública. De ahí que el actual presidente, no le importara el rechazo a sus reformas, ni tuviese en cuenta las opiniones de los demás, ya sea de los apoderados de los colegios particulares subvencionados, ya sea de los dueños de dichos colegios, ya sea de los empresarios medianos y pequeños. Los grandes empresarios financiaron a Bachelet. En la última semana envió el proyecto de la nueva constitución que garantizara los derechos sociales, mientras acaba con el derecho a la propiedad privada Los chilenos en la última elección presidencial rechazaron el proyecto de la Nueva Mayoría. Con todo, vemos que no le importa nada.
Y siguiendo el patrón que describe Marinovic, en la última semana de su mandato nombra como notario general al ex fiscal Luis Toledo que estaba a cargo de la investigación del caso Caval, donde estuvo involucrado su hijo Sebastián Dávalos y su nuera Natalia Compagnon a raíz de la compra de los terrenos en Malachí. El ex fiscal dejo de investigar o fue comprado por el Presidente de la República que lo premio con ese cargo. A igual que la fiscal Solange Huerta que investigaba los responsables de haber hecho lo que tenían que hacer el día del terremoto y tsunami, que absolvió a Bachelet, y ésta la premio con el cargo del Servicio Nacional de Menores (Sename), donde murieron niños bajo su mandato. Como si las cosas mencionadas no la afectaron.
El ex economista de la OCDE y profesor de la Universidad Católica, Klaus Schmidt-Hebbel calificó el segundo gobierno de Bachelet: "en una situación muy difícil. Así como en marzo de 2010 Piñera recibió un país con enormes retos de recuperación post crisis 2008-2009 y de reconstrucción post terremoto 2010. En este caso recibe un país que pasó por otro terremoto, que fue el segundo Gobierno de Michelle Bachelet".
El escritor y sociólogo, Fernando Villegas escribió el libro Tsunami para describir el efecto devastador de las reformas de la Nueva Mayoría. Y el termina su libro con las palabras del ingeniero civil, Arturo Cinfuentes, que en mi blog las cite en su oportunidad: "Chile se jodió por los próximos diez años”. Más aún, había dicho, que “en medio del camino del desarrollo, Chile se extravió en la selva oscura”. Cabe recordar que Cinfuentes estuvo trabajando en el ministerio de Hacienda en los tiempos de Arenas, con el cual tuvo discrepancia.
El supuesto legado: La deuda pública , la deuda a los intereses de la deuda pública para financiar nuevos planteles educacionales en desmedro de los particulares. Nuevos hospitales sin pagar la deuda hospitalaria. Desempleo precario, delincuencia desatada, violencia en La Araucanía apoyada por el gobierno, aumento de la burocracia con la consecuencia de la disminución productivo privado, nula inversión extranjera porque los empresarios no le creyeron a la Nueva Mayoría su defensa de la propiedad privada, incertidumbre jurídica producto de las reformas, desaceleración económica producto de las reformas. Estoy seguro que Bachelet hasta última día o después siguiera culpando a causas externas del estancamiento económico. Corrupción en todas las instituciones del Estado: SII, Poder Judicial, la Contraloría de la República, el Servicio Electoral, Fiscalía, etc. Las instituciones favoreciendo a un lado del espectro político, mientras al otro le llega todo el peso de la ley. En otros es simplemente maldad como es caso de los niños muertos en el Servicio Nacional de Menores, sin hacerse cargo de las muertes, escudándose en que es la responsabilidad de todos. Tal es el grado de corrupción que hasta la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) soplaba a los terroristas mapuches. Y también algunas ramas de las Fuerzas Armadas. O sea la descomposición total. La guinda de la torta son los falsos turistas haitianos traídos por Bachelet para tener más pobres.
Ayer apareció en un artículo que pese a tener un nuevo cargo en la ONU relacionado con la salud, estará pendiente defender su “legado”:“Deberá viajar bastante a Estados Unidos y otros países, pero su base seguirá siendo Santiago, pues su otra misión será defender su obra por todos los medios posibles”.
A Bachelet se le podría decir lo mismo con que Economist retrato al ex presidente de Ecuador, Rafael Correa: “Genio en economía con 17 doctorados honoris causa endeuda a Ecuador como nunca para sueldos a burócratas y asegura que no hay crisis”. Tiene varios doctorados honoris causa.
La libertad económica que es la base la libertad política descendió, mientras el Estado creció.
Más que legado es un lastre lo que deja el segundo gobierno de Bachelet.
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