El caño libertador

Parece que los grandes líderes latinoamericanos se van a reunir mañana para ultimar detalles que lleven a concretar el gran sueño caño bolivariano. Una conexión de 6.000 kilómetros de extensión por la que ávidos y presurosos se aprontan los gerentes venezolanos y especialmente nuestra versión posmoderna del Brujo López Rega: el Arquitecto De Vido, gran recaudador oficial.

Tal vez haga falta recordar que mientras se planea la octava maravilla del mundo, y primera de la Nueva Latinoamérica liberada gracias al Socialismo del Siglo XXI, en Argentina aún no se ha terminado la Central Nuclear Atucha II ( iniciada en 1980 y detenida en 1995 con un avance de obra del 80%); que Yaciretá tuvo un "ligero" costo adicional del 45% y que aunque los acuerdos se firmaron en 1973, la obra recién se inició en 1983 pero aún no se terminaron las obras complementarias que permitirían trabajar en la cota de diseño, cosa que con viento a favor se logrará recien en 2008. O capaz que venga bien fijarse que como no estamos solos en éste asunto, se acaba de denunciar que Itaipú viene manejando una caixa-2 (caja paralela) sobrefacturando provisiones y servicios pagados desde 1991.

Con estos antecedentes hay dos cosas seguras, que si se construye alguna vez el caño, va a estar operativo cuando el gas ya no le interese a nadie, y que los únicos "liberados" van a ser los funcionarios que van a forrarse por varias generaciones practicando el arte que mejor cultiva el populismo: la corrupción y el despilfarro.

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