8 de diciembre de 2005

Decir NO, como el Banco Mundial

Desde el golpe institucional que tumbó a De la Rua, o mejor dicho al gobierno de la Alianza en 2001, se consolidó el sistema de clientelismo más perverso de la historia, porque no sólo le permitió al peronismo consolidar el voto cautivo, sino que pagando por hacer nada afirmó la creencia de que es posible vivir del maná, desalentando en sectores marginales toda aproximación al mundo del trabajo.
El sistema se armó primero con el Plan Trabajar, que al poco tiempo -en un raro acto de vergüenza- fue renominado Plan Jefes y Jefas de Hogar, ya que casi nadie trabajaba a cambio de los 150 pesos que el estado le regalaba cada mes. Además existen otros planes, como el de Hogares bonaerenses, y cantidades de becas, subsidios que se manejan siempre discrecionalemente o incluso se han asignado en bloque para que los distribuyan las organizaciones piqueteras, que así se han incorporado a la estructura oficial del caudillismo.
El dinero para ese sistema infame de comprar poder viene de dos fuentes: créditos internacionales concedidos para "transformaciones sociales" y principalmente el enorme chorro de dinero que se obtiene de las exportaciones agropecuarias, de las que el Estado se queda con un 20%. Ayer escuchaba, que sólo la soja le regala a Kirchner 2.000 millones de dólares al año.
El Banco Mundial por lo pronto ha decidido bloquear créditos por 350 millones de dólares, al comprobar la diversión de fondos del Plan Jefes.
Tiene que llegar el momento en que Santa Fe, Córdoba, y los productores de Buenos Aires se planten y hagan lo mismo diciéndole NO a éste sistema, perverso y corrupto ab initio, y se nieguen a la incautación lisa y llana del 20% de sus ingresos.

1 comentario:

Louis Cyphre dijo...

Existe una relación directa entre corrupción y discrecionalidad. A mayor discrecionalidad de los funcionarios, mayores son las oportunidades de corrupción. El nivel de discrecionalidad de este gobierno es sinceramente escalofriante. Debemos tener en cuenta que las retenciones a las exportaciones son impuestos no coparticipables, no se reparten automáticamente con las provincias. Se trata del saqueo de miles de millones de dólares que se manejan a voluntad y placer de los funcionarios de turno, sin ningún tipo de control y sin necesidad de dar cuentas a nadie. Pero debemos tener fe que el manejo que se hace de esos fondos es Nacional, Popular y Progresista, y que sirve a los fines últimos de la Revolución Permanente.