"El caso de Argentina es paradigmático: Néstor Kirchner, quien en ese entonces era un simpatizante de los montoneros, un peronista de izquierda lleno de fervores por la utopía de "la gran marcha hacia delante" – la frase es de Kundera- que castigaría a los ricos y recompensaría a los pobres, es hoy presidente, está en el poder –según el viejo guión de los años 70, hoy desempolvado- para realizar el sueño juvenil. El problema es que se trata de una línea de continuidad –de los 70 al siglo XXI- falsa, que "lee" el gran fracaso de la utopía (digamos, entre otras cosas, la caída del Muro de Berlín) no como la consecuencia inevitable de un proyecto cruel y errado sino como un incidente que, asombrosa e ilógicamente, confirma la bondad de la misma utopía fracasada..."
"Desde un punto de vista psicológico parecería que hemos pasado de una neurosis juvenil –"la realidad es detestable, pero podemos cambiarla"- a una psicosis madura: "la realidad no existe, es una más de las conspiraciones del enemigo..."
Lo dice Ricardo Medina Macías en El Iberoamericano. Por si algo podía añadirse a este impecable artículo de James Neilson que leí gracias a El Opinador(*).
argenblogs
1 comentario:
Rubén, muy interesante, pero como hablábamos hace un tiempo por línea privada, me pregunto si Kirchner es de izquierda o montonero. Me pregunto si realmente es algo, más allá de un pelele de cuarta.
Me temo que lo que estamos viviendo como la Nueva Argentina no es más que la tensión entre lo que nos gustaría hacer y lo que nos permite hacer la realidad.
Publicar un comentario