27 de enero de 2006

El cuarentismo de los setentistas

En un país que no tiene memoria no habría que asombrarse de que las estupideces del pasado vuelvan una y otra vez. Bastante razón tenía la vicepresidenta de CARBAP cuando decía que al gobierno lo primero que le falta es tener memoria.
Desairado justamente por esa pelea con los productores ganaderos, el Néstor puso a su corte de los milagros a trabajar para encontrar una manera de restañar su orgullo herido. En lo discursivo, lo de siempre: acusar al que piensa distinto de golpista, y sostener que todo lo que contradice la opinión oficial es conspirador.
En lo práctico inventando un absurdo sistema por el que cada vez que se quiera exportar carne, habrá que pedirle permiso a un funcionario, que graciosamente decidirá si el osobuco puede ser despachado al exterior o debe quedarse en el país a cumplir una función patriótica.
La última vez que en la Argentina funcionó algo parecido fue con el IAPI, en lo momentos en que Perón nacionalizó el comercio exterior.
Guarda que de ésto a aquello hay un pasito, apenas. Ahora es con el bife, mañana puede ser con la harina, y pasado con la mayonesa. En un dos por tres tenemos a los genios planificadores de la República K decidiendo qué y quién le compramos cada cosa.
Cuando eso les fracase, sigue la cartilla de racionamiento, como en su bella y admirada Cuba.

2 comentarios:

BlogBis dijo...

Un lector que seguramente es el mismo que me obligó a adoptar la decisión de moderar los comentarios me pide "que me anime" a publicar un artículo sobre la SRA que firma Pasquini Durán. Si alguien lo quiere leer, seguramente lo encontrará en Página/12 donde cobra un sueldito que se financia con publicidad oficial, para que diga lo que el gobierno quiere oir.

Louis Cyphre dijo...

La secuencia de eventos siempre es la misma. Empiezan con los “productos de primera necesidad” y luego tienen que seguir con todos los demás. No hay vuelta que darle. Siempre hay excusas para avanzar un poco más.