13 de junio de 2005

La que se viene en Latinoamérica

A la larga, los daños que -fronteras adentro- cauce el paso del Néstor por la casa de gobierno van a repararse, como se repararon tantos otros disparates sucedidos en la historia argentina. Por más que ahora enoje la oportunidad desperdiciada, el tiempo que se dilapida, el país siempre va a encontrar una manera de reinventarse. En eso coincido con lo que dice Vicente Massot: no hay un determinismo ni un destino histórico prefijado, para bien o para mal.

Lo que si probablemente no pueda repararse facilmente es la desidia, la negligencia con que se ha encarado la política exterior. La guiños a Castro y la complicidad con Chávez son una infamia no sólo por deteriorar el posicionamiento del país -que de aliado principal extra OTAN pasa a ser un integrante marginal de ésta banda de fascinerosos- sino que es un apoyo tácito a un proyecto que no hace otra cosa que sembrar enfrentamientos y conflictos que hace diez años parecían impensables.

La magnitud del "peligro bolivariano" que en su momento describió ajustadamente Montaner, ahora son resaltadas con precisión por Luis Herrería, secretario general de la Administración Pública de Ecuador:

“Es un proyecto horrible que se desprende desde Venezuela, pasa por Colombia, pasa por el Ecuador donde se desestabilizó a la institucionalidad del país... llega al Perú y culmina en Bolivia que puede ser el detonante para que se incendie la región”

Si América Latina es arrastrada a un conflicto de magnitud, ni Kirchner ni su improvisado canciller van a poder negar la responsabilidad que les cabe por haber colaborado a facilitar este proyecto delirante.

3 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

Esta es la típica chantada argentina, Rubén, aquello de vos metele nomás que no pasa nada, quién se va a avivar. Creer que la improvización, la chantada, las grandes avivadas, la chabacanería no tienen precio, que todo este jolgorio de centro de estudiantes de filosofía y letras sale gratis.

Anónimo dijo...

Es muy cierto el comentario en el sentido que nadie previó que un conflicto de ésta naturaleza se extendiera por la región. Y es notable que la Cancillería argentina no haya tenido capacidad para contener la escalada.
Coincido que éste es el daño más grave que va a producir la negligencia de Kirchner y la estulticia de sus funcionarios

Francisco P.

Anónimo dijo...

Estamos condenados al exito!!!!