Las valijas que pasan por el Aeropuerto de Ezeiza se han transformado en un fiel termómetro del país.
Durante el gobierno del Alfonsín eran las miles de valijas de los que emigraron, forzados por el deterioro económico que terminó en la hiperinflación. Durante el gobierno de Menem fueron las valijas de Amira, que con el visto bueno del inexplicable aduanero Ibrahim Al Ibrahim volaron a paraísos fiscales.
Con De la Rua y Duhalde volvieron los miles de valijas emigrantes, valijas caradas de frustraciónes y sueños incumplidos.
Y ahora, las "valijas voladoras" reflejo de un Estado hipertrofiado y oligofrénico, y tal vez de una ireparable irrupción del narco en esferas insospechadas del poder.
Habrá que ver qué es lo que traen las próximas valijas. Menos buenas noticias, puede esperarse cualquier cosa.
3 comentarios:
de todos modos, no deja de ser muy coherente en un país de valijeros...
Te faltaron las valijas del deme dos de Joe, y las del aluvión de turistas internacionales del 1 a 1.
Lo patético es que al final se determinará que las valijas viajaban solas. Nadie las despachó ni nadie las iba a recibir.
Si, al final va a resultar que como le decía el otro día a Tommy, va a resultar que las valijas estaban en Barajas desde los aborrecidos noventas...!
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