Hace una semana, apenas siete días que Aníbal Fernández, presionado por las encuestas y por la saturación de la gente detrás de ellas, salió a decir que ya no había espacio para protestas en las calles.
Una semana duró el rigor. No se si lo que demuestra es que el gobierno carece de convencimiento en sus propias decisiones; si temen ser doblegados por los piqueteros; si la policía, gendarmería y prefectura se niegan a confrontar las protestas o si las agrupaciones piqueteras son tan fuertes que pueden ganarle la pulseada al gobierno aún sin enfrentarse fisicamente. Tal vez es una sumatoria de todo.
Lo cierto es que el "Plan B" fracasó: hoy el ministro delinterior se desdijo y permitirá protestas en la Plaza de Mayo. Y obviamente, la protesta ya está en marcha.
1 comentario:
Cuando la semana pasada vi tu artículo pensé que eras demasiado pesimista, y que el gobierno ante la presión delas elecciones iba a esforzarse por poner en caja a los piquetes.
Les duró poco la voluntad de orden, eh. Para mí lo que pasó es que la policía se lesniega a poner el pecho. Ayer leí por algún lado que un comisario decía que ellos se negaban a confrontar con tipos armados con capuchas, que cobran más que ellos.
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