Hace un mes, un incendio que no se pudo controlar arrasó una de las obras más significativas del modernismo, la escuela de Arte de Glasgow, proyecto de Charles Rennie Mackintosh.
En 2014 había habido un incendio parcial, y estaba en proceso de restauro. Pero esta vez, el fuego fue catastrófico. Del magnífico edificio quedaron prácticamente sólo los muros exteriores.
Una de las cosas que me resultó más impactantes, es que el edificio a pesar de tener uso cotidiano como escuela no tenía instalado un sistema de prevención de incendios y que este iba a ser instalado recién ahora como parte de la renovación.
Al margen, me llama la atención que ni el incendio haya aparecido en los medios argentinos en su día, ni que después los pretendidos "suplementos culturales" o de arquitectura hayan abordado la pérdida de semejante monumento, o el intenso debate posterior sobre si debe reconstruirse o demolerse (considerando que la reconstrucción ya sería una copia y no una restauración).
Eso si, se le dedica espacio a cualquier muestra progre pedorra o a proyectos de departamentos infames en cualquier rincón del coñourbano, demostrando que la calidad de los editores también se hizo humo.
No sólo somos una isla, sino una isla que se mira el ombligo todo el tiempo.
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