4 de noviembre de 2005

El combate de Mar del Plata

Mientras la prensa oligofrénica del país se detiene en las estupideces de otros oligofrénicos, o en las payasadas populistas de Chávez, la Cumbre, que iba a ocuparse de temas intrascendentes y discusiones edulcoradas se transformó sustancialmente por el debate de un tema fuera de agenda: el ALCA.

Fox lanzó el primer torpedo, que pegó abajo de la línea de flotación del botecito que timonean -a los codazos- Lula Y Kirchner. El mejicano no hizo más que anotar lo obvio: El ALCA es posible, aún sin los países del Mercosur. El Néstor, ofendido, le suspendió el diálogo.

Pero el golpe maestro lo pego el artillero Bush. Un misil en la santabárbara. Palabras amables, apuntadas al núcleo del fracaso argentino: reclamó que "haya coherencia en la legislación, que los contratos se cumplan y que haya certeza de que no se van a cambiar las reglas del juego".

El Néstor, que tenía que agregar algo, dijo que la reunión bilateral había sido franca y sincera. No hacía falta. George W. lo había dejado bien en claro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bush tiene demasiada categoría para esta gente tan tosca que lleva las riendas de Sudamérica.