12 de julio de 2005

El cuento de la rana hervida

Varias veces me encontré en la red el cuentito de la rana. Que si es sumergida en una olla de agua hirviendo, va a saltar inmediatamente poniéndose a salvo, pero si es metida en agua fría, y esta se calienta lentamente va a terminar cocinada por no poder percibir el aumento de la temperatura del agua.
El ejemplo es perfectamente aplicable a nuestra sociedad, que como la rana no puede percibir el gradual, progresivo y permanente deterioro de la calidad de vida, y se sienta tranquilamente mientras se cocina a fuego lento.
El caso es especialmente válido con el tema de la seguridad ciudadana. Rosario, que dos años atrás cuando la prensa nacional bramaba por la inseguridad era un oasis relativo, lentamente se está transformando en territorio comanche. Basta ver rápidamente los títulos de los diarios.
Además de la violencia delictiva crece la violencia familiar, la violencia por la intolerancia. Las amenazas a la propiedad crecen permanentemente, en la ciudad, y en el campo.
Esta mañana a un pobre infeliz que se negó a entregar su bici, le amputaron un dedo. Y ésto no fue en el último cinturón de villas. Fue a 7 cuadras de mi casa. Hace unos meses un ataque de éstas características hubiera saltado a los medios nacionales inmediatamente. Ahora, es apenas una nota al margen, para una sociedad que mira para otro lado.
Cuando hierva el agua, va a ser tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días, señor Benedetti. He leído la noticia que usted enlaza respecto al joven que murió en Rosario baleado por otro sujeto. Me permito un comentario desde California: ya que la víctima fue a la casa del ultimador armado de escopeta, atacó a un tío de éste a culatazos, y luego disparó primero, siendo alcanzado por dos balazos sólo después de haber hecho todo esto, parece ser un caso claro de defensa propia. En mi país natal de Chile quien queda vivo estaría en serios problemas con la ley, pero en California es relativamente claro que invasión armada de hogar invita una defensa que puede ser letal.
Un saludo desde lejos. A través de la página de hacer.org he descubierto su blog y el de varios muy inteligentes y muy interesantes compatriotas suyos. Lo que más resalta es el alto nivel cultural y la pasión por su país que comparten usted y los otros listados en "hacer," y esto es lo más paradójico: ¿me encuentro acaso ante un fenómeno de una absoluta minoría ilustrada que ve el terrible camino que ha adoptado su pueblo, mientras la mayoría indolente prefiere seguir con lo mismo, y peor, de siempre? ¿O son ustedes tal vez más de lo que dejan ver las manifestaciones y encuestas que siguen, aparentemente, dando por ganador al mismo partido y a los mismos "prohombres" que han arruinado a un país que fue rico pero que se ha propuesto como meta lograr el mayor subdesarrollo lo más eficientemente posible? Quiero creer que ustedes son más, por el bien de un país vecino tan importante para mi país y para la región. Los leo casi todos los días, pero después leo que un matón de segunda y sus compinches terroristas siguen tan campantes y populares en la Argentina, y me da pena; pena por mi país, que está tan cerca y que se ve afectado, y pena por el insensato desperdicio de talento en el único país latinoamericano en ganar dos Nóbeles en ciencia. Es una paradoja inquietante.
Mis disculpas por la larga nota, y no ha sido mi intención ofender. Sólo he querido felicitarle y también llamar las cosas por su nombre. Gracias.