9 de mayo de 2005

¿Permiso para opinar?

Otra vez el gobierno argentino muestra su falta de respeto con la opinión ajena.
Esta vez el encargado de descalificar la critica al gobierno fue Caníbal Fernández, lamentando que los obispos “se arroguen el derecho de hacer expresiones orales”(ver completo).
Con estas palabras el Ministro del Interior mostró la peligrosa vocación totalitaria del Néstor y sus secuaces, confirmando que opinar públicamente es un derecho en peligro de extinción.
Insisto. Si con apenas el 22% de los votos estamos así, no me quiero imaginar la avanzada sobre las libertades individuales que se va a venir, si en las próximas elecciones –sin oposición a la vista- supera el 50%.
Agarrándoselas con los obispos, lo único que hace el Ministro es matar el mensajero. Seguramente lo que más molesta al presidente y a su cohorte de tránsfugas son algunas frases frases notables de Carmelo Giaquinta, que muestra una lucidez inusual entre la dirigencia paupérrima que hoy muestra el país: "ya han pasado casi cuatro años del derrumbe y por momentos tengo la impresión de que los argentinos vivimos como si nada hubiera pasado". De paso, el obispo se metió con la mediocridad y el conformismo de la sociedad
"la pasividad ciudadana tiene consecuencias mucho peores que el insoportable peso de la deuda pública, que se puede renegociar, o las secuelas del terror de Estado de la dictadura, que se pueden llorar". Con razón el Néstor quiere que pida permiso para hablar.

3 comentarios:

Sine Metu dijo...

Denegado

Anónimo dijo...

digo yo, cuando fue a ver al papa que pensharia el grone este cuando lo veia...con la proshti shenadora veshtidita para el orto.. Que habra en su cabeshita??

mas beshhtia no puede ser...aparte de ser un hdp es un ignorante. Que ganas de joder la vida a la gente!!! Es para darle unos golpeshitos en la cabeza a ver si se siente hueco...

Anónimo dijo...

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