23 de noviembre de 2005

Wishful thinking

Seis años con cero inversión empiezan a mostrar sus efectos en la infraestructura eléctrica nacional.
Pero no importa. Porque por decisión oficial, todo anda bien. Eso si, lo importante ahora es el Gran Gasoducto Bolivariano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El pedo bolivariano nos va a tapar a todos

Louis Cyphre dijo...

Como buenos adolescentes que somos, estamos convencidos de que nuestras acciones no tienen consecuencias. Como nada es gratis en la vida, cuando llega el momento de pagar la cuenta nos sorprendemos.

No hay que ser un gran experto internacional en inversiones en infraestructura para saber que esto iba a pasar. Cualquier que haya manejado un kiosco alguna vez sabe que si no invierto (o reinvierto) puedo tirar por un tiempo, pero a la larga me termino de comer el capital y vuelvo a cero.

Como vos dices y como vengo repitiendo hace tiempo, se trata del pensamiento mágico. Hemos decidido que la realidad es lo que nosotros hacemos de ella. No en el sentido racionalista, en el que el hombre con trabajo y sacrifico es capaz de modificar su entorno natural, sino en el sentido mágico premoderno, según el cual sólo basta desear algo para que se haga realidad. Fieles seguidores del realismo mágico, hemos hecho realidad el viejo lema de los estudiantes parisinos, la imaginación al poder. Como la imaginación no tiene limites, estamos condenados al éxito.

Anónimo dijo...

no pueden terminar una autopista a Cordoba y van a tirar un caño por el amazonas. JAJAJAJAJAJAJA