9 de marzo de 2005

2001/2005 ¿qué cambió?

Un artículo de ayer de Pundito Rioplatensis resalta una frase que pronunció el Kanciller Bielsa: "las cacerolas están a punto de volver a salir". Como bien señala Tomás en ese post, la inflación creciente se ha consumido los aumentos salariales recientes. Obviamente el alza de precios ha significado la elevación del límite de pobreza e indigencia demostrando (hacía falta?) que la suba de sueltos como solución voluntarista del tema es ineficaz.

A pesar del ensoberbecido Néstor vociferando contra los economistas, contra la SIP y contra cualquiera que no piense como él, los problemas del 2001 siguen ahí: se cerró el proceso de canje, pasaron cuatro años y debemos lo mismo que antes. En el medio quedó un tendal de estafados, y la imagen del país hecha girones.
Ahora hay que empezar a pagar y queda por resolver la cuestión de las tarifas de las empresas de servicios públicos, que ni siquiera se empezó a discutir. Las empresas han sobrevivido cuatro años a tarifas en pesos, sin inversiones ni ampliación de redes. Otra vez va a ser un sainete ver cómo se pasa el invierno, discutiendo precios y cupos de GNC, GLP, garrafas y electricidad.
A pesar de purgas, despidos, reformas altisonantes, cambian los delitos en las tapas de los diarios, pero se deteriora la percepción de la calidad de vida urbana. Los piquetes continúan, a pesar que parecían en vías de extinción reemplazados por las revigorizadas y cada vez más agresivas protestas sindicales.
El gasto público, desbocado, se sigue solventando de manera espúrea, y las relaciones entre la Nación y las provincias es más de chantaje permanente que de colaboración constructiva.
Cambio todo, cambió el discurso, y cambiaron las formas. Pero en el fondo, no cambió nada.

El 27/2 se votó en Santiago del Estero. A pesar de los esfuerzos de una intervención que rapartió fortunas, perdió el candidato del gobierno a manos del candidato de la UCR. El domingo pasado se votó en Catamarca, donde volvió a ganar el Frente Cívico (en contra de las aspiraciones del gobierno federal). Pero lo más remarcable es que la participación en los comicios fue menor al 50% del padrón.
Este año va a haber elecciones legislativas. Por un lado, el elector va a encontrar la oferta K. Por el otro, nada. La oposición sigue debatiéndose entre el ser y la nada. La UCR, mas funcional al Néstor que nunca; el centro, amorfo y sin líderes mas allá de lo mediático. La centroizquierda, atomizada, la izquierda aún llorando la oportunidad perdida de instalar una Revolución de Octubre, aquel Diciembre.

¿Que sucedería si se repite el esquema de las legislativas del 2001, con bajísima participación electoral, y "votos bronca" dedicados a Bin Laden, Clemente, o al Salame Nacional? No se, como vienen las cosas, no me extrañaría que se de un fenómeno similar.

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Numeritos recordatorios: aquel lejano 14 de octubre del 2001 se abstuvo el 26% del padrón. De los votos emitidos el PJ obtuvo el 37%, Alianza/UCR el 23%, las izquierdas en conjunto 17%. El 21% impugno su voto.



2 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

Rubén, cambio mucho, demasiado, y muy para peor. En el 2001 tenías un país con muchos problemas, muy serios, pero con continuidad democrática, habíamos dejado atrás las grandes estafas nacionales.

En el medio, tenemos la vuelta a la suicida tradición nacional de los golpes de estado, con el primer golpe civil de la história argentina, la estafa más grande de la história argentina, y posiblemente mundial, sólo comparable a la de los bolcheviques despúes de la revolución rusa, y nos guste o no, varios gobiernos "de facto" o cuasi facto, incluyendo al actual.

Louis Cyphre dijo...

María Inés, si, me refería a eso, sólo quería darle un poco de énfasis al tema. Desde mi punto de vista, TODOS los problemas que teníamos antes del golpe del 01, por más graves que eran, eran manejables y perfactamente solucionables dentro del sistema. Lamentablemente no podemos decir lo mismo a partir de ese momento, estamos como se dice técnicamente, cagados.