1 de marzo de 2005

El Estado de la Nación / Primer blogburst de R.A.D.I.O.



Este posteo es parte del Primer Blogburst organizado por R.A.D.I.O. en oportunidad de la alocución sobre El Estado de la Nación dada por el Presidente Kirchner con motivo de la inauguración de las 123° Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación.

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La Campaña Perpétua

Hoy el Néstor inauguró las Sesiones del Congreso. En la oportunidad, según disposiciones constitucionales debía dar cuenta del estado de la Nación, recomendando las medidas , a su consideración, necesarias y convenientes a implementar (Art 99 Inc 8º).
No ocurrió eso.
El Néstor se despachó con un discurso mal redactado -al punto que en determinados párrafos tuve que releerlos dos o tres veces para lograr interpretarlos- donde se dedicó a su preferencia habitual, autoensalzar su gestión, denostar a sus críticos y echar mugre sobre todo lo que signifique diferencia con su forma de pensar, sea oposición, observadores críticos o hechos sucedidos antes del 25 de mayo de 2003. Mugre que llega al colmo cuando elípticamente y "para los que lo sepan leer" acusa a los medios de estar vendidos a las empresas de servicios públicos.

Escupiendo montones de cifras irrelevantes o de dificil sustento pretendió convencer a un auditorio permeable a cualquier gansada, que la República ha dado un giro copernicano en su ruta autodestructiva. Obviamente celebró como una victoria olímpica el final del proceso del canje, que ya considera la salida del default, tal vez porque no sabe que default significa mora, y que como aún no se ha puesto una moneda, seguimos en falta.

Festejó la creación de ENARSA, sin poder determinar claramente qué va a hacer con esta empresa virtual. Festejó la reestatización del Correo, como ejemplo de la capacidad administradora del Estado, y tal vez como referencia palpable para su admonición respecto a no temer "las medidas necesarias" en caso de fracasar la renegociación de los contratos. Curiosamente, al defender al neoestatismo no se acordó de la recientemente célebre LAFSA, por la cual el Estado le oblaba 7 millones mensuales a las narcolineas SW.

Respecto al asunto de las valijas voladoras, la frase expresando que las faltas de controles suceden en todos lados, en lo que entiendo una comparación con la tragedia de las torres gemelas es cuanto menos infeliz, tanto como infantil pretender que con sancionar a la dirección del aeropuerto se acabó todo y que todo está terminado.
Los ciudadanos exigimos al respecto más. Mucho más. Como exigimos del Ejecutivo algo mas que un mensaje de campaña, destinado a una mayoría que no escucha, no siente y no ve.


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