Hoy fui a votar. Estamparon en mi DNI el sello número veinte que refleja otras tantas veces en que puse mi voto en alguna elección nacional, provincial o municipal. Y algunas más insólitas como aquella Consulta Popular por el acuerdo del Beagle, o ésta última interna abierta, simultánea y obligatoria que nos inventaron hace poco.
Veinte veces.
21 años.
Si tuviera que hacer un balance, sería negativo. En veinte años pasamos de un optimismo desaforado por lo que traería la democracia (“se come, se cura, se educa…”), a ésta actualidad de clientelismo reinstalado (el 45% de Cristina, no refleja otra cosa).
Pasamos de un sistema pluripartidista bipolar, a este escenario de partido único con denominaciones múltiples (en Córdoba, por ejemplo tanto Unión por Córdoba primero en los resultados, como Frente Nuevo que resultó segundo juegan para Kirchner). O directamente a dirimir en la elección general las internas del justicialismo (caso claro, Provincia de Buenos Aires).
En el medio, tantas oportunidades desperdiciadas, tantos desatinos, tantos imbéciles con sueños de héroe, que en lugar de pelear desde el llano quisieron ganarse de prepo los laureles de general.
Estas elecciones me confirman que en todo sentido la Provincia de Buenos Aires es irrecuperable. Que la Ciudad de Buenos Aires vota de la manera más incoherente, y que las provincias chicas de menos de 500.000 habitantes no deberían ser más que territorios nacionales.
Por eso -salvo pidieno que no se votara ninguna lista K- casi no comenté hechos puntuales de éstas elecciones . Porque no había nada que valiera la pena, apenas un sello más en el DNI, y un ladrillo más en la pared.
Veinte veces.
21 años.
Si tuviera que hacer un balance, sería negativo. En veinte años pasamos de un optimismo desaforado por lo que traería la democracia (“se come, se cura, se educa…”), a ésta actualidad de clientelismo reinstalado (el 45% de Cristina, no refleja otra cosa).
Pasamos de un sistema pluripartidista bipolar, a este escenario de partido único con denominaciones múltiples (en Córdoba, por ejemplo tanto Unión por Córdoba primero en los resultados, como Frente Nuevo que resultó segundo juegan para Kirchner). O directamente a dirimir en la elección general las internas del justicialismo (caso claro, Provincia de Buenos Aires).
En el medio, tantas oportunidades desperdiciadas, tantos desatinos, tantos imbéciles con sueños de héroe, que en lugar de pelear desde el llano quisieron ganarse de prepo los laureles de general.
Estas elecciones me confirman que en todo sentido la Provincia de Buenos Aires es irrecuperable. Que la Ciudad de Buenos Aires vota de la manera más incoherente, y que las provincias chicas de menos de 500.000 habitantes no deberían ser más que territorios nacionales.
Por eso -salvo pidieno que no se votara ninguna lista K- casi no comenté hechos puntuales de éstas elecciones . Porque no había nada que valiera la pena, apenas un sello más en el DNI, y un ladrillo más en la pared.
Una pared que cada día, parece más alta e infranqueable.
argenblogs
1 comentario:
Yo tengo un comentario , si me permite, es una critica a cerca de su manera de expresarse. Usted tiene un vocabulario muy poco comunicativo. Para el resto de los latinos que pueden leer sus comentarios por favor sea mas claro.
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