19 de diciembre de 2005

El "otro" país

Hace 200 años el suelo de la pampa húmeda era igual que ahora. Pero en vez de ser el océano productivo que es hoy, era un enorme y llano desierto verde, frecuentemente azotado por los malones de la indiada.
Hace 150 años empezó a cambiar, lentamente. La primer semilla se plantó en tiempos de la Confederación, cuando Urquiza contrató a Alan Campbell para trazar un ferrocarril que le sirviera como sistema circulatorio, y cuando comenzó a implementarse la política alberdiana de poblar el territorio con colonos europeos.
Cuando Mitre habilitó al Ferro Carril Central Argentino para unir Rosario con Córdoba, las vías enlazaron lo que se convertiría en el corazón agrícola del país. Desde entonces la pampa húmeda se fue trasformando en la Pampa Gringa. El Centro y Sur de Santa Fe, el Oeste de Córdoba, el corazón cerealero de aquel proyecto que se conoció con el mote chauvinista de El granero del Mundo, y que desde hace tantas décadas es la vaca que le da leche al Estado Nacional, que ahora financia buena parte del clientelismo político con el 20% de todo lo que produce y exporta la región.
Mientras el campo se renovó, se tecnificó y multiplicó su capacidad productiva, el poder central, con algo que se parece cada vez más al poder imperial se acerca sólo para cobrar impuestos. Ayer el diario Clarín en una nota vergonzosa descubre que en el interior agrícola también hay “ciudades grandes” y con sorna retrata el crecimiento de Venado Tuerto, donde se asombra de encontrar chicos pidiendo, lavavidrios y Planes Trabajar y previsiblemente se sorprende de que el porteño sea tratado como “una raza aparte”.
Será, tal vez que la situación en las ciudades santafesinas sería aún mucho mejor si no hubiera un genio en Buenos Aires que aprovechara los recursos de esta tierra para cuanta zanguangada se le ocurra a los iluminados de turno.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Rubén, te recuerdo que si bien los tres poderes están geográficamente en Buenos Aires, nos tenemos que remontar a José María Guido para hallar un presidente argentino que sea porteño (si descontamos a los de Facto, por ilegitimidad). Nosotros los porteños no tenemos culpa de haber nacido en Buenos Aires y mucho menos de los presidentes elegidos en democracia por la TOTALIDAD de los argentinos con capacidad de voto.
Por eso quiero reivindicar a Buenos Aires y despegarla un poco de los "genios" (generalmente del interior) a los que hacés referencia.


Adrián

Louis Cyphre dijo...

Rubén, muy bueno, es así como dices. Para los que piensan que todos los gobiernos dan lo mismo y comparan el mamotreto del nadismo de Kirchner con los 90, quiero decir que el enorme proceso de modernización del campo, del que vivimos ahora, se dio durante esa década.

Anónimo dijo...

Claro, me imagino que Luciano Benetton, Sylvester Stallone, Tompkins, Soros, etc... eran muy "modernitos" y a eso hacés referencia con la modernización del campo. Ni hablemos de la importación que venía de brasil.

BlogBis dijo...

Adrián, la concentración de poder en Buenos Aires no tiene que ver con la "ciudadanía" del presidente y si con el crecimiento de estructuras burocráticas y el desbalance económico que se fomentó desde el propio poder central. Te recomendaría leyeras a Juan Álvarez, pionero de la historia económica argentina, que ya en 1914 daba datos estadísticos denunciando esta tendencia.
Y, sin ánimo de ofender, tu comentario de los "modernos" Benetton et alt. lo único que hace es reforzar esa porteñidad que querés reivindicar, y que refleja un rotundo desconocimiento de los avances que en el agro se han dado en los últimos 15 años. Casi la misma porteñidad que hace que el correponsal de Clarín se asombre de encontrar un shopping en Venado.

Anónimo dijo...

Si hablás de porteñidad, es porque sos rosarino y poco conocés a los porteños. Estoy artocansado de que se hable tanto de los porteños y tan poco se sepa de ellos. No quiero generalizar en ningún sentido pero Buenos Aires es una gran ciudad, el centro cultural cosmopolita de la Argentina y quizá de Latinoamérica, y duele cuando se generaliza con eso de la "portenidad". Figurate, es como que diga "... si, porque los rosarinos son todos unos comegatos..." o alguna brutalidad de ese calibre. Nada mas que eso.

BlogBis dijo...

"Buenos Aires es una gran ciudad, el centro cultural cosmopolita de la Argentina y quizá de Latinoamérica"

I rest my case.

Anónimo dijo...

Ah hablando de idiotas en la rosada. Hoy en la capital la foto de dos concejales chantas corruptos cafishos (1 de ellos y no es Boaso) proponiendo alternativas para el aumento de tasa municipal.
Obviamente la alternativas es otro aumento. El pueblo gobernando para el pueblo.

Luciano A. Cingolani dijo...

Adrián,

El problema no es el "porteñismo" sino el centralismo.

Sobran los que desde la capital creen que el país termina en la Gral. Paz; y que desde la ciudad pueden manejar el país entero.

Y esa estúpida creencia es común a algunos porteños y a otros tantos imbéciles del interior que cuando llegan a BA y apoyan el traste en un cómodo sillón de su oficina en Puerto Madero su miopía no les deja ver más que el Rio de la Plata y los edificios de Libertador.

Lo que es imperdonable desde todo punto de vista es que haya medios de prensa con la misma miopía intelectual que se sorprendan cuando llegan a aciudades del interior esperándose ver los caballos atados o las vacas caminando por el centro y ven electricidad, autos, shoppings, etc.

Y ojo, en Rosario también hay idiotas que se sorprenden cuando ven esas cosas en ciudades que están a menos de 200 Km.

El problema no es Buenos Aires y su gente; lo mismo sucedería si la capital fuera Rosario, Córdoba o Rio Gallegos (Dios no lo permita!).

Anónimo dijo...

Soy correntino, aunque por razones laborales llevo 15 años viviendo en Buenos Aires. Por eso me gustó eso de "poder imperial" que menciona BlogBis. Porque así funciona ésto, parece que los que viven 20 km a la redonda del obelisco sean nacidos donde sean se les sube esa sensación imperial a la cabeza. Si hay idiotas que consideran que Martínez es "el campo".

Francisco P

Anónimo dijo...

Adrian,
no tenemos la culpa de haber nacido en BA pero si tenemos la culpa de ser como somos, arrogantes ( como demostras en tu comentario de BA como centro de la cultura etc ) e ignorantes de la realidad del interior como demostras en tu comentario sobre los cambios en el campo o la "importacion de Brasil".
Los port. siempre queremos decirle al resto de la gente como vivir, a quien le pueden vender su campo ( pues antes que propiedad privada es la patria -ridiculo-) o a quien le pueden comprar, ya que ni el mercosur parece que nos alcanza, no queremos que los argentinos comercien con nadie.
Pero eso si, no te preocupes, para las fiestas los aviones se llenan con gente de Buenos Aires viajando a Miami y al "odiado" EEUU.
Lo mejor es que aceptemos la critica, y aprendamos a corregirnos y ojala alguna vez Buenos Aires dejara de explotar al pais bajo sus caprichos.
Y yo soy de aqui de la Capital.

Pedro

Anónimo dijo...

ah... adoran los grandes países y odian las grandes ciudades, todo es una cuestión de tiempo y espacio... y de escalas.